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Víctor Sánchez del Real

Qué deberían haber aprendido del día del lirón careto extremeño

La "jugada maestra" de Guardiola la deja como ya habíamos avisado hasta los más torpes del barrio, a los pies de un VOX crecido y enfadado.

María Guardiola durante su comparecencia tras conocer los resultados electorales extremeños. | EFE

En Extremadura no hay marmotas, así que no podemos hablar del "Día de la marmota", pero lo que sí hay es el lirón careto (Eliomys quercinus), un roedor equivalente: pequeño mamífero nocturno que hiberna varios meses al año en bosques y zonas rocosas, acumulando grasa en otoño para sobrevivir el invierno. Este animal, con su característico antifaz negro fue lanzado a la fama por el gran Félix Rodríguez de la Fuente, que lo bautizó como "el duendecillo del bosque". Si ha pronunciado lirón careto y duendecillo con ese tono peculiar, tendrá usted más años que el bosque y estará de acuerdo con lo que le quiero contar.

La ventaja de publicar después del resultado es, si ya lo dijiste antes de la propia convocatoria, tener razón. Pero más que tener razón, conviene que todo el mundo involucrado en las elecciones extremeñas atienda a razones. Cada casa las suyas, cada barrio las de todos, pero es evidente que la alegría va de forma distinta por cada barrio. Hablemos ahora de esas variantes, como si un biólogo analizara el impacto en cada ecosistema del proceso electoral:

María Guardiola debería haber aprendido, aunque lo dudo, con su postura de "yo me lo merezco", y los asesores, astrólogos, artistas y creativos, poco tienen que ver con la realidad de las elecciones. Pasar de concejala a candidata que pretende ser nacional por sus ínfulas, le ha pasado una mala jugada.

La que se ve baronesa y lo que surja saldrá, como mucho, en segunda vuelta, y sometida durante cuatro años a los designios de VOX en cada votación. Que vaya preparando algo para calmar el dolor de estómago. La úlcera va a ser permanente. O eso o, si sigue mal asesorada, lanzarse a unas nuevas elecciones "hasta que salga lo que yo quiero". No suele funcionar. Esto le ha servido como encuesta para saber si puede jugar a líder nacional como le aconsejan sus "gurús" y la respuesta de los medios nacionales ha sido evidente: "mire, mejor déjelo". Como al bardo de Astérix, el PP nacional debería plantearse amordazar unos meses a Guardiola que lo mismo se va a la Virgen con flores que defiende el aborto o ataca a Israel hablando de genocidio. Un peligro para su partido. Porque en lugar de ir a rematar a un PSOE en su peor momento y ángulo geográfico de debilidad, ha decidido lanzarse al ataque contra Abascal y, peor, sus votantes. Flaco favor le ha hecho a Feijóo dejando ir medio vivo al PSOE en Extremadura. Lo único que tenía que hacer era ayudar a echar a Sánchez. Igual que no ha ayudado su mal ejemplo de no desmontar ni un gramo de la presencia socialista en la Junta. Ni un gramo. Ahí están respirando aliviados muchos 'colocados' del PSOE que ahora, con ponerse la banderita tricolor extremeña, ya tienen el cariño de Guardiola y su nuevo entorno, cada día menos PP, al haber realizado una bonita purga en dos fases de clásicos del PP extremeño para incorporar a excargos socialistas y progresistas. De igualdad, hablamos.

Así que su "jugada maestra" de convocar elecciones la deja, como ya habíamos avisado hasta los más torpes del barrio, a los pies de un VOX crecido y enfadado. Y con más experiencia en domar barones del PP. Cada día que pase sin acuerdo contrasta más con los acuerdos que sí ha alcanzado el PP en otros lugares con el mismo VOX. El mismo.

Y VOX, por una vez, en Extremadura no ha sido el mismo. Abascal ha estado aquí. Abascal sí se ha currado esta campaña, incluso más que Guardiola. Frente a los críticos, que dicen que no curra en el Parlamento nacional, por fin conoce Extremadura en campaña completa. En otros tiempos la coincidencia con más elecciones hizo que apareciera puntualmente, no volcando a nadie, ni siquiera de su equipo en las autonómicas o las generales en Extremadura. Apenas estuvo en las desastrosas autonómicas del 19, y poco estuvo en las dos generales del 2019 o del 23. Debe decirse que a Santiago le gusta hacer campaña, pero en el pasado tenía varias caravanas con distintas figuras que hacían trabajo multiplicador, y en esta sus asesores, y él mismo, han decidido marcarse un "dejarme solo". Una sola troupe, una sola campaña y una sola voz incluso para confrontar con Guardiola. Que si criticamos a Guardiola por osar jugar a líder nacional, alguien debería explicarle a Abascal que un líder nacional no es buena idea que confronte con alguien tan local, aunque sea antipático para tu electorado. Se ha marcado un Rajoy-Puigdemont de manual, y ahí sigue Puigdemont cantando "La Manga riega". Convertirse en candidato "de facto" en Extremadura tenía ventajas e inconvenientes. El inconveniente es que podemos evaluar mejor que cualquier encuesta el impacto de Abascal en el voto/plebiscito que ha provocado. Está en un 17%, que es el rango en el que se estaba, por ejemplo, en Badajoz en generales. Pero lo que es claro es que se ha currado la campaña por encima de los demás y obtiene frutos. No extremos, pero suficientes para ser clave.

El candidato conejillo de Indias del Partido Socialista, con cara del propio lirón careto pillado por los faros de un coche en una carretera secundaria, le ha permitido a Pedro Sánchez aprender cuál es el verdadero suelo de un PSOE imputado hasta las trancas. Que el PSOE no desaparezca en la provincia y la región que ha sido el foco de uno de sus mayores escándalos, le permite saber dónde está el fondo del agua en la piscina. Ahora solo le toca construir para rellenar la piscina a base de propaganda, o decir que otro se tire y él se tome las de Villadiego con todas las garantías. Al final no le ha salido mal la jugada. Así que ahora, a dejar morir al candidato en sus procesos judiciales - ligeramente protegido por el aforamiento que ahora no es tan rocambolesco como el anterior - y analizar si este suelo permite construir algo. También le ha servido Extremadura como encuesta y estará ya tramando algo.

No nos olvidemos de Podemos, que habrá aprendido que una candidata que no da miedo y con vida más allá de las facultades de Ciencias Políticas, y sin la presencia traidora de Yolanda y los suyos, recoge bien los restos de poda del PSOE. Quizás la campaña más inteligente de todos ha sido la suya. Sin estridencias para limitarse a recibir la cosecha que les creaban Guardiola y el PSOE con el "que vienen los fachas" y el PSOE presentando un candidato zombi.

Así que cada figura ha utilizado el campo de juego extremeño y debería haber aprendido algo. Aunque esta nueva fase de negociaciones salvajes va a ser tan poco edificante como la del 2023. Los que puede que aprendan, a palos, son los extremeños. Sometidos a experimentos electorales de todos los signos en lugar de tener un gobierno que borre el daño que el socialismo ha dejado en forma de campo de minas en las instituciones y hasta en las mentes de quienes no son socialistas. Como dice un amigo mío, al final los socialistas y pro-gobiernos grandes han salido ganando, en sus cuatro colores.

Y los lirones caretos, pobres e inocentes, siguen hibernando, ajenos al lío de los que parecen querer dejar a los extremeños y al conjunto de los españoles hibernando.

Víctor Sánchez del Real es consultor de comunicación y profesor. Fue diputado en el Congreso por Badajoz en dos legislaturas. X: @sanchezdelreal

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