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Carmelo Jordá

PP: moderadamente inteligentes

Feijóo necesita tener un equipo de primera y los restos del fracasado sorayismo están muy lejos de serlo.

Feijóo necesita tener un equipo de primera y los restos del fracasado sorayismo están muy lejos de serlo.
Borja Sémper escucha un discurso de Alberto Núñez Feijóo. | EFE

Llevo años apostando por el voto útil, tanto en lo personal como en la minúscula influencia que puedo tener como periodista he tratado de explicar que la democracia, al menos tal y como están las cosas en España, no es tanto cuestión de sentir fervor por una de las opciones políticas que se nos ofrezcan, sino elegir lo menos malo, lo más razonable para evitar algo peor.

Y si siempre he pensado así, o al menos desde hace muchos años, aún estoy más convencido ahora, cuando echar a Sánchez de Moncloa ya no es una cuestión de conveniencia sino que es necesidad vital: en las próximas elecciones nos jugamos mucho más que ser un poco más o un poco menos prósperos, nos jugamos nada más y nada menos que ser.

En resumen, yo no voy a necesitar entusiasmarme con el PP o con Vox para votarles, ninguno de los dos me convence o hace que me sienta representado, pero ese es un lujo que no puedo permitirme ahora, así que aquel que me ofrezca más garantías para que Sánchez, Díaz, Montero –cualquiera de las dos– Junqueras y Otegi abandonen el poder, aquel que piense que maximiza las opciones de la derecha para tener mayoría, contará con mi voto.

Les digo todo esto porque aunque instintivamente me genere cierto rechazo, no estoy convencido de que la moderadísima y centradísima estrategia de Feijóo sea un error. Siempre he pensado lo contrario, siempre he creído que la derecha debía defender con vigor sus ideas, que son mejores que las de la izquierda, y que a partir de ahí podría convencer a una mayoría; pero quizás, ahora que existe Vox, un reparto de papeles entre un partido menos incisivo y otro más rocoso a su derecha funcione, quién sabe. Como les digo, me vale si sirve para echar a Sánchez. Ya veremos luego con quién hay que pelearse sin que estén en juego la democracia y la libertad. Total, si llevamos toda la vida peleándonos con todos.

Lo que me preocupa, por tanto, no es tanto la moderación mojigata de la mayor parte del PP y desde luego la que está exhibiendo la cúpula que está formando Núñez Feijóo, lo que me intranquiliza es la falta de calidad. Nombres como el de Íñigo de la Serna o Borja Sémper, que sin ánimo de ofender no le han empatado nunca a nadie, no me parecen lo que necesita un PP que se va a enfrentar a un Gobierno y un PSOE dispuestos a todo, capaces de cualquier cosa. Ni ellos ni Gamarra, Maroto o González Pons me ofrecen garantía alguna no ya en lo político, es que ni siquiera en lo intelectual. Faltan nombres, faltan cabezas de verdad pensantes, falta calidad, en resumen.

El PP puede ser centrista en su posición, suave en el lenguaje y hasta blandito, siempre que eso funcione, claro, pero lo que no puede ser es moderadamente inteligente, moderadamente capaz, moderadamente hábil. En suma: Feijóo necesita tener un equipo de primera y los restos del fracasado sorayismo están muy lejos de serlo.

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