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Amando de Miguel

Curiosidades y confusiones léxicas

Sigo recibiendo correos sobre el asunto de la "línea roja". Está claro que proviene de las tropas británicas en la Guerra de Crimea. José María Navia-Osorio (que vuelve donde solía; bienvenido) cita a un tal Russell, corresponsal en esa guerra.

Sobre la significación de "patético", Maribel Torbeck insiste en que el auténtico sentido es el de la última sinfonía de Chaikowski, especialmente el adagio final, tan triste y emotivo. Efectivamente, fue la última pieza que escribió el gran músico antes de suicidarse. El hombre se quitó la vida por no poder soportar su situación de homosexual. Eso es "patético" y no, como quiere ahora el vulgo en España y en los Estados Unidos, que sea algo así como "ridículo".

Sigo recibiendo correos sobre el asunto de la "línea roja". Está claro que proviene de las tropas británicas en la Guerra de Crimea. José María Navia-Osorio (que vuelve donde solía; bienvenido) cita a un tal Russell, corresponsal en esa guerra, quien escribió: "Esa delgada franja roja coronada por una línea de acero". Eran los fusileros escoceses, ataviados con sus casacas rojas. Eduardo Fungairiño me da más detalles sobre esa historia de la primera "línea roja". Apunta el hecho de que las casacas rojas se ven todavía en la guardia del Palacio de Buckingham.

Sigue la pequeña polémica sobre el letrero "es peligroso asomarse al exterior" que, según mi memoria, figuraba también en italiano en los trenes españoles. La mayor parte de los testimonios que recibo insisten en que el aviso venía en español y en portugués. Gonzalo Gómez- Acebo me da la razón: el letrero de marras iba también en italiano, no en portugués. Jorge García de Herrera asegura que el letrero iba en francés. Carlos Azcárraga razona que no era lógico que el aviso estuviera en italiano. José Carlos Villaro Gumpert (arquitecto) precisa que el letrero iba en los trenes TAF, que venían de Italia. Por eso decía: "É pericolosso sporghersi quando vettura é in motto". Reconozco la frase, pero a mí me suena haberla visto en los vagones más antiguos, los de los asientos de madera. Es más, me suena que decía "é molto pericolosso sporghersi". También es curioso que, sobre un asunto tan sencillo y trivial, haya tantas formas distintas de memoria. Parece el famoso cuento oriental de los ciegos y el elefante.

Muchas veces comentamos aquí la manía de los sesquipedalismos o archisílabos. Jesús Laínz me envía un largo informe en el que se demuestra que la moda está también en Francia. Eso consuela mucho. Un solo ejemplo de los muchos que aporta don Jesús: los famosos "escargots de Bourgogne" son ahora en los restaurantes finos "gastéropodes à la Charles le Téméraire". Aquí tomamos los caracoles con salsa picante, pero todavía no los llaman gasterópodos.

Parece un chiste, pero el asunto es muy serio. Agustín Fuentes me recorta un artículo de David Martínez en que se transcriben con todo detalle las recientes instrucciones de la Embajada del Reino Unido en España a sus súbditos. Se refieren a los modos legales que hay para beneficiarse de la sanidad pública española. Solo en los hospitales de la Comunidad Valenciana se atiende al año a 800.000 pacientes extranjeros. No hace falta que sean residentes. La Embajada inglesa aconseja también cómo se pueden beneficiar los británicos que son simplemente turistas. Ahora se explica el gasto sanitario español.

José Antonio Martínez Pons es contrario al "lenguaje grueso" que ahora es tan común y correlativo del desaliño en el atuendo. Respecto a la proximidad de los idiomas romances, el ilustre mallorquín asegura que entiende mucho mejor el gallego que el portugués. Lo cual me corrobora mi tesis sobre el número de vocales. La prueba es que a los castellanoparlantes el mallorquín nos resulta muy oscuro (tiene más vocales). En cambio, los mallorquines son políglotas con toda naturalidad.

Francisco Moreno Doncel sostiene que todos los idiomas se hacen cada vez más prolijos (necesitan más palabras) debido a la incorporación de términos científicos y técnicos. No estoy de acuerdo. Precisamente, la prolijidad aparece en los textos públicos poco científicos, a veces también en los coloquiales. ¿Qué necesidad hay de decir a troche y moche lo de "como no podía ser de otra manera"? Casi todo puede ser de otra manera.

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