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Nacionalismo y europeísmo

Después, el europeísmo adquirió el actual tono socialdemócrata. El designio invierte política y culturalmente toda la historia y la tradición europea desde la caída del Imperio romano de Occidente.

Urdin dijo el día 23 de Julio de 2011 a las 20:31:

España que ha plantado cara a Roma, al Imperio carolingio, a Francia, desde los Valois a Napoleón, que ha ha luchado contra el Islam en el Edad Media y Moderna hacaba de aceptar sin lucha que l parlamento europeo intervenga en favor de la negociación con ETA. Cierto, a propuesta de Zapatero, pero ha intervenido. Y no ha habido ninguna reacción de ningún partido español cuando por causas muchísimo mas leves los franceses, los daneses o los ingleses se hubieran tirado al monte. ¿Que siento ante Europa? Absolutamente nada. ¿Que siento ante los españoles? Indignación y asco. Y es una lástima porque España no siempre fue así y, para evitar malos entendidos, no me refiero a la época de Franco.

Urdin dijo el día 23 de Julio de 2011 a las 20:31:

Estratega de la manipulación psicológica Wieshaupt explica paso a paso como seducir y llevar a los hombres de la nariz hasta la meta final. El patriotismo jacobino fue un sistema para canalizar hacía el exterior la oposición a la Revolución y así sucede en aquellas partes de Francia expuestas al enemigo exterior. Los enemigos de Francia le hacen al jacobinismo el trabajo sucio de hacer desaparecer a sus enemigos y los agentes de la secta se encargan de seducir a los principes en un cálculo a coprto plazo sobre posibles ventajas territoriales que lo que hacen es cimentar el crédito político de la Revolución. Pero la Revolución no tiene Patria. A tal teología, tal antropología. Al dios sin atributos del kabalismo y la masonería le corresponde el hombre sin atributos de la Ilustración, el hombre universal, el hombre sin patria. El europeismo no es más que el ensayo doblado de ese universalismo apátrida, cuyo primer momento es el "nacionalismo" americano. Y si existe un hombre "americamo" sin atributos culturales ¿porque no debería de existir un hombre europeo igualmente sin atributos? El enfrentamiento de nación contra nación dentro del esquema masónico sigue una lógica dialéctica para conseguir destruir no la idea de nación sino la conciencia de nación. El separatismo hasta el absurdo busca conseguir que a fuerza de significar cosas diferentes, la idea de patria acabe por no significar nada. Y, a partir de ahí, como todos los paises del mundo están llenos de "seres humanos" se justifica la intervención militar en nombre de una causa "humanitaria" muy parecida a la denostada causa nacional. Y el progresismo tacha de insensatos a los alemanes por dejarse conducir por alguién que dice hablar en nombra de la nación para tres generaciones después estar dispuestos a hacer eso mismo cuando alguien les dice que es en nombre de la humanidad. España un país celoso de su independencia no tiene ni un solo partido euroescéptico con una clase política vendida que ha aceptado que el parlamento europeo en octubre de 2.006 votara a favor de la negociación con ETA.

rawolf dijo el día 23 de Julio de 2011 a las 16:16:

Lo que actualmente se denomina Europa no es más que expansión natural del estatismo y un paso más hacia el gobierno mundial, hacia el sacrificio del individuo en el altar de lo colectivo.

Todo estado, en el ejercicio del monopolio jurisdiccional y de la recaudación de impuestos, tiene interés en mantener bajo su yugo a los productivos. En su afán por impedirles votar con los pies y seguir exprimiéndoles, desarrolla un deseo de expansión que, en función de sus capacidades, puede manifestarse mediante la guerra (limitada en la mayoría de los casos durante la época de las monarquías; total y sangrienta, tras su caída) o, en la actualidad, mediante el contubernio de las oligarquías burocráticas para crear una uniformidad regulatoria que dificulte la evasión del expolio.

En vez de analizar el asunto desde la óptica de agregados colectivistas (el imperio, la nación, el nacionalismo, la sociedad), abramos los ojos y veámoslo desde nuestra perspectiva individual. En el esquema europeo, yo, como individuo, ¿seré más o menos libre?, ¿el expolio será mayor o menor?

Modificando la frase de Samuel Johnson, me temo que el europeísmo es otro refugio más de los canallas que nos pretenden llevar, como si fuéramos su ganado, al redil del gobierno mundial.

