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EDITORIAL

Un funeral para enterrar a Mazón

Que Mazón aparezca como culpable es el fruto de una de las más arteras y exitosas campañas de propaganda orquestadas por el PSOE en toda su historia

Tal y como era previsible, el funeral de Estado por las víctimas de la Dana, celebrado este miércoles en Valencia coincidiendo con el primer aniversario de la riada, se ha convertido, en gran medida, en un aquelarre dirigido por la izquierda contra el PP, en general, y el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, muy en particular.

Aunque el Rey haya pedido "rigor y seriedad" para analizar lo ocurrido y evitar que se repita la tragedia, lo cierto es que la tensión de los asistentes se ha concentrado contra la persona del presidente de la Generalidad a quien muchos de los asistentes han insultado y pedido su dimisión, tanto antes como después del acto institucional hasta el punto de que Mazón ha decidido no asistir al encuentro de los Reyes y Sánchez con las víctimas.

Que el funeral por las víctimas de la Dana se haya convertido en una maniobra para desbancar a Mazón y culparle de lo ocurrido es, sin lugar a dudas, el resultado de una de las más arteras y exitosas campañas de propaganda orquestadas por el PSOE en toda la historia de la democracia. Porque lo cierto es que las competencias, tanto para evitar tan gran número de victimas por una riada -política de trasvases, limpieza y Confederación hídrica- como para socorrer a los supervivientes y brindar ayuda económica para la reconstrucción -Ejercito y fondos del Estado- son ambas competencias de la administración central. En este sentido, ni una sola víctima mortal se hubiera podido salvar ni ningún superviviente socorrer antes de hora, si Mazón, en lugar de llegar al Cecopi (Centro de Coordinación Operativa Integrado) a las 20,28 h de la tarde, lo hubiera hecho a las 19,30, a las 18, 30 o incluso hubiera desayunado, comido y cenado en el Cecopi el día de autos.

Pero la propaganda de izquierdas y la necedad de muchos que no lo son han logrado que la comida que el 29 de octubre Mazón tuvo en el Restaurante de El Ventorro con la periodista Maribel Vilaplana sea la gran culpable de lo ocurrido, a pesar de que si esa comida tuviese algo de inconfesable lo tendría con absoluta independencia de que Carlos Mazón la hubiera mantenido cualquier otro día.

Lo anterior no significa, sin embargo, que Mazón no sea culpable de haber contribuido estúpida, suicida y decisivamente a esa propaganda política del PSOE que trataba de hacer al gobierno valenciano culpable de la hecatombe. Y es que Mazón, ante la magnitud de la tragedia, no hizo ninguna comparecencia para reclamar públicamente a Sánchez -cosa que debió hacer hasta en términos de súplica- ayuda y la proclamación del Estado de Emergencia Nacional -tal y como sí reclamó el presidente nacional de su partido, Feijóo- Eso, hubiera permitido a Mazón, días después, volver a comparecer públicamente y acusar a Sánchez de no haber atendido su súplica. Pero Mazón no hizo ni una cosa ni otra, sino una indebida asunción de responsabilidades que permitiría a Sánchez, días después, decir aquello de "si quieren ayuda que la pidan". Qué malvado es, ciertamente, Sánchez por haber condicionado la ayuda; pero qué necio Mazón por no haberla solicitado en esos días decisivos y no saber que la política es también comunicación y relato.

Con todo, este miércoles Sánchez ha vuelto a dar muestras de utilización política de la tragedia: Si el 29 de octubre de 2024 el PSOE aprovechó la jornada de luto para aprobar de tapadillo el bochornoso decreto con el que lograron hacerse con el absoluto control de RTVE a pesar de que tenían un mes para poder convalidarlo, este miércoles 29 de octubre ha aprovechado el aniversario de la riada para no responder una sola pregunta del líder de la oposición en la sesión de control al gobierno.

El caso es que ningún cargo del Gobierno ha dimitido, empezando por la entonces ministra de Transición Ecológica, la incompetente Teresa Rivera de quien dependían tanto la AEMET como la Confederación Hidrográfica del Júcar, quien no sólo no dimitió sino que fue premiada como comisaria europea de Competencia. Y lo cierto es que doce meses después de la tragedia y de los 237 muertos que ocasionó, son cero las medidas que el Gobierno de Sánchez ha tomado para evitar una nueva riada; una nueva riada que no se evitará con absoluta independencia de a qué hora llegue al Cecopi Mazón o quien ocupe para entonces la presidencia de la Generalidad Valenciana.

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