"Yo pretendo seguir vivo una larga temporada y que usted lo vea. Mi cabeza está bien situada y no pienso dejar que nadie la cambie de sitio". No sé lo que pensarán ustedes de esta respuesta que, acompañada de media sonrisa, Rajoy ha dado a la pregunta de si teme que Albert Rivera pida su cabeza a cambio de que el PP se mantenga en La Moncloa. A mí lo que me llama la atención es una pregunta tan surrealista que, más que una posibilidad, transluciría un deseo irrealizable. Y esto es así porque, a la vista de los últimos sondeos, se confirma que la única formación que podría salvar, pero en ningún caso cortar, la cabeza de nuestro infausto y actual presidente de gobierno es, precisamente, Ciudadanos.
Los últimos sondeos siguen situando a Ciudadanos por detrás del PP y me parece que muchos confunden los deseos con la realidad cuando creen posible un gobierno del PP no presidido por Rajoy gracias a una formación como Ciudadanos, que rechaza formar parte de un gobierno que no esté presidido por Rivera.
Nos guste o no, la cabeza de Rajoy peligra, pero sólo en la medida en que peligra la estancia del PP en La Moncloa. Lo único que ha cambiado en los últimos sondeos es que el pacto PSOE-Ciudadanos ya no sería suficiente para formar gobierno, lo que pondría a Ciudadanos en la tesitura de apoyar un gobierno de Rajoy o dejar que gobierne Sánchez con apoyo de los nacionalistas y radicales de izquierda.
El futuro es siempre incierto y siempre está abierto, pero, de confirmarse estos últimos sondeos, Rivera se perfila más como el salvavidas de nuestro infausto presidente que como su verdugo. El voto del miedo ha perdido fuerza, pero aún puede salirse con la suya y que todos asistamos a algo no tan paradójico como que Rivera salve la cabeza de quien, como Rajoy, es el máximo responsable de que exvotantes del PP hayan pasado a respaldar a Ciudadanos.