
Los seres humanos somos, casi, como los catalanes, que también son seres humanos pero más. Me explico. En 1918 el filósofo Francesc Pujols escribió el Concepte general de la ciència catalana (cito la traducción que Arcadi Espada publicó en El Mundo en febrero de 2019): "Cuando se les dé la mano a los catalanes, será como si se tocara la mano de la verdad", y añade: "Porque serán catalanes, todos sus gastos, allá donde vayan, los tendrán pagados".
Aclarado el origen de sus derechos, tienen todos y además van a gastos pagados. ¿Cuál es el de los nuestros, el del resto de los mortales. Los de Carabanchel Bajo o Socuéllamos, por ejemplo? Leo a Juan Pablo II: "La dignidad humana es un valor evangélico que no puede ser despreciado sin grande ofensa al Creador. Esta dignidad es conculcada cuando no son debidamente tenidos en cuenta valores como la libertad… la integridad física y psíquica, el derecho a los bienes esenciales, a la vida". Y leo también a Benedicto XVI: "La dignidad de la persona es un principio fundamental que la fe en Jesucristo… ha defendido desde siempre, sobre todo cuando no se respeta en relación con los sujetos más sencillos e indefensos".
La dignidad es el origen de nuestros derechos. "Todo ser humano, creado por Dios y redimido por Cristo, debe ser reconocido y tratado con respeto y amor, precisamente por su dignidad inalienable". (Declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. 2024).
Europa hunde sus raíces en el cristianismo. Es consustancial a su identidad. Esa "dignidad inalienable", atormentada por los totalitarismos nazi y comunista, fue el cimiento sobre el que Konrad Adenauer, Robert Schuman, Jean Monnet y Alcide De Gasperi edificaron la Unión Europea. Una "cosmovisión de derechas" que atente contra esa dignidad es un constructo gestante de totalitarismos. Sugerir que el Partido Popular se identifique con el discurso de la Fundación Heritage y el trumpismo, es alentar su suicidio. ¿Una mala jugada del subconsciente de quien lo propone?
En Estados Unidos, 7 de los 11 millones de emigrantes no autorizados llevan más de 10 años residiendo en el país. 2,5 millones de ellos desde hace más de 20 años. La mayoría tiene el español como lengua materna. Eran el 5% de la fuerza laboral en 2022. Hacen trabajos por los que se pirran los del American first y aquí los españoles primero. "Personas que recogen nuestras cosechas, limpian nuestros edificios de oficinas… lavan los platos después de comer en los restaurantes y trabajan en los turnos de noche en los hospitales. Puede que no sean ciudadanos o no tengan la documentación adecuada, pero la gran mayoría de los inmigrantes no son delincuentes… Le pido que tenga piedad, señor Presidente, de aquellos en nuestras comunidades cuyos hijos temen que sus padres sean llevados… Que Dios nos conceda la fuerza y el valor para honrar la dignidad de todo ser humano". Marian Budde, la obispa que ofició el servicio religioso en la Catedral Nacional de Washington tras la jura de Trump, le suplicó al presidente: "Le pido que se apiade". No le desafió, salvo que manifestar su sentimiento sea un desafío.
Un dirigente del Partido Popular, el eurodiputado Esteban González Pons, escribió una columna en Las Provincias ("Una obispa así quiero yo"), reconociendo el valor de esa mujer de 65 años "menuda y enjuta". Le han puesto a caldo por la osadía. ¡Cómo se atreve a ejercer la libertad de expresión! Parece que el señor González no es consciente de lo chachi que es la cosmovisión de Trump y está poniendo en peligro las relaciones transatlánticas de su partido. En esto de la cosmovisión de la derecha me asalta una duda. En caso de tenerla, ¿cuál será la de la presidenta Isabel Diaz Ayuso?
A ver si esto nos da una pista: el pasado mes de noviembre se conoció la respuesta de la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid a la pregunta de una diputada de Vox. El Servicio de Salud facilitó el acceso a la asistencia sanitaria pública a 96.223 personas extranjeras en situación irregular en el año 2023. La diputada está bien enseñada y exclamó: "Es indignante. Primero los nuestros". Solo es un ejemplo de la diferencia que hay entre una dirigente política responsable y con principios, y una demagoga con cosmovisión.
Hace unos días, David Alandete, corresponsal de ABC en Washington, informaba de que "sin previo aviso, la Administración Trump ha rescindido el permiso temporal de residencia y trabajo por razones humanitarias del que se han beneficiado 600.000 inmigrantes venezolanos, que sin este serán indocumentados y por tanto, susceptibles de deportación". Después de esto se conocía la decisión del "magnate republicano" de deportar a 30.000 inmigrantes a Guantánamo. Van a empezar por los peores. Todavía les quedan 10.970.000.
Le critican a González Pons por llamarle "ogro naranja" y aquí el eurodiputado no acierta. Le falta creatividad. Vaya en su descargo que el listón de los motes está muy alto. Pero lean ustedes esto: "Trump hizo un discurso de inauguración que deja corto el concepto de populismo… Un discurso ofensivo. Divisivo. Para inteligencias limitadas. Al identitarismo de la izquierda contrapuso más identitarismo. Trump es la degradación de la política. Se dispone a gobernar como un necio pendenciero. Berlusconi era un payaso y un corrupto, pero no festejaba la debilidad de la UE ni planteó la expulsión de los inmigrantes ni promovió un nacionalismo incívico… La derecha comete un grave error al asumir a Trump como uno de los suyos". Lo escribió Cayetana Álvarez de Toledo en sendos artículos en El Mundo, publicados en enero de 2016 y 2017. Es una mujer de sólidas convicciones. No creo que hoy su opinión sea muy distinta.
Ha querido el destino responder al Memorando Presidencial que firmó Trump el 22 de enero, con 67 muertos en un accidente aéreo. En él denuncia que "la Administración Federal de Aviación (FAA) de Biden reclutó y contrató específicamente a personas con discapacidades intelectuales severas, problemas psiquiátricos y parálisis total por sobre otras personas que buscaban trabajar para la FAA". ¿Era el caso de los controladores o del piloto del helicóptero involucrados en el accidente? ¡"Panchitos" ilegales Go home! Americanos primero, siempre que no seas un discapacitado. Es una temeridad alentar el darwinismo social cuando se conmemoran los 80 años de la liberación de Auschwitz-Birkenau.
* "Que se mueran los feos, que no quede ninguno…", cantaban Los Sirex en 1964. Eran otros tiempos y ligaban más que los guapos.