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El autocratizador que autocratiza, buen autocratizador será

¿De dónde saca los datos Sánchez? Consideré que era un servicio de interés público para con los lectores y me puse a indagar.

¿De dónde saca los datos Sánchez? Consideré que era un servicio de interés público para con los lectores y me puse a indagar.
Pedro Sánchez. | Europa Press

Pedro Sánchez carga del hombro derecho. Le delata el cuello de la chaqueta alzado por su izquierda. Para liberarse de la tensión realiza una pequeña rotación de la escapula, una especie de tic que toma carrerilla al ponerse trascendente, momento en el que la experiencia nos advierte de que se dispone a contar una trola. El pasado miércoles 17 se acomodó en el atril del Congreso de los Diputados y cuando iba por los cuarenta minutos de discurso y tenía al personal en su punto de amodorramiento, el tic se activó. Comenzaba la regeneración sanchista. "La envergadura del desafío al que nos estamos enfrentando a escala multilateral… Solo el año pasado, señorías, solo el año pasado hubo 42 países en el mundo, cuatro de ellos europeos, que experimentaron procesos de autocratización". Tras esta afirmación un murmullo recorrió el hemiciclo y Feijóo le miró patidifuso.

Debería haber añadido el presidente que algunos va para un siglo que lo llevan "experimentando" (China, Marruecos, Cuba…). "Autocratización", apunten el nuevo palabro del léxico progresista.

¿En qué consistirá un proceso de esos? Y los más importante ¡Cuatro países europeos están afectados! ¿Han pensado ir de vacaciones a alguno de ellos y desconocen el peligro de verse envueltos en una autocratización repentina? Consideré que era un servicio de interés público para con los lectores y me puse a indagar. ¿De dónde saca los datos Sánchez?

The V-Dem Institute (Variedades de la Democracia) está adscrito al Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Gotemburgo (Suecia). Anualmente elabora el informe Democracy Winning and Losing at the Ballot (La democracia gana y pierde en las urnas). En marzo publicaron lo sucedido en 2023. Este es el documento que utiliza el machaca del gabinete presidencial, con los datos al gusto del orador.

A saber: Austria, Grecia, Portugal, Lituania y Eslovenia no son democracias liberales. Se encuadran en lo que V-Dem denomina "democracias electorales" (que debe ser como un engañabobos donde la gente vota pero el que manda hace lo que le viene en gana. Un poco como sucede aquí) y van a la autocratización de cabeza. Grecia es la que tiene peores síntomas porque le han puesto dos flechas rojas con la punta hacia abajo. Seguro que nuestros vecinos portugueses desconocen que en 2023 pasaron de ser una democracia liberal a una democracia electoral y que a griegos y austriacos les pasó lo mismo hace un par de años. ¿Cuál es la explicación? No la dan, pero todo parece indicar que, en el caso de Portugal, se debe a que la izquierda perdió las elecciones.

Según los autores del informe, a esos cinco países europeos hay que sumarles los veteranos en estas lides: Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Polonia y Rumania, que son un desastre democrático similar a Nepal, Senegal, Mongolia o Gambia. Están todos en el mismo grupo. Por resumir, según los analistas del V-Dem, 10 de los 27 miembros de la UE (el 40%) son democracias de segunda. Un club de sátrapas en ciernes. Sin contar a Hungría, que es una autocracia electoral, como el recientemente reconocido —por Sánchez— Estado Palestino.

Tiene razón el presidente en alarmarse. Afortunadamente en España estamos a salvo de esa deriva. Los comunistas de Sumar y del PCE, los herederos políticos de ETA y los separatistas y xenófobos catalanes aseguran que la nuestra sea una democracia liberal de primera calidad.

El pasado 16 de enero, el BOE publicaba el nombramiento del Director del Departamento de Comunicación Institucional de la Secretaría de Estado de Comunicación. Es un puesto de nueva creación. Diseñado tras la modificación de la estructura de la Presidencia del Gobierno aprobada el 27 de noviembre de 2023. El agraciado se llama José Manuel Nevado Martínez y no es un director "del tres al cuarto". Su cometido es "mejorar la coordinación de los ministerios a la hora de asignar la publicidad institucional". Traducido: controlar a dónde van los 270 millones de euros que Ministerios (138,3M€) y empresas y entes públicos (131,7M€) tienen presupuestados para gastar en 2024.

En su intervención, el presidente del Gobierno se refirió al Reglamento Europeo de Libertad de Medios de Comunicación. Hizo hincapié en algunos artículos: "Las autoridades o entidades públicas harán pública anualmente información sobre su gasto público en publicidad estatal" (art.25.2). Esto ya lo hace, pero se le olvidó añadir que se debe identificar también a quienes reciben las subvenciones y cuál es su importe. De esto el Gobierno no informa.

Igual que olvidó de que las subvenciones se "concederán de conformidad con criterios transparentes, objetivos, proporcionados y no discriminatorios" (art.25.1) Un olvido significativo por cuanto los planes de Moncloa pasan por introducir criterios subjetivos. Carlos Núñez, presidente Ejecutivo de PRISA Media, sugirió algunos: incluir las siglas ESG que evalúan el compromiso con el medio ambiente, el aspecto social y la gobernanza, para dar un sello a los medios comprometidos con la "sostenibilidad democrática" de los que no lo hacen.

Una sociedad libre no necesita medios "sostenibles ESG". Una autocracia los subvenciona. ¡Viva la libertad, carajo!

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