Illa, la marca blanca del nacionalismo
Es muy pesado recordar evidencias, pero desde Cataluña hace ya más de 40 años que venimos denunciando al PSC como caballo de Troya del nacionalismo.
¡Jo con el catequista!, no ha perdido ni un minuto en introducir más de un centenar de funcionarios de la "nueva" Agencia Tributaria Catalana que aún no ha sido creada ni aprobada por el Congreso, sólo pactada con ERC bajo el eufemismo de "financiación singular". Vamos, resumiendo el pelotazo, una quita de la deuda catalana de 17.000 millones de euros, de los casi 90.000 que tiene la Generalitat derrochados en los últimos años para cuestiones identitarias, más la promesa de recaudar el 100% fiscal de Cataluña, que pasará de 5.000 millones de traspasos ya hechos entre tributos propios y transferidos, a casi 30.000 millones de euros. O sea, la totalidad de los impuestos que hoy recauda la Hacienda del Estado. Que se aten los machos los sospechosos en Cataluña de no tener sangre azul catalanista. Dejarán a Montoro como a un monaguillo.
Y no contento con disponer de nuevas plazas de funcionarios para una futura Hacienda Catalana, ya ha dispuesto crear una nueva sede y modificar el régimen jurídico para hacerla efectiva… mente nacionalista. En román paladino, quedarse con todos los impuestos, para después devolver las migajas que consideren a bien otorgar como dueños de la masía.
Los hechos dejarán la huella nacionalista de Salvador Illa . Como la han dejado todos sus predecesores del PSC desde hace 48 años. O sea, desde su nacimiento. Quién a estas alturas siga enredado en eso de si son galgos o podencos, tienen mala fe o no se enteran de nada.
Miren, es muy pesado recordar evidencias, pero desde Cataluña hace ya más de 40 años que venimos denunciando al PSC como caballo de Troya del nacionalismo. Y aun así, la caballería de la "conllevanza" de Ortega y Gasset logra pasar todos los controles averiados de la meseta madrileña. La aburrida "conllevanza" de Ortega i Gasset empieza a ser indigesta. Y como las nuevas generaciones ni se enteran ni se quieren enterar de los hechos históricos que nos precedieron, recupero esta advertencia escrita bajo el nombre de "El fraude histórico del PSC (I) y (II) que llegó a cuajar en libro bajo el mismo título, donde advertíamos desde Cataluña que el PSC era un fraude nacionalista. Recordemos un extracto sobre el primer secretario general del PSC, Joan Reventós en 1980, para certificar que el PSC desde su fundación ha sido la marca blanca del nacionalismo. Siempre un paso detrás del nacionalismo, pero jamás sin él.
Retrocedamos al origen del PSC, a finales de los años 70. Allí encontraremos el origen oculto y ocultado de una estrategia nacionalista cuyo interés fue poner los fines nacionalistas por encima de la ideología socialista [*].
Cuenta Oriol Bohigas, en Entusiasmos compartidos y batallas sin cuartel, que en 1977 el que llegaría a ser líder del PSC, Joan Reventós, presidente en esos momentos de Convergencia Socialista de Cataluña, le advirtió (así como a Josep Maria Castellet) del "peligro de un triunfo en solitario del PSOE". Por entonces, la Federación Catalana del PSOE, dirigida por Josep M. Triginer, tenía gran implantación social, pero no era nacionalista, mientras el Reagrupament, dirigido por Josep Pallach, era nacionalista pero sin implantación social. Ante ese panorama, Joan Reventós advierte a sus dos amigos de que la única salida era aliarse con el PSOE.
"Esta situación tenía una doble ventaja: se aseguraban los votos populares propios del partido de González y se garantizaba el catalanismo gracias a Convergencia. Lo que no dijo Reventós, o no recoge Bohigas en sus memorias, es que los catalanistas irían a la cúpula mientras el PSOE ponía el cuerpo militante y electoral. Así se tendría una izquierda 'propia', una lengua 'propia', una cultura 'propia'" (C. A. de los Ríos, La izquierda y la nación, Planeta, 1999).
Muchos años después, con motivo de la presentación de sus memorias de embajador, el líder socialista Joan Reventós se responsabilizaba de la hegemonía del nacionalismo:
"Yo rechacé el pacto con Pujol porque los socialistas nos hubiéramos partido en dos mitades. Y preferí la hegemonía de Pujol a que en Cataluña se instaurara con fuerza una opción lerroxista".
De aquellos polvos, estos lodos. Este tocomocho de Joan Reventós fue el primero, no el último. Pascual Maragall (2003/2006) inició el caos de la reforma del Estatuto de 2006 y nada hizo contra el 3%; José Montilla (2006/2010) acabó cuestionando la Constitución, y declarando este pensamiento sublime a propósito de la sentencia en 2010 del TC sobre el Estatuto: Ningún tribunal puede juzgar los sentimientos de Cataluña. Ahora Salvador Illa ha sellado la discriminación lingüística de los hispanohablantes en la escuela y en el resto de instituciones de Cataluña, y asumiendo la desigualdad entre comunidades como un nuevo rico, poniendo por encima de la ciudadanía política el privilegio económico de los territorios. Vamos, el catecismo nacionalista al completo. ¡Y después se quejan de la desafección política de la ciudadanía!
RECOMENDACIÓN: Más allá del fraude histórico del PSC, les recomiendo un libro extraordinario sobre las consecuencias del Cupo catalán, recién salido del horno: "LA FACTURA DEL CUPO CATALÁN: PRIVILEGIOS TERRITORIALES FRENTE A CIUDADANÍA", de Jesús Fernández Villaverde y Francisco de la Torre. Editorial Esfera de los libros S.L. 2025. En él disponen de datos, estadísticas, comparativas y consecuencias. Imprescindible para hablar con criterio. En este enlace tienen un vídeo muy pedagógico de su presentación.
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