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Pablo Planas

Del río al mar, el 7-O y Eurovisión

Ahora el problema es Eurovisión. La participación de Israel en Eurovisión. Se va a enterar Netanyahu. Confirmado. Nos toman por imbéciles

Irene Montero y Ione Belarra, en las protestas antisemitas de este domingo. | EFE

Pedro Sánchez ha desatado una campaña antisemita que ha degenerado ya en episodios de violencia como las algaradas de la etapa final de la Vuelta y en señalamientos de comercios a cuyos propietarios se acusa de sionistas. Acaba de ocurrir en una librería catalana y ya sucedió a finales de octubre de 2023 con un hotel en Barcelona. Habían pasado pocos días de la masacre contra los judíos perpetrada por Hamás el 7 de Octubre de hace dos años y ya estaba en marcha la izquierda antijudía.

La izquierda que está lanzado sus jaurías a las calles enarbolando banderas palestinas oculta deliberadamente la causa de la respuesta del Gobierno de Israel, aquel ataque de los terroristas de Hamas en el que asesinaron a 1.300 personas, secuestraron a trescientas, violaron y torturaron a cientos de mujeres y las exhibieron agonizantes, con los cuerpos rotos y los pantalones manchados de sangre como prueba de que habían sido ferozmente vejadas y forzadas por manadas de altivos terroristas de credo musulmán. ¿Y los niños? Los bebés de esas mujeres fueron asesinados a sangre fría. Algunos por procedimientos tan demoníacos como asarlos vivos en hornos domésticos.

Las imágenes de una joven descoyuntada en el volquete de un camión lleno de terroristas o la de otra mujer trasladada por los terroristas de un coche a otro con el pantalón lleno de sangre son estampas más elocuentes que las de la propaganda palestina. Y lo son porque esas imágenes fueron difundidas por los propios terroristas, orgullosos de haber perpetrado la mayor matanza de judíos desde la Segunda Guerra Mundial. Ocurre que ahora esas fotos están "canceladas".

Bien, pues todo eso queda reducido como mucho a un "ataque" palestino en la hedionda retórica de Pedro Sánchez y sus voceros. Un ataque que, claro está, no justifica la pretensión de no dejar piedra sobre piedra en la ciudad de Gaza hasta acabar con todas las infraestructuras y escondrijos de los terroristas. Quienes tanto se escandalizan por las atrocidades israelíes eluden que el eslogan palestino "desde el río hasta el mar" es un eufemismo de la destrucción total del Estado de Israel y la eliminación física de todos sus ciudadanos. Israel replica con la ley del Talión porque está en juego su misma supervivencia.

Por otra parte, esta izquierda tan sensible al sufrimiento del pueblo palestino se ha olvidado por completo del pueblo saharaui que Sánchez ha entregado al rey de Marruecos. Tampoco sabe nada de lo que está pasando el pueblo cubano. O de lo que les ocurre a los venezolanos. Palestina es lo que toca en la agenda política, la causa del mes. Creíamos haberlo visto todo con la flotilla de Colau y Greta Thunberg hasta que salió Javier Bardem con la kufiya y el puñito izquierdo apretado.

Son unos fenómenos cabalgando contradicciones. Agentes de Irán, amigos de Hamás, tontas útiles del islamismo que las ahorcaría por llevar el cabello al descubierto. Pero aquí y ahora el problema es Eurovisión. La participación de Israel en Eurovisión. Se va a enterar Netanyahu. Confirmado. Nos toman por imbéciles. Pero ojo con el presidente de RTVE, José Pablo López, el Cerilla. Después de convertir la televisión pública en un auténtico estercolero ha decidido abandonar el concurso si participa Israel. López apunta alto. En la larga dictadura que nos espera acabará de ministro de cualquier cosa.

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