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EDITORIAL

L@s feministas del PSOE no denuncian ante los Tribunales

El "entorno" de Salazar que naturalmente sí es responsable "in eligendo" no es Antonio Hernández sino quien lo eligió para el cargo, Pedro Sánchez

Nos preguntábamos la semana pasada en estas mismas páginas si los contactos que, por fin, había iniciado el PSOE con las militantes del partido víctimas del acoso sexual de Paco Salazar, tras la inacción de Ferraz durante cinco meses desde que se presentaron en julio las acusaciones contra el asesor de Pedro Sanchez, eran "para disuadirlas o para animarlas a que presenten denuncia ante los tribunales, tal y como hacen con el resto de ciudadanas que sufren maltrato o acoso".

Pues bien. Esta es la hora en que ni un solo socialista -sea hombre o mujer- ha presentado denuncia ante la Administración de Justicia contra el repugnante acoso sexual perpetrado por el asesor personal de Sánchez y ex Director de Análisis del Gabinete de la Presidencia del Gobierno contra sus compañeras de partido. De hecho, ha tenido que ser el sindicato Manos Limpias el que ha elevado una denuncia a la Fiscalía contra Salazar en la que también se apela a las responsabilidades del partido y de Presidencia del Gobierno por haber encubierto los "comportamientos inadecuados" de una de las personas más cercanas a Pedro Sánchez.

Y es que en lo que está, en realidad, el PSOE, a pesar de su impostada "tolerancia cero" hacia el acoso y el maltrato, no es en depurar responsabilidades "caiga quien caiga", sino en tratar de acallar las críticas internas que ha desatado este asunto y en crear un cortafuegos que no salpique al presidente y permita pasar pagina lo antes posible a este asunto. Así, mientras fuentes gubernamentales cercanas al presidente del Gobierno interpretan las críticas de sectores socialistas como un intento oportunista de capitalizar el escándalo para reordenar el reparto interno de poder en Ferraz, el Consejo de ministros ha decidido el cese de quien fuera subordinado de Salazar y actual director del Departamento de Coordinación Política en el Gabinete de la Presidencia, Antonio Hernández.

Así, con el falaz argumento de que "los entornos no son responsables de conductas reprobables" y con la afirmación de la portavoz del Gobierno Pilar Alegría en la que admite que fue "un error" quedar a comer hace escasamente un mes con Salazar, el PSOE pretende zanjar el asunto.

Por nuestra parte, consideramos algo más que un "error" la reprobable indiferencia que Alegría demostró ante el repugnante y probablemente delictivo proceder de Salazar al irse amigablemente a comer con quien ya era objeto de denuncias por acoso sexual en el seno del partido desde meses atrás. Por otra parte, no descartamos que el destituido Hernández haya podido ser cómplice en el silenciamiento de las denuncias. Pero dejémonos de cabezas de turco. El "entorno" de Salazar que naturalmente sí es responsable "in eligendo" no lo ocupaba su subordinado sino la persona que lo eligió para el cargo desde donde acosaba a sus subordinadas. Fue Pedro Sánchez, y no Antonio Hernández, el que eligió a Salazar como secretario de Análisis y Acción Electoral y secretario general de Coordinación Institucional del Ministerio de Presidencia.

El tiempo dirá si el PSOE como persona jurídica es declarado culpable por encubrir a Salazar. Aun así, una cosa es la responsabilidad penal y otra la responsabilidad política. Y el responsable político de haber elegido a un depredador sexual -o cuanto menos "un guarro" en feliz expresión de Feijóo- para tan alto cargo público no es otro que el presidente del gobierno.

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