El problema de la derecha que representa Ussia es muy parecido a la denuncia de Cristo a los fariseos cuando les recriminaba que dijeran aquello de "si hubiesemos nacido en época de nuestros padres no seríamos complices de la sangre de los profetas." Desde la comodidad de la España del año 78 dan patentes de civismo, de pacifismo y de madurez de una situación muy semejante a la de la revolución francesa y que, de haber tenido que enfrentarse con la misma, no habrían tenido resquicio para la equidistancia y, posiblemente su reacción habría sido cualquier cosa menos digna porque a los que urdineron la Constitución del año 78 les sucede lo que a Pilatos. ¿Malos? Pues no. Pilatos, como hombre natural, se daba cuenta de que Jesucristo era inocente. Pero la bondad sin convicción y celo por la verdad;¿Y qué es la verdad?, decía Pilatos; no deja lugar para el heroísmo. Los Romanos crean el derecho y las instituciones públicas pero el derecho y las instituciones públicas vaciadas de su médula moral por la aconfesionalidad para complacer a los nuevos amigos de la derecha abocan a un estado increiblemente corrupto. Y la corrupción, no lo olvidemos es la antesala del terror y del circo. Esto que es fácil ver desde la distancia no lo es cuando tenemos que examinarnos a nosotros mismos. La necesidad del heroísmo puede verse en la perspectiva hstórica pero rara vez en la contemporaniedad del momento. E igual que al heroísmo armado de los chouans o la reconquista, le sucede al valor de los mártires. Quien no es capaz de arriesgarse frente a la amenaza presente resulta poco creíble lo que pueda decirnos de lo que hubiera hecho si hubiera nacido en el 36. El problema de Ussia es un problema moral muy grave pero, por desgracia, muy común.
Coincido con "Payne". La clarividencia y lucidez de Moa que creo que es un don de Dios, no la he visto en otras firmas de la actualidad política. Hasta comunicadores tan valiosos y decentes como Federico o César hablan de negociación y no colaboración. El comentario de "escade1"resumen muy bien la memoria histórica de la izquierda. Solo una objeción que creo que es fundamental. A estas alturas,después de tantos años, no es solo estupidez, complejos y cobardías, sino sobre todo traición, corrupción y maldad de la supuesta derecha que es capaz de corromper las leyes, las instituciones y la verdad con tal de seguir en la poltrona.
Excelente crítica al artículo de Ussía que desmonta los tópicos, los tics del centrismo y los lugares comunes de lo políticamente correcto. Me queda asombrado de la abundancia de disparates y contradicciones que se escriben después de años de ejercicio. La cantidad de sapos y culebras envenenadas que uno se habrá tragado leyendo firmas supuestamente autorizadas. Gracias a Pío Moa por mostrarnos y adiestrarnos en separar el grano de la paja, en detectar las trampas del lenguaje, en discernir lo evidente. Así nos advierte él sobre la necesidad de ejercitar la gimnasia mental como se muestra en este artículo.
Leo con verdadero placer intelectual a Pío Moa porque siempre afina el razonamiento hecho hasta entonces con una vuelta de tuerca más. Cuántas concesiones hacemos a afirmaciones que, analizadas más detenidamente, nos descubren falacias inadmisibles, que suponen con el tiempo perjuicios muy costosos de enmendar y corregir. El rigor intelectual y el razonamiento frío y firme de Pío Moa, por tanto, más objetivo que muchos otros que sólo pretenden regalar el oído y engatusar a posibles votantes, es un lujo en la España actual. Cambié mi forma de pensar hace unos años gracias a los libros de Moa, de los que me he leído todos (creo que tengo 24), además de centenares de artículos (seguro que superan el millar), y sólo deseo seguir nutriendo mi cerebro con el juicio y la fuerza argumental de este historiador, al que la izquierda no sabe cómo anular. A Pío Moa, como a otros pocos más como él, hay que protegerlo y mimarlo, pues es el antídoto que nos queda para protegernos de la avalancha propagandística "destrozamentes" de la izquierda que nos inunda y que ha intoxicado hasta incluso gran parte de la derecha. Y lo vamos a pagar.
Moa pregunta: ¿Fue una barbaridad sublevarse contra un proceso revolucionario que, como él mismo (Ussía) explica, llevaba a la destrucción de España y de su cultura cristiana, base de la cultura occidental, para sustituirla por un brutal totalitarismo?
Desde luego que no, la teoría del empate no vale.
Conocer lo que de verdad ocurrió en aquellos años en España y entender la barbarie y sinrazón de las izquierdas y los separatistas es necesario para comprender lo que pasa hoy.
Aquellos miserables que, primero proclamaron y luego corrompieron la Segunda República, son hoy los paradigmas de los politicuchos que padecemos y que, como entonces, sus bastardos intereses buscan la destrucción de España y la expulsión del Catolicismo de nuestra sociedad. La chusma que hoy corrompe el poder también cuenta a su favor con la estupidez, los complejos y la cobardía de la derecha, como ocurriera entonces.
La diferencia entre el ayer y el hoy radica en que entonces hubo unos hombres con convicciones y valores arraigados en sus conciencias, que estuvieron dispuestos a enfrentarse a los irracionale exponiendo todo lo que tenían para conseguir la victoria de la Fe y de la Razón. Hoy no parece que vayamos a tener tanta suerte. Ya veremos.
Lo que le pasa a Ussía es que también es un comodón y a ratos se deja llevar. Como decía Julián Marías: la pereza que tantas cosas explica. Y nada más..
Estoy de acuerdo con usted,don Pío. Alfonso Ussía es alguien muy inteligente y al que sigo habitualmente pero hoy ha hecho trampas emocionales(tiene derecho)en su artículo.
Al ser humano nada nos deja absolutamente ajenos. Guardamos en la memoria bienes y males,como un factor de supervivencia.
Mi padre(q.e.p.d)hasta bien poco antes de morir conservó la chapa de prisionero de guerra(era marinero de reemplazo cuando comenzó la contienda)y sintió el horror de depuraciones y demás aunque luego permaneció en la Armada casi 45 años más.
Aquella época debió ser muy dura, sumamente cruel y lo que me duele es que los desgobernantes actuales y algunos más,estén empeñados en reeditar aquellos tiempos.
Evidentemente, como Rajoy y el PP, mejor olvidar la historia y que la izquierda la manipule a su gusto.
Hay que acabar con las falacias de la historia española, que tanto daño han hecho en el presente.
Sr. Moa sus replicas me parecen muy interesantes y no solo porque ilustran a aquellas buenas gentes que puedan caer en el engaño, sino que sirven también para desenmascarar sicofantes. El Sr. Ussia ni por nivel académico, ni por edad, ni por afectación familiar, puede alegar desconocimiento de la historia. La conoce muy bien, lo que ocurre es que es más fácil ganarse la habichuelas navegando a favor de la corriente y fabricando gracietas, que defendiendo principios y verdades.