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Itxu Díaz

Por el amor de San Dimas

Han convertido a España en el meme del mundo. Y aún tenemos que soportar a Alegría, Bolaños o Puente dándonos lecciones de decencia en las redes y los medios.

MADRID, 16/06/2025.- El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez en rueda de prensa tras la primera reunión de la Ejecutiva de este partido después de la salida de Santos Cerdán como secretario de Organización a consecuencia del contenido de un informe de la UCO, este lunes en la sede de Ferraz. Sánchez ha asegurado que su partido es una "organización limpia" que nunca va a actuar como el PP en materia de corrupción y, por tanto, "no va a perseguir a denunciantes ni destruir pruebas a martillazos". EFE/ Javier Lizon | EFE

Paren, paren un poco. Relájense. Si hay para todos. Dejen de trincar al menos media hora. Dejen algún artículo del Código Penal sin abrasar. Dejen de tirarse todo lo que se mueve. Dejen algún ridículo para mañana. Y paren un poquito con las máquinas destructoras de documentos, que están sobrecargando la red y aún vamos a tener otro apagón. Que yo comprendo que se termina la juerga y hay que aprovechar, como dijo Rufián, pero lo suyo es ansia viva ya.

Si no lo hacen por recomendación del abogado, al menos háganlo por caridad. En más de veinte años de profesión, nunca he estado tan cansado como ahora. Artículos, editoriales, comentarios en radio o televisión, absolutamente todo hay que reescribirlo o matizarlo seis o siete veces al día. Escribir un tuit es deporte de riesgo. Opinar en el bar sin un casco en el oído con la radio es una temeridad. Que ya hay más "urgentes" por minuto que en un país en guerra. Esto no hay quién lo aguante. Que yo me hice periodista para trabajar poco, o incluso nada, como esos ministros de los que nadie sabe su nombre, y llevamos una temporada que estoy currando más que el piloto del Falcon.

Pero si es que no puedo ir ni a hacer pis, por el amor de San Dimas, patrón de presos y ladrones. Un descuido y aparece otro tipo del que nunca habías oído hablar, cosiendo a mordidas los dineros públicos en cualquier lugar. Que no me extraña que esté despegando el lujo en España, que lo está comprando todo el PSOE de Sánchez, que ya solo con los regalos de cumpleaños a amigas y sobrinas se va un pellizco, pero luego los viajes a Dominicana no se pagan solos, por no hablar de los mariscos, simpático animal del que ahora hemos descubierto otra propiedad: la de callar a los sindicalistas en medio de una oleada de robos a los trabajadores y a las clases medias, que son los que Hacienda expolia cada mes, para Sanidad, Educación, y lo que surja. Pero sobre todo para lo que surja.

Dicen que Illa se ha pasado el día reunido con Sánchez en secreto. Yo creo que lo ha llamado porque tiene cara de enterrador. Desde el primer día que lo vi pensé "este tipo trabaja en una funeraria". O, conociendo la infinita vanidad del presidente, quizá lo ha llamado porque tiene peor aspecto que él, que lo vi en una intervención parlamentaria en Cataluña el otro día, y más que el de la funeraria parecía el muerto. No es para menos. Ser socialista hoy es más fácil que mañana pero más difícil que ayer. Y el narciso monclovita está dispuesto a esperar hasta hundir el partido para siempre. Me molesta admitir que al final tendremos algo que agradecerle.

La pirueta de los dos garbanzos negros fue audaz, en el país de la opinión pública narcotizada. El problema es que duró tres minutos. Con decenas de garbanzos negros por todas partes resulta sencillamente imposible que nadie de esa ejemplar organización socialista se haya enterado antes. Los hay, claro. Por todas partes. Y han callado. Y la calle ya lo sabe. Y por eso no quedará piedra sobre piedra allá donde figure el logotipo del PSOE. Porque se lo han buscado con empeño.

Pero yo sigo clamando por un poco de paz. Quiero ir a la playa. Tomar el sol. Brindar con unos mojitos al caer la tarde con los amigos. Terminar vociferando cánticos regionales e insultos al Gobierno. Una noche en blanco. Lo normal en esta época. Lo que pide cualquier español. Y no hay manera. Venga a trabajar por culpa de los Golfos Apandadores. Y si no es fácil tampoco relatar lo que ocurre a los de fuera de España, no te cuento el trance de explicarle anteayer al editor de una prestigiosa revista conservadora de los Estados Unidos, que el disco duro clave de la investigación lo encontraron en casa del que era la mano derecha del presidente, en las bragas de la mujer de vida alegre que lo acompañaba en el momento del registro policial. De alguna manera tenía que resumirlo y traducirlo, sin resultar demasiado explícito. Conservo su mensaje de respuesta, así, en mayúsculas: "¿EN LAS BRAGAS?".

Han convertido a España en el meme del mundo. Y aún tenemos que soportar a Alegría, Bolaños o Puente dándonos lecciones de decencia en las redes y los medios. Como si nada. Pronto aprendieron de su amo y su rostro a prueba de impacto nuclear. Y a mi ya me da igual. Solo quiero no tener que reescribir este artículo como me ha ocurrido con todos los demás esta semana. Dejen de trincar un poquito, dejen de confesar delitos mientras les graban, siéntense serenos en casa intentando no sisarle la cartera al cuñado o a la señora de la limpieza al menos durante unas horas, y respeten el descanso de los periodistas. Do not disturb.

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