Ya a raíz del histórico y bochornoso apagón eléctrico del pasado 28 de abril y del no menos tercermundista caos ferroviario que sufrió España a comienzos del pasado mes de mayo, advertimos que la pésima gestión del Ejecutivo de Sánchez no debía dejar en segundo plano la corrupción del Ejecutivo, que en aquellos días protagonizaba el hermano y la esposa del presidente del gobierno. Este miércoles, sin embargo, hemos de advertir de lo contrario; a saber, que noticias tan graves y denunciables como el ingreso en prisión del hasta ahora mano derecha de Sánchez, Santos Cerdán, o la aun más grave noticia revelada por José Luis Ábalos según la cual el propio presidente del gobierno podría haber incurrido en un delito de revelación de secretos al chivarle en 2023 que Koldo García estaba siendo investigado por la UCO, tampoco debería tapar los intolerables errores de gestión del Ejecutivo que han provocado esta semana un nuevo parón ferroviario en la línea del Ave y un monumental caos en el aeropuerto de Barajas.
Empezando por la avería de este lunes en la línea de Alta Velocidad Madrid-Andalucía que, además de provocar retrasos en muchos trenes y afectar a más de 15.000 pasajeros, dejó varados dos convoyes en el lugar del incidente durante más de 14 horas, el silencio clamoroso del ministro de Transporte, Óscar Puente ha sido relevado por unas indecentes declaraciones oficiosas de la María Jesús Montero en las que ha vuelto a lanzar la idea del sabotaje y a señalar, como en anteriores crisis, a operadores privados como Oigo.
Sin embargo, y como tajantemente han desmentido fuentes de esta compañía, sus trenes no provocaron la incidencia, son ellos -y no Renfe- los que realizan el mantenimiento de sus trenes, y es Adif -no Renfe ni ningún operador privado- la empresa pública que tiene el deber de ejercer y coordinar los medios de socorro de los trenes en caso de indisponibilidad de la Red. Claro que esta bochornosa renuencia a asumir responsabilidades por parte de Montero ha sido superada por Óscar Puente, quien ha tenido la desfachatez de romper su silencio para criticar a…Alberto Nuñez Feijóo.
Otro tanto se podría decir de la incompetencia del Gobierno en el caos sufrido en el aeropuerto de Barajas donde miles de pasajeros han quedado atrapados este miércoles en colas interminables y han perdido múltiples vuelos internacionales. La única explicación que han dado desde el Ejecutivo ante esta imagen tercermundista, especialmente dañina para un país tan vinculado al turismo como España, ha sido la proveniente de "fuentes del ministerio del Interior" que se han limitado a afirmar que la caótica situación se debía a "un problema informático puntual"…
Así las cosas, mucho se podrá hablar del deterioro físico del presidente del gobierno en sólo dos años. Pero ese deterioro no es nada comparado con el que el que está sufriendo la imagen de nuestro país por culpa de la mala gestión y de la corrupción del gobierno. Y Sánchez no dimite ni por una cosa ni por la otra.

