Hoy no me sale criticar al Atlético de Madrid a nivel de juego o intensidad. Hay mucho que mejorar, por supuesto, pero anoche sí creo que el partido fue una desgracia. Era un encuentro de 3-0. Sencillo. Ante un Lille con rotaciones que pensaba más en su derbi ante el Lens que en la Champions. El problema es que en la primera parte generas lo suficiente para sentenciar y no marcas. Sorloth tuvo 4, Giménez de cabeza y una más en la segunda parte de Griezmann. Ni una dentro. Lo de Lisboa se lo ganaron a pulso. Lo del Lille, no. Y encima, aunque esto pasará a un segundo plano porque hoy toca abofetear al Atlético con los ‘hate boys’ de siempre a la cabeza, el robo es antológico con el penalti de chiste que le dio la victoria a los galos.
Soy muy crítico con el equipo cuando toca. Lo fui en mis columnas post Vigo, Lisboa o San Sebastián y también me quejé de lo visto tras ganar este fin de semana al Leganés. Sin embargo, han pasado las horas y no cambio de opinión con esto. Este partido, con un poco más de acierto y sin mala suerte y robo incluido, te lo llevas fácil al zurrón. Enfada el resultado, lógico, pero porque lo veo injusto, no porque se haya merecido. Ni de broma es partido de 1-3. Tampoco de 1-2. E incluso de 1-1. Lo que pasa es que el Atlético se ha abonado a las pesadillas y lo peor de todo es que no le preocupa demasiado.
Lo de anoche en el Atlético-Lille es de película de terror. 1-0 nada más comenzar, tienes 4 claras de 2-0 y te remontan con un chirlo de rebote, un robo a mano armada de penalti y un gol que no se creen ni ellos. 1-3 en un partido de 3-0. Es de chiste. Lo que ocurre es que, aparte de eso, sí creo es que desde hace un tiempo a esta parte hay un ambiente en el vestuario de derrotismo y de miedo a partidos como estos que no es normal. Muy buen rollo en el grupo, pero muy poca rebeldía y enfado ante cosas como la de anoche. Y eso lleva a ser un vestuario resignado y conformista, no ambicioso y con el colmillo afilado.
El Atlético necesita unión, pero también golpes sobre la mesa y de vez en cuando enfados y rabia. Esto no es un club de amigos. Tampoco un balneario de "no sabemos por qué perdemos". Aquí no vale con poner morritos después del choque, resoplar y decir la ristra de excusas que se dicen habitualmente. Me falta mala leche en el vestuario. Se aceptan las derrotas y los desastres y eso no es normal. Se ha normalizado tenerle pánico a la fase de grupos, por ejemplo. El año pasado se logró superar la misma con algo más de holgura, pero se llevan cursos y cursos de ansiedad pura y dura cada vez que suena ese himno. Igual pasa con los partidos fuera de casa. Han interiorizado que salir del Metropolitano es peligroso y no salen de ese bucle. Eso es lo que más me preocupa del Atlético, la resignación. Se han acostumbrado al trauma de la fase de grupos de Champions o los partidos a domicilio. Pierden y "ay, es que algo nos pasa" Ánimos, club de amigos y resignación. No se cabrean, no se dan un par de gritos ni siquiera cuando llega el siguiente partido, aunque sea por callarnos la boca a los periodistas pesados como yo o a sus críticos, dan un golpe sobre la mesa y ganan. No, simplemente se dejan llevar. Ayer con 1-0, de repente, bajaron el ritmo y dieron por hecho que no iba a pasar nada. Zasca. Otro más en el balneario.
Al final, visto lo visto, tienes un vestuario con muy buen rollo, con amigos, pero hay pánico total a soltar verdades, enfadarse y dar golpes en la pizarra. Se auto protegen en la resignación Aplausos, ánimos y poco más. Se han acostumbrado a no dar el nivel y eso es una maldición para un equipo grande. El que juega mal, no sale del bucle. El que falla ocasiones, no sabe salir del gafe. Y así uno detrás de otro. Eso sí, llega el día siguiente y sí, hay muy buen rollo en el vestuario. Además, el Atlético esta tan parcheado en su plantilla que se lesiona Barrios, de solo 19 años, y no puedes quitar a De Paul porque Koke y Gallagher no te sostienen un partido en Champions siendo solo 2 en el medio. Witsel no puede ir ahí porque es central y Llorente, lesionado, tampoco puede salir. Lemar, mejor ni lo nombramos porque es inexplicable que siga en plantilla. En resumen, que tienes a un jugador como De Paul, horrible ayer también, y no lo puedes quitar porque no hay nada más.
¿Cuándo va a parar esto? ¿Cuándo vamos a ver rebeldía dentro de ese vestuario? ¿Cuándo vamos a ver al Cholo Simeone cogiendo de la pechera metafórica a los que no salen de este ambiente de derrotismo? Porque yo ayer no les critico por su rendimiento ya que fue, repito, una tragedia de partido, sin embargo, sí les exijo que rompan este círculo vicioso. Salgan del balneario. Están en la élite. Están en el Atlético de Madrid. Se acabó lo de resoplar y poner morritos después de los partidos. Se acabó el pensar en el Betis o en cualquier otro a domicilio como si fuese un Everest que escalar. Me niego a pensar que esta plantilla no da para más. Ídem con el Cholo. Eso sí, basta ya de ser el balneario del "no sabemos por qué perdemos" porque la resignación no te da puntos.