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Sociedades abiertas, sociedades inseguras

Desde que Olof Palme, el primer ministro sueco, fue asesinado a la salida de un cine de Estocolmo, un 28 de febrero de 1986, estas sociedades perdieron buena parte de su atractivo.

narabanc dijo el día 25 de Julio de 2011 a las 21:15:

Bueno, los chavales asesinados por un criminal ya no podrán vivir en el "paraíso" noruego. Sus padres ya no tendrán consuelo ni en el paraíso ni fuera de el.
¿Seguirá la seguridad noruega así de mema?. ¿No dimite nadie? ¿Son éstos descendientes de los vikingos?. Porca miseria.
Aquí tenemos a Rugalcaba y a Lérida hasta en la sopa. Mas miseria.

Psoe_Fan dijo el día 25 de Julio de 2011 a las 14:56:


Una perplejidad insulsa

El Mal es puro decisionismo, voluntarismo y excepción, Libertad irreductible a una cadena de inferencias y proposiciones, y en este sentido, irracional. Aunque pueden buscársele causas, nunca una explicación será suficiente para justificarlo. Por eso, porque como tal es un hecho atómico, y procede del principio absoluto de la acción humana, resulta ridículo divagar sobre la oposición o posibilidades más o menos favorables para el terrorismo en las sociedades abiertas o en un estado policial. Hasta este punto, el debate es ridículo pues pasa desapercibido el Mal como hecho primitivo.

En efecto, lo bueno siempre es lo difícil, y para que halla terrorismo, antes que medios técnicos, siempre al alcance de la mano por vía ilegal, o aunque sea rudimentaria, una bombona de butano, no se necesita más que la combinación de dos ladrillos lógicos simplicísimos de la realidad: universalidad y negación. Terrorismo no es más que el deseo de aniquilar universales, enemistad ontológica, antes que antropológica (podría haber terrorismo verde). Como también podría haber terrorismo ridículo (el colectivo de las mujeres con minifalda rosa) o terrorismo de terrorismo, como bien nos demostró el PSOE. La extensión causal de un acto libre siempre es fenoménica, pura apariencia, y prorrogable al infinito, con respecto a su definición de origen. Hay tanto y habrá tanto terrorismo como creatividad de las pasiones humanas. ¡Dejémonos de extrañarnos!.

Pero por otro lado, el terrorismo manifiesta una situación histórica. En efecto, hay y habrá terrorismo cuando la Guerra "ya no está permitida" o es inviable técnicamente. Claro que hay actos terroristas en el estado de guerra, pero desde luego, ante el límite de la aniquilación, deseo del terrorista, antes se produciría "la Guerra de los Universales" antes que la unilateralidad destructiva de una parte. EL Terrorismo, en efecto, manifiesta el síntoma de la preponderancia de la salvaguardia de "lo común" en el Derecho. Por eso, el terrorismo, siempre será acto singular y excepción fallida. Justamente al contrario, el Mal cumple una función paradójica en la formación y consolidación de entidades históricas más amplias. En efecto, no creo que la actual identidad de Europa estuviese presente en ella sin la experiencia de dos guerras mundiales.

Amagi24 dijo el día 25 de Julio de 2011 a las 14:02:

El reto de las sociedades abiertas es como integrar las "sociedades cerradas" incluidas en su seno. Los atentados terroristas de Oslo son un claro ejemplo: ¿cómo ha podido un joven, cuya apariencia no nos hubiera hecho cambiar de acera al cruzarse delante de nosotros por la calle, cometer un centenar de crímenes a sangre fría, incluidos adolescentes menores de edad, en un país como Noruega, el país más pacífico del mundo, con el mayor índice de desarrollo humano del mundo y con el segundo país con el PIB nominal per cápita más alto del mundo tras Luxemburgo? ¿Si hubiese sucedido en un país del tercer mundo, lo estaríamos comentando de igual manera?

Sin entrar en si el asesino confeso ha actuado en solitario y sabiendo que no se trata de un loco, solo queda una respuesta para su acción criminal como bien se apunta en el artículo: el fanatismo político, la búsqueda de publicidad para su ideario político a través del terror. La sociedad debe estar atenta a las ideologías ultras que son condición necesaria, aunque no suficiente, para que determinados individuos, aparentemente bien integrados entre nosotros, cometan crímenes horribles. Estas ideologías se han revelado crudamente en el caso del asesino de Noruega: la extrema derecha xenófoba, el ultranacionalismo y el fundamentalismo religioso. No se puede obviar esta realidad ni se pueden poner paños calientes; estas ideas o prácticas, enmarcadas en una visión del mundo fundamentalmente mítica y mesiánica, son profundamente antiliberales, pre-ilustradas y pre-políticas. Además, son defendidas cada vez por más personas, y más ahora con la crisis de credibilidad del sistema político, institucional, económico y financiero especialmente en la Unión Europea, y aunque la gran mayoría de sus acríticos seguidores no van a convertirse en terroristas, incorporan el odio necesario para que algunos pocos por militancia o imitación puedan cometer similares actos de barbarie en su nombre. Podemos exigir un mayor control policial de la población pero lamentablemente este no será ni el primero ni el último crimen cometido para extender ese ideario incivilizado.

Las sociedades democráticas tienen que estar sometidas a un criticismo permanente sin cerrarse al debate de su propia autocrítica porque la historia nos ha mostrado que incluso dentro de las sociedades más civilizadas, en determinadas circunstancias, cuando se deshumaniza al prójimo y se institucionaliza la violencia, hay caminos que pueden conducir fácilmente a Auschwitz.

Saludos.

et_rusk dijo el día 25 de Julio de 2011 a las 13:04:

Tienes razon rawolf:

"El Estado es la propiedad privada de los burocratas." Karl Marx

RitoAlb dijo el día 25 de Julio de 2011 a las 11:35:

¿Sociedades abiertas? ¿Abiertas a qué? ¿Abiertas para qué? ¿Abiertas hacia dónde?
Para mí que Europa es una sociedad zoo, lejos de abierta, muy cerrada. Una sociedad que siempre está barriendo la casa para no molestar a las visitas pasadas. Es una sociedad zoo, pues todos y cada uno de los europeos solicitan de los encargados del zoo que solucionen sus problemas (eximirme así de mi propia responsabilidad).
¿Sociedades abiertas? Cima de mansedumbre, como las jirafas en el zoo.

FloriaEm dijo el día 25 de Julio de 2011 a las 11:05:

No tiene mucho que ver... algo si. Leyendo este artículo me ha venido a la memoria la excelente película "La Cinta Blanca"

loboe dijo el día 25 de Julio de 2011 a las 09:55:

et_rusk:

Absolutamente de acuerdo; no se puede decir más claro con menos palabras. Solo añadir que en mi opinión, tanto progresistas como religiosos en general, adolecen de un mismo problema -que suelo denominar "buenista"-, que les impide enterarse de la prosaica realidad del ser humano. Evidentemente, la teoría del "tó er mundo é güeno" hace aguas en cuanto te encuentras con el primer hijo de puta -me refiero a la variedad esférica-.

rawolf:

Aunque no puedo estar totalmente de acuerdo con las consecuencias de su postulado llevado al extremo -más que nada por un principio de especialización y de optimización de recursos-, creo que su planteamiento no deja de tener una gran parte de verdad. En especial, cuando hay panolis que creen que para que algo desaparezca solo hay que prohibirlo. En este sentido, acabamos de leer que el asesino Noruego utilizó munición prohibida y recordar que en España no se permiten armas a los ciudadanos honrados porque así los atracadores de bancos tendrán que atracarlos con el palo de la fregona.

Más grave aún que lo anterior, es creer que basta ser un país pacífico, progresista y de buen rollito para que la violencia quede erradicada y en consecuencia, la policía no necesite más armas que un spray de defensa personal. Menos mal que no se les ocurrió -como estamos hartos de oír a los progres y demás teóricos del pacifismo- que no necesitaban ejército ni policía.

Finalmente, añadir que la receta verdaderamente milagrosa no es ninguna de las anteriores -buenrollismo o estado policíaco- sino una que conoce muy bien uno que yo me se, y al que con mucho salero, ha calificado un lector como lo más parecido al muñeco del Anís del Mono. Consiste ni más ni menos que en convertir a toda la población en un rebaño de zombies lobotomizados.

Salu2

et_rusk dijo el día 24 de Julio de 2011 a las 23:47:

En los países pobres "la pobreza y la desesperación" es el cultivo del terrorismo. En los países ricos capitalistas ... es "el inhumano capitalismo" y "los malditos traficantes de armas", en los países ricos casi socialistas ... es ... hmmm, el clima?

Me da la impresión de que algo esta mal en nuestras teorías sobre el mundo si cada vez tenemos que inventar nuevas explicaciones ;-)

rawolf dijo el día 24 de Julio de 2011 a las 23:23:

Nadie está libre de la acción de un loco.

¿Por qué ninguno de los asistentes iba armado?

¿Quién nos ha lavado el cerebro para que admitamos con naturalidad ir por el mundo sin la posibilidad de ejercer el derecho a la defensa propia?

¿Tuvo en cuenta este "loco" la circunstancia de que nadie iría armado? ¿Habría cambiado su valoración de la situación si se hubiera enfrentado a una multitud con una posibilidad de que un 10%, por ejemplo, fuera armado?

¿Cosas que ha hecho mal nuestra democracia para que pasen estas cosas?

A cambio de un sistema de elección de okupas temporales del poder, con pleno acceso a recursos que no pertenecen a nadie y, por tanto, suceptibles de ser saqueados, cuanto antes mejor, a cambio de eso, digo, otorgarle a un ente que también es de todos, es decir, no es de nadie, vamos que termina siendo de los burócratas que lo controlan, el monopolio entre otras cosas de nuestra defensa: pon la protección de tu vida y tu hacienda en nuestras manos que ya te diré lo que te cuesta y trae acá esas armas que no te hacen falta para nada, no vaya ser que te de por quitarme, por la fuerza, este y/o otros monopolios de los que disfruto.