
Yo quiero ser monarca progresista
con aires un pelín republicanos.
Begoña y yo seremos soberanos
de un reino, cómo no, federalista.
Un rey algo informal, interclasista,
de esos afables, buenos y cercanos.
Pero sin perdonar los besamanos
ni la portada en Hola (la revista).
Si no he contado mal o me confundo,
me tocaría ser Pedro II,
el Rey Doctor (¡qué apodo! ¡Me lo pido!).
¡Me veo ya en el trono coronado!
(Pero, eso sí, los líos del reinado
los va a llevar Iglesias, mi valido).
