Menú
Agapito Maestre

¡Por una Junta Nacional que pare el Golpe de Sánchez!

Falta, en efecto, coordinación, canalización y, en fin, política para detener a los golpistas.

Falta, en efecto, coordinación, canalización y, en fin, política para detener a los golpistas.
Concentración contra la Amnistía en la calle Ferraz de Madrid. | Libertad Digital

Miles de españoles de a pie están ya luchando en la calle, en los ayuntamientos y las comunidades autónomas, en las aulas, en los medios de comunicación, en Europa y otras organizaciones internacionales, en las asociaciones ciudadanas, en todo tipo de clubes y partidos democráticos, etcétera, etcétera, contra el golpe sanchista. Es verdad que la protesta crece y crece, incluso aparecen socialistas decentes dando grititos de pavor, pero, seamos sinceros, esa movilización no crece al ritmo que la canalla sanchista ha impuesto para terminar con el Estado de Derecho, uno de los soportes clave de la democracia. Falta, en efecto, coordinación, canalización y, en fin, política para detener a los golpistas. Ha llegado, pues, el momento de los artistas de la política. De los grandes políticos. Ha llegado la hora de que alguien inteligente e imaginativo dé ritmo, pauta y verso a la movilización popular contra el golpe de Estado. Ha llegado el tiempo de demandar una institución o plataforma genuinamente democrática que se ponga al frente de la todavía escasa movilización ciudadana contra el golpe de Estado perpetrado por los socialistas y y los comunistas. Tengo cien nombres para conformar esa institución y, por supuesto, tengo otras cien formas de crear esa gran plataforma nacional contra el golpismo sanchista, pero no creo que esa sea por ahora mi función ni mi deber intelectual. Simplemente, reitero, la necesidad de que aparezcan esos nombres, junto a los líderes de los partidos políticos de la Oposición, agrupados en torno a una gran plataforma o Junta Democrática que restablezca la democracia del 78.

La historia de España puede enseñarnos mucho sobre la creación de ese tipo de institución, porque siempre que se ha visto sometida por los poderes de algunos de sus "gobiernos", sin duda alguna, felones a este tipo de autogolpes de Estado, nos ha mostrado el poderío de las juntas locales, provinciales, regionales y aún nacionales para enfrentarse a los golpistas y defender la Nación. Apostemos por el surgimiento, más pronto que tarde, de esas Juntas de defensa de la democracia española. Y sigamos levantando acta de lo real. O mejor, seamos realistas: mientras el Estado de Derecho se desangra y la democracia queda reducida a una mera formalidad, el grueso de la población, sí, el populacho, el gentío, el famoso pueblo trabajador y doliente aún no se ha percatado de lo que va esta mala historia de los golpistas del PSOE, del Gobierno de España en funciones, para hacerse con el control total del poder y someter a la ciudadanía a todo tipo de vejaciones y humillaciones. O no se ha percatado o está ya colaborando con las fuerzas represivas de los socialistas, comunistas y secesionistas. Me da igual.

Mas lo decisivo no es la morralla, sino la ciudadanía que está movilizada contra el golpe de Estado en marcha. Mientras esa gente sin corazón y sin inteligencia, una masa gelatinosa que se desplaza siempre a la orden de capataces sin escrúpulos, se entera de verdad de todo lo que significa la ruina total del Estado de Derecho, sabemos un par de cosas importantes: primero, Sánchez no es nada más que la cabeza de todo un entramado bien articulado, con el pretexto de los secesionistas catalanes, para instalar en España una república de corte totalitario. Segundo, la población aguanta y seguirá aguantando en silencio hasta el final, sí, hasta que aparezca una gran organización, una Junta Democrática, con líderes reputados y de confianza, que transformen ese enorme gentío, silencioso y tosco, en ciudadanos de una nación democrática.

De momento, y esto es un signo para la esperanza, nadie digno en este país está resignándose ante el golpe de Estado que están dando los socialistas y los comunistas, fuertemente apoyados por los Estados narco-terroristas y los grandes delincuentes económicos de ámbitos nacionales e internacionales. La ciudadanía más desarrollada de España sabe bien que el pretexto del golpe, de sobra conocido, la secesión de Cataluña, no es lo relevante. Los secesionistas estaban ya reducidos, controlados y huidos de la justicia. No perdamos, por lo tanto, demasiado tiempo hablando de la escoria secesionista. Eso ya no sirve para nada. Hemos de ir a lo fundamental: detengamos a los golpistas socialistas y comunistas, hagámoslo con uñas y dientes y, por favor, con un poco de inteligencia política. Si conocemos bien a los enemigos y sabemos de los límites de los amigos, o sea de las pocas instituciones democráticas que aún no controlan los golpistas, entonces, repito, ha llegado la hora de que algo, una institución creada o por crear, en todo caso creativa, y alguien, un líder o un conjunto de personalidades políticas, sean capaces de coordinar y canalizar la protesta, la movilización ciudadana, contra el golpismo sanchista

Temas

En España

    0
    comentarios