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Los riesgos del adanismo presidencial

Resulta asombroso que los etarras se atrevan a poner condiciones al Estado de derecho para dar por finalizada su carrera delictiva, algo que no se le ocurre a ninguna partida organizada de delincuentes de los distintos ramos y procedencias.

juancaro dijo el día 12 de Enero de 2011 a las 00:41:

Desde el punto de vista del iluminado (no distinto al de otros muchos psoebristas), y con independencia de réditos políticos, los etarras no son delincuentes vulgares sino unos chicos descarriados que pretenden imponer un estado socialista en una parte de Expaña y Francia por el uso de todo tipo de métodos violentos pero que en el fondo sus intenciones no son perversas, sólo sus métodos por lo que puede llegarse a un entendimiento. En esencia, este es su pensamiento: Venga, chicos, sed buenos. Os prometo que os daré, si no todo, parte de lo que pedís en fases sucesivas.

Tal vez a ello se una cierta compulsiva obsesión por el premio Nobel de la Paz. Claro que habiéndosele concedido a ladrones, terroristas, torturadores y asesinos, nadie en su sano juicio intelectual y moral se alegraría de obtenerlo.