Menú

¿Es posible "condenar a Hamás y reconocer a Palestina al mismo tiempo"? Espóiler: no

A Pedro Sánchez los palestinos, los israelíes, la paz y la justicia le importan lo mismo que a ustedes la cría del gamusino en Qatar.

A Pedro Sánchez los palestinos, los israelíes, la paz y la justicia le importan lo mismo que a ustedes la cría del gamusino en Qatar.
Pedro Sánchez y el primer ministro irlandés Simon Harris, tras reunirse en Dublin. | EFE/EPA/BRYAN MEADE

El presidente Sánchez se ha metido una gira europea para lucir su perfil de líder del tercer mundo; huir de España y del inmenso escándalo que son los negocios de su mujer y cómo todo aquel que le pagaba a Begoña recibía dinero de Pedro; y, según dice, lograr aliados que reconozcan al mismo tiempo que España el Estado Palestino y los unicornios.

Tranquilos, lo de los unicornios es una broma mía, pero puestos a reconocer cosas que no existen creo que sería bastante más poético y encima aprovecharíamos la canción de Pablo Milanés, que hay que reconocer que es muy bonita.

Este viernes la tournée ha pasado por Irlanda, donde el presidente se ha visto con el primer ministro irlandés, Simon Harris, recién llegado al cargo y que me ha parecido que está más verde que la propia Eire, un país maravilloso de gente encantadora pero que, obviamente, no tienen razón en todo, y para muestra un botón.

La rueda de prensa posterior al encuentro ha sido un perfecto ejemplo del buenismo fatal entendido que hay, en el mejor de los casos, detrás de las propuestas de reconocimiento del Estado Palestino. Buenismo, sí, pero también la arrogancia propia de esos políticos que se creen que un papel que firmen ellos puede cambiar el curso de la historia. Y en el caso de Sánchez, por supuesto, una agenda personal en la que los palestinos, los israelíes, la paz y la justicia le importan lo mismo que a ustedes la cría del gamusino en Qatar.

Ha habido dos afirmaciones de la rueda de prensa que me han llamado la atención poderosamente. Ambas las ha pronunciado el premier irlandés, pero Sánchez ha asentido complacido y, de hecho, creo que hasta las ha hecho él mismo en alguna ocasión.

Condenar y reconocer

La primera ha sido que "es posible condenar a Hamás y reconocer a Palestina al mismo tiempo". Pues mire, señor Harris: no lo es. No es posible castigar y premiar a la vez, reprender a los terroristas por llevar a cabo atentados y luego concederles la victoria política que buscan con esos atentados. No son cuestiones independientes y no lo son porque ustedes, señores políticos, las plantean al mismo tiempo: cuando todavía no se ha terminado la guerra que desató el atentado del 7 de octubre y como una medida de presión para una de las partes, la atacada, encima.

Hay dos posibilidades para un pensamiento político tan endeble: se puede ser como Sánchez, que te dé todo absolutamente igual y estés, como decíamos, en tu agenda política personal; o se puede ser un completo ignorante sobre lo que es Hamás, sobre cuáles son sus intenciones y sobre cómo piensa ese tipo de gentuza, que por supuesto van a entender ese reconocimiento como lo que es: una victoria política lograda masacrando inocentes. Espero, por el bien de Irlanda, que el primer ministro Harris sea un ignorante, le daremos el beneficio de la duda ya que sólo lleva unos días en el cargo.

Estar listo, el concepto

La segunda frase digna de análisis ha sido "estamos listos para reconocer el Estado de Palestina". Hombre, estar listos nosotros es bastante sencillo: es una firma en un papel, un documento oficial y una URL en el BOE. Pero la cuestión no es esa, la cuestión es si Palestina está lista para ser reconocida.

Y lo cierto, lo miremos como lo miremos, es que no: no tiene un gobierno que controle todo el territorio que se supone que formaría dicho estado; no tiene unas fronteras reconocidas; no tiene las instituciones necesarias y las que tiene son cualquier cosa menos democráticas; y no tiene, al menos no en el caso de todos los actores políticos de la sociedad palestina, algo que es imprescindible en su caso: la voluntad de reconocer y respetar a su vecino, el Estado de Israel. En resumen, no tiene prácticamente nada, por no tener ni siquiera han tenido, o al menos demostrado hasta ahora, la voluntad real de llegar a convertirse en ese estado.

Lo hemos dicho en alguna ocasión y, me temo, tendremos que seguir diciéndolo: reconocer Palestina como Estado no va a ayudar a los palestinos, no va a acabar con la guerra y no va a acercar más un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos. Muy al contrario: lo aleja, lo pone más difícil y a los que lo hagan –España, Irlanda o quien sea– nos hará perder cualquier posibilidad de tener un papel en el futuro proceso de paz, cosa que ya era difícil porque por desgracia no somos nadie en el concierto internacional, pero no se preocupen, que a este paso todavía seremos menos que nadie.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal