Menú

Es la hora de la política

No es el momento de cambiar de líder, pero sí de transformar la estrategia y el tono.

No es el momento de cambiar de líder, pero sí de transformar la estrategia y el tono.
Europa Press

Pongamos pie en pared y combatamos el derrotismo político. No hay otra forma de salvar la democracia y, de paso, el pasado, el presente y el futuro de la nación. Escribamos con sinceridad que nada se repite en la política española, excepto la mala fe de algunos de sus analistas y la torpeza de sus líderes políticos. Dejemos de lado, pues, las perversidades de los análisis sectarios y recordemos la principal novedad de los resultados electorales. Ha ganado el PP y han perdido los partidos del gobierno Frankenstein, empezando por el PSOE. En las elecciones de 2019 el PSOE obtuvo 120 escaños y el PP 89, mientras que ahora el PSOE ha obtenido 122 y el PP 136. La cosa está clara: el PSOE sube dos escaños, mientras que el PP ha obtenido 47 escaños más que en 2019. Ahí están las cifras, el resto son zarandajas y alcanzar si no mayorías absolutas, apoyos para gobernar. Aprendamos a movernos en el terreno de las incertidumbres y el pragmatismo antes que en la búsqueda de absolutos. Hágase, pues, política y dejémonos de soñar en absolutos.

El PP debe tomar ya la iniciativa en todo y superar la actitud derrotista de algunos de sus líderes. No es el momento de cambiar de líder, pero sí de transformar la estrategia y el tono. Si alguien creía que esto sería un paseo militar para el PP, entonces no sabía qué era España. Antes que hablar de apoyos o rechazos entre bloques y partidos, ocúpense los ganadores de conformar definitivamente mesogobiernos regionales serios y estables como el de Valencia. En segundo lugar, muestren las líneas maestras de su estrategia no sólo a sus electores sino a toda la nación. Construyan un relato inteligente y preciso para todos los españoles sobre cuáles son las razones para no repetir el principal error de la política española, a saber, que un supuesto gobierno nacional no debe apoyarse en partidos antinacionales. Creen un discurso sensato para no repetir los errores de la legislatura de 2019. Salga, pues, a la palestra pública Feijóo y hable como un líder nacional.

Diga, razone y explique de modo claro y distinto que ha ganado las elecciones y, además, quiere presentarse a la investidura con un proyecto de gobierno serio. No se trata de aparentar serenidad sino de mostrar coherencia con los resultados electorales. Inténtese crear un discurso eficaz sobre la superioridad de la cultura democrática frente a la incultura y el prejuicio que reduce la democracia a una regla aritmética. No basta sumar apoyos si antes no se han construido discursos. Actívense todos los organismos y plataformas que puedan agilizar el proceso de investidura y no cedan en nada a los tacticismos de última hora.

Nadie dé nada por hecho y menos todavía que Sánchez conseguirá la investidura fácilmente. Es la hora, sí, de Feijóo. Sude la camiseta, perdón por el casticismo, y échese a cuestas el país. Es cierto que el formal sistema político español no favorece al que gana limpia y honradamente, pero le da la oportunidad de mostrar su liderazgo intelectual y moral. Ahora o nunca, señor Feijóo, atrévase a plantear una gran coalición, o lo que usted quiera, pero tome, por favor, la iniciativa. Cualquier cosa, sí, antes que el derrotismo de quien no tiene otra solución que repetir elecciones

Temas

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal