Menú
Enrique Navarro

El ataque de Irán: ¿y ahora qué?

Teherán ha sido el ariete de Beijing y Moscú y ahora se les ha ido de las manos con este absurdo ataque.

Teherán ha sido el ariete de Beijing y Moscú y ahora se les ha ido de las manos con este absurdo ataque.
Israel intercepta el ataque de Irán. | Europa Press

Los fenómenos bélicos, por muy esperados que sean, siempre nos dejan estupefactos cuando finalmente se concretan en un ataque de una nación a otra de la dimensión del ocurrido este fin de semana, con más de trescientos misiles y drones lanzados contra Israel.

Desde la Revolución de 1979, Irán ha sido un enemigo de Occidente y de los países árabes sunitas, y lo ha venido manifestando desde el secuestro de occidentales en la embajada americana que le costó la presidencia a Carter. Han promovido un desarrollo nuclear que solo tiene como objetivo disponer de armas atómicas; han armado a grupos terroristas contra los gobiernos de la región, como Hezbolá que es la pesadilla de la paz en Líbano y en Siria, han apoyado a los hutíes en su bloqueo del Mar Rojo y a Hamas en su despiadado ataque contra inocentes en Israel, mientras se ha conchabado con regímenes corruptos en la región que extienden sustentáculos económicos sobre Europa. Suministran armas a Rusia y reciben capacitación tecnológica para sus perversas armas de China y Corea del Norte. Teherán sido el ariete de Beijing y Moscú y ahora se les ha ido de las manos con este absurdo ataque.

Se trata de un régimen opresor manejado por despiadados radicales que hacen de su retorcida interpretación del Corán un arma para sojuzgar a su pueblo e imponer su régimen de terror al mundo árabe y terminar con Israel, físicamente. No se trata de un análisis sino de una serie de acciones publicitadas y ejecutadas por Teherán durante años.

El ataque de Hamas del pasado 7 de octubre coordinado con acciones terroristas desde Líbano y en Cisjordania, fue orquestado por los generales de la Guardia revolucionaria en Siria, desde donde se lanzan ataques diarios contra la soberanía de un país democrático y occidental. No es un ataque contra los judíos sino contra lo que significa Israel, el demonio de la libertad incrustado en medio del infierno radical islamista, este es el problema porque les deslegitima ante sus oprimidos.

Israel, Francia, Reino Unido y Estados Unidos, los verdaderos defensores de lo que significa Occidente, han venido destruyendo todos los focos terroristas organizados por Wagner en África, e Irán en Oriente Medio, con el objetivo de restaurar la paz y eliminar a los responsables en una guerra contra el terror que lleva ya más de veinte años de lucha. El reciente ataque de Israel contra un edificio del consulado iraní en Damasco, aunque más bien habría que llamarlo el Cuartel General de los terroristas en Siria, porque no se entiende que en un país en guerra Irán necesite a cientos de diplomáticos armados hasta los dientes en un complejo militar defendido con baterías de misiles, fue el falso detonante de esta operación militar. No es un fenómeno aislado usar la inmunidad de las embajadas para atacar a otras naciones. Que dos altos generales iraníes formaran parte de este dispositivo militar contra Israel que fueron eliminados en la operación, demuestra lo acertado y preciso del golpe.

El ataque ha sido un fracaso, gracias a la enorme superioridad de Israel y Estados Unidos, pero no por ello debemos disminuir su gravedad. Irán continuará atacando Israel en los próximos días, y con toda seguridad, alguno de sus misiles impactará sobre su objetivo, es una cuestión de probabilidad. Israel no tiene capacidad para atacar Irán sin la aquiescencia de otros países árabes como Jordania e Irak, aunque no sería de extrañar que una coalición árabe moderada se uniera a Israel en esta acción, pero esto se me antoja todavía muy lejano.

