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EDITORIAL

Iglesias sería mucho peor que la pésima Carmena

Si siete meses de Carmena están causando estragos en la capital, mejor no imaginar lo que podría ser un Gobierno de la Nación en manos de Pablo Iglesias.

En los siete meses que Manuela Carmena y Ahora Madrid llevan controlando el Ayuntamiento de la capital –gracias a Pedro Sánchez, conviene recordarlo– no se han visto grandes medidas, ni tampoco los planes que iban a solucionar de inmediato la presunta emergencia social que les llevó al poder, una situación dramática que parece haberse esfumado tan súbitamente como los miles de niños hambrientos de su propaganda infecta.

No sólo no han solucionado los problemas que magnificaron: es que en ámbitos como la limpieza o la circulación no han hecho sino provocar que las cosas vayan de mal en peor. A cambio de no hacer nada o hacer poco y mal, los neocomunistas de Ahora Podemos han brindado a la ciudadanía multitud de ocurrencias, generado un montón de polémicas estériles y a menudo revelado su talante liberticida y sectario: ahí están la orwellianamente denominada "web de la verdad" para leer la cartilla a los escasos periodistas que no los veneran, las bochornosas cabalgatas de Reyes, el arrasamiento del callejero municipal para cebar el guerracivilismo y tratar de borrar las huellas de los crímenes perpetrados por sus antepasados ideológicos...

En resumen, nada de lo que hayan hecho Carmena y su equipo en estos meses ha tenido un impacto positivo en las vidas de los madrileños, pero sin embargo la demagogia y el sectarismo que rigen la política municipal madrileña ya están teniendo consecuencias muy graves. Lo ocurrido con el Edificio España es el mejor ejemplo: en lugar de facilitar la llegada a la capital de un gigantesco grupo empresarial, se le han puesto todas las trabas posibles, y el resultado es que Wanda no se instalará en la ciudad y se perderán cientos de millones de euros y miles de puestos de trabajo; y se perderá la ocasión de recuperar una zona degradada.

El neocomunismo populista que representan Carmena y Ahora Madrid tiene consecuencias inmediatas y nefastas, como los madrileños ya están comprobando en sus propias vidas y en su día a día. Sólo llevan siete meses en el poder, así que probablemente lo peor esté por llegar.

Si siete meses de Carmena están causando estragos y la pérdida de miles de empleos, mejor no imaginar lo que podría ser un Gobierno de la Nación en manos de Pablo Iglesias y sus confluencias de extrema izquierda. Lo más lamentable y ominoso es la ceguera voluntaria de buena parte de la sociedad hacia esta formidable amenaza para su bienestar y seguridad.

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