El socialismo asimétrico del PSC

¿Resultaría socialmente justo y políticamente progresista que los ricos madrileños tuviesen que pagar menos impuestos que los otros ricos del resto de España solo por el hecho de ser eso, madrileños? La respuesta correcta a esa pregunta es: depende. ¿Y de qué depende? Bueno, depende de lo que opinen sobre el asunto los catalanes. Pues ocurre, como resulta bien sabido desde muy antiguo, que cualquier cosa que hagan o digan los catalanes siempre deviene, y por definición, progresista. Así funcionan las cosas en este ruidoso rincón periférico de Eurasia: la democracia es propiedad de la izquierda, España es propiedad de la derecha, y las patentes de progresismo las expiden en monopolio exclusivo los catalanes.

Nadie se extrañe, pues, de que eso mismo que en otro caso provocaría un escándalo moral incontenible y encendidas acusaciones de neoliberalismo salvaje, insolidario y clasista, tratándose de un privilegio fiscal sólo aplicable a Cataluña se transmute en manso y satisfecho ronroneo por parte de la izquierda biempensante con mando en plaza. Los tigres más feroces del socialismo ibérico devienen dulces gatitos domésticos cuando se trata de tener contentos a los señoritos de Barcelona que no quieren verse tratados por Hacienda como vulgares andaluces o murcianos. Hasta ahí podríamos llegar.

¿Qué diría un socialista de, pongamos por caso Oviedo, si se dijera que Ana Patricia Botín posee el derecho a recibir más ayudas públicas y subvenciones a fondo perdido que el resto de los españoles dado que también paga más impuestos que el resto de los españoles? Diría que semejante argumento constituye una soberana idiotez. Pues el objetivo de la fiscalidad no consiste - habría añadido- en compensar a Ana Patricia Botin a fin de que vea inalterada su posición personal en la distribución colectiva de la riqueza. Bien, pues justo eso lo que el Gobierno que presume de estar más a la izquierda en toda la historia de España se propone llevar a cabo ahora con Cataluña. Y la izquierda, toda ella, aplaudiendo con las orejas. Y ojo, que es el PSC, no la famosa burguesía local, quien postula esa basura.