La primera iniciativa parlamentaria de Ciudadanos en este inicio de curso político pretende reforma de la Ley de Gobierno para limitar a ocho años el mandato del jefe del Ejecutivo. Si saliera adelante, Mariano Rajoy no podría concurrir de nuevo a unas elecciones generales, que es, según todos los indicios, el verdadero objetivo de la propuesta del partido de Albert Rivera.
Según la exposición de motivos elaborada por la formación naranja, lo que se pretende con tal modificación es "impedir que una persona se pueda eternizar en el cargo, o [mantenerse en él] durante prolongados periodos de tiempo, con el riesgo de incurrir en arbitrariedad e, incluso, autoritarismo". Ahora bien, Rivera, que lleva once años al frente de Cs, no considera necesario extender esa precaución al funcionamiento de los partidos, ni tiene la menor intención de abandonar la primera línea política en el corto plazo.
Por otro lado, no parece que, en las circunstancias actuales, la limitación de mandatos para el inquilino de la Moncloa sea un asunto trascendental. Además, su aplicación seguramente implicaría cambios importantes en el régimen político sancionado por la Constitución (de corte parlamentario y no presidencialista), que podrían presentar incluso ciertos problemas de orden constitucional, precisamente.
Como medida contra la corrupción política, en fin, lo cierto es que limitar a ocho años la estancia del inquilino de La Moncloa tampoco sería, de ninguna de las maneras, el remedio definitivo.
Sea como fuere, el principal efecto de esta maniobra naranja es que obligará al Partido Popular a pronunciarse sobre una medida que, en última instancia, fue incluida en el acuerdo de investidura. Pero también pone de manifiesto cierta fijación con Rajoy por parte de Ciudadanos, y muy especialmente de Albert Rivera, que trataría así de evitar competir con un político veteranísimo que ha demostrado tener más cuerda de la que se le daba.