A nuestro favor contamos con que ningún gobierno puede funcionar sin el apoyo de una parte significativa de la población; en nuestra contra, el conocimiento que tienen los aparatos estatales de esta realidad y su interés en desarrollar políticas adormecedoras o educativas que nos hagan aceptar tan repugnante estado de cosas.

Es tarea de los mejores (y en ellos no incluyo a los intelectuales, en su mayoría vendidos a un poder que es el único interesado en mantenerlos, con nuestro dinero, claro, a cambio de que, de una u otra manera, justifiquen el papel del estado o cualquiera de las ideas sucedáneas que impliquen su existencia como necesaria) denunciar que el rey está desnudo, despreciar a todo agente de una autoridad ilegítima, vivir como si no existiera, para que cuando seamos conscientes de su inutilidad y de la pesada carga que supone, quitárnoslo de encima de una vez y para siempre.

Katakrok dijo el día 23 de Julio de 2011 a las 14:52:

Si te resistes, lo malo es que pueden atizarte un noruegazo.

doiraje dijo el día 23 de Julio de 2011 a las 14:13:

(y II)

La justicia y el "bienestar" nunca vendrán dados por una mera programación económica, sin más ideales que una distribución de la riqueza material que producimos. Ni la riqueza sólo material es riqueza, ni una vida sin más ideales que una justicia humana voluntarista y orgullosa de sí podrá proporcionar estabilidad alguna a semejante "proyecto". Europa hoy, desde su presunción autosuficiente, es más frágil que nunca y ha vuelto a sentar las bases, por otros caminos, para repetir aquellos viejos y trágicos errores totalitarios. El relativismo nihilista al que ha dado lugar nos llevará a todos por delante. Lo que no sé es si esta regresión tiene remedio todavía. Cuanto más tiempo pase, más irreversible será. En la medida que ésta sea la dinámica europea es legítimo hacerse la pregunta de si debemos los españoles formar parte de semejante fracaso. Lo terrible es que España se ha convertido en los últimos treinta años en el mascarón de proa, en la avanzadilla inconsciente, de este mismo proceso en sí misma. Deberíamos los españoles, primero, desmarcarnos de la dinámica en la que está sumida ella misma. Y tampoco sé si seremos capaces de regenerarnos los españoles como nación, aquella que fue la más católica del mundo.

doiraje dijo el día 23 de Julio de 2011 a las 14:11:

(I)

Lo que más resaltaría es el hecho de que tras la gigantesca conmoción que supuso la II Guerra Mundial, Europa, representada por los líderes del momento, sintió la necesidad de entroncarse fuertemente con la tradición cristiana, lo más genuino y profundo de su identidad, para contrarrestar y superar el desvarío terrorífico que supuso los movimientos ideológicos totalitarios recién vencidos (aun cuando sobreviviera todavía el monstruo marxista). Pero aquella sanísima inquietud moral y espiritual desapareció en poco más de una década. ¿Por qué? Por la misma razón que antes surgieron aquellos movimientos inhumanos o antihumanos. Alejarse de Dios tiene un coste muy alto tanto en la esfera individual como social. Lo que atrajo nuevamente a la espiritualidad cristiana fue la contemplación directa del horror de decenas de millones de seres humanos exterminados por ideologías devastadoras, profundamente inmorales y anticristianas. El horror nos abrió los ojos para percatarnos cuán lejos nos habíamos desviado de nuestra identidad y de nuestras raíces.

Pero fue una vuelta más emocional que real, debida más por el impacto de la visión y el padecimiento directo de la matanza que por una conversión profunda de los corazones. Y volvimos a considerarnos el centro del mundo y del universo, y a buscar sólo en nuestra voluntad la justicia social. Otra vez el viejo error de desplazar a Dios de nuestras vidas. Es cierto que cogimos más miedo a nuestras fantasías de grandeza; ahora nos autovigilamos más férreamente, pero nada puede resultar de un colectivo que tiende a alejarse de sus propios orígenes e identidad por mor de un afán de superación erróneo de aquéllos.

sinrocom dijo el día 23 de Julio de 2011 a las 10:55:

Discrepo con el comentario de Escali. El futuro se presenta como una amenaza a la integridad politica de las naciones europeas. Las social-democracias impuestas en los paises europeos, en si son como bombas de relojeria, que en un futuro, lejano o cercano, solo tienen un destino.... su estallido.
Europa no necesita la infiltracion de otras corrientes culturales, politicas y religiosas. Ya tiene bastante con lo que en este continente se ha fermentado durante muchos siglos. Europa es el continente mas rico en este sentido.

