Menú
EDITORIAL

Sánchez quiere seguir siendo el presidente de los golpistas a costa del contribuyente

El presidente que cosechó un estrepitoso fracaso en las urnas quiere desvalijar al contribuyente para que sus indeseables socios de investidura le permitan estar un poco más de tiempo en el Palacio de la Moncloa.

Si se aprueban sin modificaciones sustanciales, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) elaborados por el Gobierno aupado por golpistas, comunistas y proetarras serán los más expansivos de los últimos tiempos y una auténtica carga de profundidad contra la economía nacional.

El doctor Sánchez y su equipo de oportunistas incompetentes han elaborado unos PGE que contemplan un aumento del gasto de más del 5% respecto a 2018, lo que supone un coste adicional para los contribuyentes de 23.000 millones de euros. Semejante expansión, sólo equiparable a la de los Presupuestos del nefasto Plan E de Zapatero, resulta claramente injustificada en un contexto internacional de desaceleración económica y en una España que aún sigue recomponiéndose tras la tremenda crisis que hizo eclosión en 2007-2008. Así las cosas, la única manera de cuadrar las cuentas y no sobrepasar el límite de déficit aprobado por Bruselas pasa por disparatar en el capítulo de ingresos, que el Gobierno ha inflado en casi un 12% con total desvergüenza, amparado en un todavía más irreal crecimiento del 3,8% del PIB para el presente ejercicio.

Pero con ser grave todo lo anterior, que condena a España a tener nuevos problemas derivados del aumento de la ya insufrible presión fiscal y del déficit público, lo es aun más el motivo por el que el presidente con menos respaldo popular de la historia democrática ha pergeñado estas cuentas, que no es otro que el de contentar a sus indeseables socios de investidura, especialmente a los separatistas catalanes, a los que entrega cantidades fabulosas de dinero expoliadas al contribuyente para que puedan seguir adelante con su voladura del orden constitucional.

En efecto, Sánchez entrega a la Cataluña tomada por los golpistas hasta un 70% más de lo que recibió en 2018 para tratar de evitar que los separatistas bloqueen la aprobación de los PGE y aboquen al Ejecutivo a convocar elecciones, es decir, a hacer lo que el falsario presidente del Gobierno se comprometió a hacer en el más breve plazo de tiempo cuando presentó su ominosa moción de censura de la mano de supremacistas, comunistas y proterroristas. Con indigna desfachatez, Sánchez privilegia a la Cataluña institucionalmente desleal en detrimento de comunidades con graves problemas de infraestructuras como Extremadura o Murcia, con sistemas ferroviarios impropios de uno de los países más desarrollados del planeta.

Con estas cuentas públicas, el presidente que cosechó un estrepitoso fracaso en las urnas quiere desvalijar al contribuyente para que sus indeseables socios de investidura le permitan estar un poco más de tiempo en el Palacio de la Moncloa, a donde jamás debió llegar. Para colmo, igual ni arrastrándose de una manera tan vil consigue su objetivo, porque sus socios, además de indeseables, son insaciables y ni mucho menos le han dado el OK.

Así están las cosas. Este es el Sánchez que se atrevió a decirle a su predecesor en un debate electoral: "Usted no es decente".

Temas

En España

    0
    comentarios