
Ni perdón, ni arrepentimiento, ¡victoria! Con soberbia y la arrogancia de los mediocres.
Es la conclusión de una amnistía vendida a todos los españoles como elixir de la convivencia en Cataluña, y recibida por el independentismo como atajo a la secesión.
Lo dijo todo la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras: "Hoy es un día histórico. Hoy no se perdona, hoy se gana. Se gana una batalla del conflicto que hace siglos existe entre las dos naciones, la nación catalana y la nación española. Esta ley no es perdón, ni es clemencia, ¡es victoria! […] Esta ley no es de pacificación, como algunos pretender presentar, es de reparación al independentismo catalán. […] Después de hoy, la lucha continúa. Y estamos más preparados".
Su compañero de ERC, Gabriel Rufián, lo subrayaba poco después, pero con más sadismo: "Hoy es un día de victoria, pero también es un día de derrota, porque estamos ante la primera derrota del Régimen del 78".
Dos imberbes históricos, herederos de ese abrazo entre hermanos que selló el Régimen del 78 y les dio libertad, sanidad universal, educación pública y paz, consideran su victoria la derrota del Estado de derecho que nos hemos dado con la Constitución del 78. Necios e ignorante a partes iguales. Ni siquiera respetan la memoria de sus mayores que decidieron poner fin a la tragedia para que su generación y las venideras pudieran disfrutar de un futuro mejor. En palabras sabias de un testigo de aquellos días de luz: "El tránsito a la democracia se hizo posible cuando los hijos de los vencedores de la guerra comprendieron que la convivencia valía más que su victoria y los hijos de los perdedores aceptaron que la libertad valía más que su revancha". (Por el Cambio. Ignacio Varela. Págs. 25-26. Deusto).
El guiñol de Carles Puigdemont en el Congreso se regodearía aún más en la humillación, dejando en evidencia la impostura de Pedro Sánchez: "Hoy se aprueba una ley de amnistía porque la hemos forzado" […] "Nos dijeron que no se podía hablar en catalán en sede parlamentaria, y lo hablamos porque lo hemos forzado" […] Nos dijeron que no se podía hacer una comisión de investigación de los atentados terroristas de Tarragona de 2017, y se ha conseguido; porque lo hemos forzado. Han amenazado, perseguido y demonizado a Carles Puigdemont, han dicho que no se podía negociar con él, y hoy le necesitan; hay negociaciones porque lo hemos forzado". Y si el recochineo necesitara subrayarse, Miriam Nogueras volvió a recordar la amnistía: "Nos dijeron que no habría amnistía, y hoy tenemos amnistía; porque lo hemos forzado. Y nos dicen que nunca habrá independencia, y hoy tenemos más claro que nunca, que es de ustedes de quien menos depende. Depende del Pueblo de Cataluña".
Quizás la frase más cruel para el cuento de Pedro Sánchez: "es de ustedes de quién menos depende la independencia de Cataluña". No era una afirmación al Congreso de los Diputados, ni al gobierno de la nación, ni siquiera a Pedro Sánchez, era un grito de victoria al nacionalismo catalán. O por decirlo más explícito, estaba arengando al alicaído movimiento independentista con hechos irrefutables: si persistís, podemos doblegar al Estado Español, obligarlo, "forzarlo" a claudicar ante la nación Catalana. Aquí, hoy, en el Congreso de los Diputados, tenéis la prueba, si persistimos, forzaremos al Estado a rendirse.
Y la bancada del PSOE en Babia. Sólo el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, se percató de la transcendencia de la traición de Sánchez: "Efectivamente señora Nogueras, hoy es el día de su victoria; el 1,6% de los españoles le ha ganado al resto. ¿Sabe por qué? Por la ambición de un solo hombre".
CODA: Hay algo saludable en la venganza catalanista: España entera empezará a conocer la calaña moral del catalanismo. En Cataluña la conocemos bien, la sufrimos a diario. Es paradójico que digan que aspiran a la libertad, cuando sólo es aspiración a la impunidad que necesitan para hacer legal el apartheid lingüístico y la hispanofobia que sufrimos en Cataluña todos los que queremos seguir hablando castellano y nos resistimos a dejar de ser españoles.
Es un día muy triste… pero el Estado de derecho aún cuenta con separación de poderes. El Tribunal Supremo tiene la palabra. Y la Unión Europea. Incluso puede que la pájara electoral que sufre buena parte de la ciudadanía, llegue a su fin harta de tanta impunidad. En las Europeas nos veremos. Frente a la izquierda plurinacional que nos desprecia y maltrata, irrumpirá por vez primera Izquierda española.