Senex dijo el día 23 de Julio de 2011 a las 10:52:

Sobre el tema de hoy, Pío, yo tenía una idea acaso, o no, más simple: Conforme las formas asociativas fuertes de la humanidad se fueron haciendo más complejas por razones de economía y seguridad, según yo creo, los sentimientos de cohesión, consustanciales con cada forma, si habría de sobrevivir, se fueron generando y desarrollando, adaptados a las peculiaridades de cada una de ellas. Estos sentimientos colectivos, a los que un historiador andalusí medieval, aplicado al clan familiar, denominó "as-sabiya", estarían en la base de los nacionalismos, bien sea aplicados a una gran tribu que se hizo nación o a un conjunto de tribus a las que hicieron nación la fuerza de las armas, y sucesivamente a los imperios por agrupación de naciones. En estos últimos casos "as-sabiya", aunque con dificultad, podría haberse desarrollado espontáneamente, en razón del interés mutuo o del uso convivencial, pero con frecuencia se ha tratado de forzarla imperativamente. Para mí, la nueva Europa necesita su as-sabiya -de medirla, ya que es esencial, hace tiempo que se ocupan, con el barómetro de Eurostadt , en las instituciones de la UE-. Mi parecer es que no se trata de si ahora nos conviene o no continuar formando parte del proyecto europeo, cualquiera que sea su deriva, sino que, siguiendo la tendencia de nuestra especial idiosincrasia, nuestro destino debería estar en fortalecer y en participar en el sentimiento de cohesión cívica entre los pueblos de Europa, al que, tomándolo de la fuente antedicha, acaso por esnobismo o intencionalidad expresiva, he llamado "As-sabiya".
Con afecto.

ANS dijo el día 23 de Julio de 2011 a las 05:11:


NACIONALISMO ES SINÓNIMO DE SEPARATISMO.


Sr Pio Moa, según opinión de Cesar Alonso de los Rios,

"el nacionalismo es un movimiento secesionista dentro de una nación".


Estoy de acuerdo con Don Cesar, ya que los españoles no somos

nacionalistas sino PATRIOTAS, como lo son el resto de ciudadanos

en sus respectivos paises o naciones soberanas.


No lo olvide, nacionalismo es sinónimo de separatismo.

Escali dijo el día 23 de Julio de 2011 a las 00:32:


Querido Don Pio, cada nuevo artículo es un magnífico pozo de debate.

Sobre Europa y las naciones (hablo de naciones europeas, no de regiones), una cuestión no menor es que la cristianodemocracia que usted señala como base inicial de Europa no puede ser asimilada por la ola socialdemócrata posterior. Lamentablemente, pero la socialdemocracia reniega de cualquier principio histórico cristiano y apoya su ideología (llamémosla asi por simplificar) en la Revolución Francesa y el volterianismo, que parece que reinventaron el Universo cuando su inventario histórico es enfrentamiento, matanza, miseria y totalitarismo.

Roma y el cristianismo han hecho a Europa poderosa, culta y libre, y por ello mismo la han hecho diversa. Diversidad que es su grandeza, diversidad que es lo que nos hace personas, pero por eso mismo diversidad que dificulta una uniformidad que sería muy positiva económicamente, pero nos mataría como personas, convirtiéndonos en eslabones de la cadena o bolas del rodamiento.

De manera que Europa es, y seguirá asi un tiempo que de momento se antoja muy largo, un Mercado Común y nada más. No es poco, en el mundo global que nos ha tocado y que nos tiene que dar de comer (y de beber, añado; en mi caso gasto bastante más en beber que en comer).

Intentos ha habido de elevar el esquema europeo a una unión política, pero ahi tropezamos tanto con las diferencias ideológicas como con las reticencias de los poderes constituidos en cada Estado. No es tarea menor, y las crisis económicas, que podrían ser utilizadas para cimentar la unión política, están haciendo demasiado daño para que eso sea posible. Inevitablemente, diría yo; una cosa es que Europa nos ayude y otra cosa es que Europa sea el padre débil de carácter que nos paga todos los estropicios y nos permite vivir en la permanente adolescencia; esto es lo que Grecia ha conseguido de momento y lo que Rubalcaba exige para España : los bonos europeos nos pagarán los derroches del PSOE, claro, y mantendrán a España en un estado de adolescencia maleducada perenne; ¡qué bien!.

El futuro se presenta liberal-capitalista en lo económico y disperso-diverso en lo ideológico. Quizá sea el mal menor. No queremos ser uniformes, por lo menos los españoles no queremos.

¡Sería aburridísimo!.

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