La policía estalla contra Sánchez y Marlaska por defender a los violentos
Los representantes policiales han denunciado que las órdenes políticas favorecieron a los radicales propalestinos y dejaron abandonados a los agentes en plena calle.
Las protestas antisemitas que han tenido lugar durante la Vuelta Ciclista a España culminaron en el caos de la última etapa, que tuvo que ser suspendida por la violencia con la que grupos ultraizquierdistas organizados se enfrentaron a la policía.
Los ataques a los ciclistas y organizadores de La Vuelta han sido recurrentes a lo largo de la competición, espoleados por las agresiones verbales del Gobierno y sus medios afines contra el Estado de Israel en relación con la operación militar que está desarrollando contra el grupo terrorista que controla la Franja de Gaza. El propio presidente del Ejecutivo socialcomunista animó a los violentos, mostrándoles su apoyo y el orgullo que le merecen sus intentos de boicot, un hecho sin parangón en cualquier país avanzado que deja, una vez más, el prestigio internacional de España por los suelos.
Tras la vergüenza provocada por las imágenes de las invasiones de calzada y las agresiones que han puesto en riesgo la vida de los corredores, el Gobierno sigue mostrando su apoyo a los radicales, asegurando que se trata de manifestaciones pacíficas perfectamente legítimas. Hasta el ministro del Interior, el inefable Grande Marlaska, que por el cargo que desempeña conoce sobradamente el caos vivido a lo largo de la competición, salió ayer a defender el relato sanchista afirmando que las protestas se habían llevado a cabo de manera cívica. A continuación, explicó que 22 policías resultaron heridos por los ataques de los manifestantes, una burda contradicción en un ministro que hace ya tiempo enterró en el fango su prestigio político.
Los hechos ocurridos en la última etapa de la Vuelta han sido de tal gravedad que todos los sindicatos policiales, sin excepción, han arremetido contra Sánchez, su ministro de Interior y el delegado del Gobierno en Madrid, responsables directos de alimentar un clima violento contra los corredores israelíes y de poner en riesgo a las familias que acudieron a vivir en directo el final de la carrera en la capital de España.
Los representantes policiales han denunciado que las órdenes políticas favorecieron a los radicales propalestinos y dejaron abandonados a los agentes en plena calle. Y es que, el operativo de seguridad de la etapa final de la Vuelta fue decidido por intereses políticos y no por criterios técnicos, todo ello a fin de no incomodar a los fanáticos que iban a ocasionar los disturbios, aunque eso significara sacrificar la seguridad de agentes y ciudadanos.
El resultado fue una oleada de ataques contra la policía y la imagen de familias enteras huyendo de la batalla campal desatada por agitadores antijudíos, todo ello con el aplauso de la izquierda y el apoyo del presidente del Gobierno, cuya obsesión antijudía es ya un problema de seguridad ciudadana de primera magnitud.
Lo más popular
-
Woody Allen, para desesperación de la izquierda: "Madrid es una ciudad que siempre me ha encantado" -
La Audiencia de Madrid avala diligencias que acorralan a Begoña Gómez -
Bronca monumental en la Asamblea y acusaciones de "violencia política": "Verles enfadados me pone" -
Maduro en jaque: el Pollo Carvajal tira de la manta ante Trump y detalla las prácticas criminales del chavismo -
Vídeo: Febrero, fecha clave para el fin de Sánchez
Ver los comentarios Ocultar los comentarios