En esas estamos don Pablo.
Una cosa tan sencilla y evidente como asumir el fracaso del Estado de la Autonomías y no faltan trasnochados demagogos llamazareros y calla loros requemados, que salgan al quite de los más requemados aún nazionalistas de la pinza vasco-catalana (es decir, antiespañola) que aún siguen estirando por el otro lado sin haber asumido todavía que la cuerda ya se ha roto.
Se ha ido todo por el sumidero y ellos todos, aún sin querer enterarse.
Y para una política valiente y sensata que nos dice las verdades del barquero a costa de perder su propio empleo, resulta que se le tiran al cuello hasta los propios.
Si al final solo nos espera el frontispicio del infierno de Dante, será cuestión de hacernos a la idea de perder toda esperanza, y que lo único que nos quede, sea doña Esperanza.
¿Y cuándo cerramos Telemadrid haciendo honor a lo predicado?
El Estado de las Autonomías es la forma más cruel de eliminar una de las más viejas nación-Estados del mundo contemporáneo. Respetemos el folclore regional con sus especialidades gastronómicas en un espacio único y centralizado fiscal y economicamente.Todos juntos en una casa sin paredes ni compartimentos y bajo el mismo techo.Es posible con una líder como Aguirre y con el consenso de un pueblo con los bolsillos rotos.
Excelente método para bajar la prima de riesgo. No hay que olvidar que las primas son unas hijas de..., bueno de un tío y una tía.
El último parrafo del artículo lo suscribo en su totalidad. La señora Aguirre es nuestra Esperanza y nuestra esperanza, con mayúscula y con minúscula.
N. b. Lo de Tomás Gómez, al fondo y con pancarta, definitivo. ¿O no?
Pues no sé si Rajoy ha soñado alguna vez con la responsabilidad real y verdadera de ser un buen gobernante o no, pero lo que es a todas luces indiscutible, hasta por los más necios, es que el estado de las autonomías que nos dimos en la Constitución de 1978 en el formato actual, es decir, ampliado al reparto de competencias estatales a los respectivos 19 gobiernos regionales, haciendo una clara dejación de funciones del Gobierno de la Nación, ¡ES UNA SANGRÍA! para las arcas públicas y ha demostrado ser un fiasco en todos los sentidos: económico, educativo, judicial y social. Para lo único que ha sido "bueno" es para la casta política, que ha visto en ese chollo un caldo de cultivo para sus insaciables ansias de poder y de egoísmo.

Que cansancio, que tedio, que hastío... que todo.Pobre España.
¿A quien le tocará bailar con la mas fea?