El problema de esta nueva guerra entre gigantes en Oriente Medio son las múltiples aristas de la situación. Irán dispone de una fuerza armada como Hezbolá que tiene entre Siria y Líbano desplegados a unos cien mil hombres rodeando a Israel, más a países como Yemen a los que ha armado con misiles y drones y que continúa sus ataques contra la navegación en la zona

Hamás sigue teniendo capacidad como para provocar atentados terroristas contra intereses judíos en medio mundo, en parte por la incomprensión de gran parte de Occidente ante la dimensión de la ofensiva israelí en Gaza, que a pesar de su rudeza no ha conseguido sus objetivos, lo que demuestra la dimensión de la capacidad bélica y terrorista de Hamás. Y luego viene la cuestión estratégica, ¿qué harán Rusia y China si Israel y Estados Unidos atacan Irán?, lo que ahora mismo es la opción principal.

Mi análisis concluye que en primer lugar, el ataque ha sido el mayor error estratégico del régimen de los ayatolás. Las escasas simpatías que podían tener en Europa se han esfumado, el ataque ha demostrado la debilidad militar iraní; ha sido un ridículo en toda regla enviar drones y anunciarlo en la seguridad de que serían eliminados antes de llegar a sus objetivos. Ha sido una decisión testicular de unas consecuencias impredecibles para el régimen.

El ataque demuestra que Irán es la mayor amenaza a la seguridad en la región y que por tanto es perentorio terminar con el régimen político de Teherán, no hay otra opción, porque esto traerá en consecuencia la pacificación en Siria y en Líbano y la seguridad de Israel y del tráfico marítimo mundial en la zona.

A Rusia le crea un problema añadido, además de quedarse sin el suministro de los drones y misiles iraníes en su guerra contra Ucrania. Estados Unidos ha intervenido en espacios aéreos enemigos para defender a un aliado, ¿no es el momento de tener la misma consideración con nuestro aliado ucraniano?; esta es una opción que Biden pondrá sobre la mesa en las próximas semanas, mientras Trump calla, balbucea y se defiende en un juicio de las acusaciones de soborno a una actriz porno, mientras promociona la Biblia para recaudar fondos. A China, tampoco le beneficia que su aliado quede en ridículo y que pueda desaparecer y dañar toda su política agresiva en África y en Oriente Medio. La respuesta de Israel y Estados Unidos contra Irán será también una llamada de atención sobre lo que China puede esperar de Occidente si ataca a Taiwán.

Cuando Europa se embarcaba en una corriente de simpatía hacia el reconocimiento del estado palestino, justo en el peor momento para hacerlo, legitimando la acción terrorista para conseguir objetivos políticos, este ataque demuestra que Irán no quiere a los palestinos, sino que solo le interesan como parte de su estrategia para sus objetivos.

Israel tiene ahora la legitimidad para terminar de forma expeditiva con Hamas y con Hezbolá, que serán los pasos inmediatos. Este ataque, asimismo, reforzará la cercanía entre los países árabes moderados, especialmente Arabia Saudita, con Israel que había quedado resquebrajada en los últimos meses, lo que es una pésima noticia para el islamismo radical.

En las próximas semanas debemos esperar un recrudecimiento de los combates en Líbano y Siria y continuarán los ataques iraníes o de sus sucursales sobre intereses israelíes en la zona y posiblemente en Occidente, este será el escenario de tensión de los próximos meses.

También debemos esperar de Estados Unidos un ataque preventivo contra las instalaciones nucleares iraníes. La comunidad occidental no puede dejar la más mínima opción a Teherán de dotarse de armamento nuclear, porque si lo tiene lo usará contra Israel, no hay ninguna duda. Vendrán meses de tensión, el petróleo se disparará y sin duda tendrá consecuencias económicas a corto plazo, pero este ataque es sobre todo una gran oportunidad para dar una respuesta contundente contra la principal amenaza a la seguridad en Oriente Medio que es el régimen de terror de Irán, el pueblo iraní así lo espera. No podemos dejar pasar esta oportunidad para la seguridad y la estabilidad occidental, no queda otra opción. Alimentar la distensión ahora es la principal ayuda que requieren los ayatolás y no se la podemos otorgar.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios