El habla o la escritura consisten en combinar libérrimamente palabras para expresar lo que uno quiere decir. Pero el juego combinatorio no es tan libre. Sea por comodidad o por costumbre, el dato es que muchas veces nos servimos de locuciones o frases hechas, de las cuales nos servimos como si fueran letras. Es decir, no inventamos nada, simplemente recurrimos a lo que la tradición léxica nos proporciona. Por ejemplo, Ton Cardona me recuerda que muchas veces se emplea la muletilla de "una larga y penosa enfermedad" cuando se da la noticia de un fallecimiento. Sospecho que esa locución es un eufemismo para no tener que citar el tabú del cáncer. Nótese que ya la palabra "cáncer", en su origen, es un eufemismo.
Diego Ordóñez recoge críticamente otra expresión de moda: "poner en valor". Seguramente es un galicismo que viene muy bien a los hombres públicos. Nadie se va a negar a que algo valioso se destaque.
Santiago Roig aporta lo de "miedo escénico", que ahora tanto se prodiga, pues estamos en la era de la imagen televisiva. Somos muchos los que estamos a menudo expuestos en un plató de televisión. Los políticos andan siempre "escenificando" sus apariciones antes las cámaras. El gran teatro del mundo (Shakespeare, Calderón) es ahora una realidad.
La frase "coger el toro por los cuernos" ha merecido que los libertarios me envíen muchas interpretaciones, a cual más inteligente. No tengo espacio para recogerlas todas, pero sí comentaré algunas. Son varios los que aluden al mito de Mitra, en la antigua Persia, que luego pasa a los griegos, los cretenses y los romanos. Por eso la frase dicha se dice no solo en español sino en inglés, en francés o en alemán. Es una herencia romana de unas fiestas perdidas con toros. La lidia española es lo que queda de esa tradición. Añado que la palabra "toro" procede del griego y últimamente del sánscrito. Alude al "animal que resiste". Ese origen se ha conservado mejor en el alemán (Stier) o en el inglés (steer). Precisamente, el juego de los toros consistía en que el hombre se oponía a ese animal tan resistente. Pero no creo que tocarle el asta al toro fuera la maniobra más inteligente.
Juan Gregorio Nevado sugiere que lo de "coger el toro por los cuernos" se refiere a la operación de derribar a un becerro, por ejemplo, para marcarlo. Es una exhibición de virilidad, maña y fuerza.
Javier Vicuña comenta que esa expresión de "coger el toro por los cuernos" significa más bien "tomar una decisión obligado por las circunstancias". Sigo sin saber a qué santo viene lo de una acción tan arriesgada como coger al toro por los cuernos.
Santiago Trancón y otros muchos dan con la explicación de que la cosa viene de Portugal, con la fiesta o ritual de los "forçados", como se ve en algunos grabados de Goya. Don Santiago atribuye esa voz, no a la fuerza, sino a las "forcas", una especie de tridentes usados como arma defensiva.
Sigue siendo un misterio por qué en diversos países existe esa expresión de "coger el toro por los cuernos" cuando no tienen toros bravos.