Menú
Carmelo Jordá

¡Ponme un gobiernito, resalao!

No, doña Susana, aunque le sorprenda, los demás no tienen por qué estar a su servicio.

Susana Díaz ganó las elecciones autonómicas en Andalucía, nadie puede negarlo. Además, yo creo que obtuvo un buen resultado electoral, aunque esto ya sería algo opinable, pero dadas las circunstancias mantenerse en el número de escaños que tenía era todo a lo que podía aspirar.

Dicho esto, el PSOE y su candidata tuvieron menos porcentaje de voto y menos escaños que los que había obtenido tres años atrás Javier Arenas como cabeza de cartel del PP, y ni Susana Díaz ni nadie de su partido interpretaron ese resultado como un mandato claro para gobernar, ni por supuesto le dieron al popular el cheque en blanco que ella pide ahora a todas las fuerzas de la oposición.

Los andaluces hablaron en las urnas, efectivamente, y dieron un mandato claro, sí, pero al PSOE: que, como no tenía una mayoría suficiente, fuese capaz de llegar a pactos con alguno de los otros partidos. Lo que no tengo tan claro es que el mandato de los andaluces fuese a los otros partidos y fuese que había que entregar el gobierno a Susana Díaz sin más, sin un acuerdo serio, sin otro pacto que darle las llaves del Palacio de San Telmo por su cara bonita o quizá por su gracia sandunguera.

Y es que el único argumento que he escuchado a Susana Díaz durante la plomiza sesión de investidura es el "que me dejen formar gobierno", como si fuese culpa de IU, Ciudadanos, Podemos o el PP que no haya obtenido suficientes votos para ser elegida sin más.

"No le pido su apoyo, solamente que me dejen formar gobierno", ha dicho una y otra vez la socialista, como si hubiese algún apoyo mayor que dejarte formar gobierno. Solo le ha faltado decirlo con diminutivos y con un "resalao", como las gitanas que vendían romero a la puerta de la plaza cuando toreaba el gran Curro: "Ponme un gobiernito, resalao, que tienes cara de simpático".

Yo creo que a Díaz le está traicionando su propia historia personal: ha vivido siempre en el poder, ha sido elegida a dedo, le han manipulado las primarias para que no tuviera que despeinarse y hasta le han dado diez años para acabar Derecho. Se diría que nunca ha tenido que sacrificar algo para conseguir otra cosa, que nunca ha tenido que negociar y transigir. Y se le nota.

La responsabilidad de formar gobierno es suya, doña Susana, quien tiene que hacer concesiones y transigir es usted, y la culpable de que los andaluces estén "sin gobierno" –benditos ellos, qué suerte- es de quien convocó las elecciones cuando sí había un gobierno y que luego parece que no ha sido capaz de convencer a nadie para pactar.

No, doña Susana, aunque le sorprenda, los demás no tienen por qué estar a su servicio. Así es la vida, aunque haya tenido que esperar cuarenta años para descubrirlo.

Temas

En España

    0
    comentarios