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Amando de Miguel

Cuestión de nombres

La denominación de "Palacio de Oriente" es una reciente contaminación de la plaza de Oriente. Es la que está en la parte oriental de los terrenos del palacio. El palacio fue siempre Palacio Real (antes Alcázar Real).

José Antonio Martínez Pons razona que, por lo mismo que se eliminan los nombres franquistas de las calles, la norma se podría ampliar a los nombres comunistas. Por ejemplo, Dolores Ibarruri (a) La Pasionaria. Añado que lo mismo se podría hacer con los nombres republicanos, monárquicos, liberales, falangistas, carlistas y los de cualquier otro credo ideológico. Ahora que lo pienso, por la misma regla de tres también deberían desaparecer los topónimos con nombres de santos. Santiago de Compostela bien podría ser Ciudad de de Breogán o cosa así. Veo a los de San Francisco de California renombrar a su ciudad como Golden City.

Francisco García de Guadiana (Trujillo, Cáceres) observa que en muchos lugares existe una "Plaza de la Constitución", sin indicar de qué Constitución se trata. El artificio era muy sabio, pues, si cambiaba el texto constitucional, el rótulo seguía sirviendo. En Trujillo (Cáceres) la Plaza de la Constitución es la Plaza Mayor o simplemente la Plaza, pues las otras son "plazuelas".

Enrique Sáez (Moralzarzal, Madrid) me comunica que la denominación de "Palacio de Oriente" es una reciente contaminación de la plaza de Oriente. Es la que está en la parte oriental de los terrenos del palacio. El palacio fue siempre Palacio Real (antes Alcázar Real). Durante la II República se denominó Palacio Nacional. Por cierto, añado que esa fue la residencia del presidente Azaña. Hay que tener mal gusto.

Juan Carlos Villaró (Cerdanyola del Vallés, Barcelona) me cuenta que hace un par de años tuvo en casa a una sobrina mexicana. La sobrina recibió un paquete enviado por su madre desde Ciudad de México que ponía Nyola del Vallés. Por lo que le dijo la sobrina, su madre no se atrevió a poner la palabra "Cerda" en el sobre.

José Antonio Ruiz-Aragón Muñoz me indica que "Manzanares no se llama ni se ha llamado nunca Manzanares de la Mancha. Se llama Manzanares a secas". Agradezco la precisión. Si he puesto aquí "Manzanares de la Mancha" es porque me escribe muchas veces un libertario (Pedro M. Araúz Cimarra) que así denomina a su ciudad. Está en su derecho. Hay tal baile en los topónimos españoles que no sé por qué se van a quedar atrás los manzanareños.

Salvador Fontán registra algunas extrañas modas en el menester de poner nombres a las cosas. Por ejemplo, sustituir el nombre genérico de los establecimientos por los profesionales o artesanos que los regentan. Así: relojeros, camiseros, joyeros, etc. Una cadena de hoteles exhiben este marbete: "Somos hosteleros". Otra innovación, observada por don Salvador, es los nombres de empresas terminados en –ia, como Faunia, Diversia, Comunicalia, etc. También se asombra don Salvador del éxito de esa extraña locución de "hoja de ruta". Ya lo hemos comentado aquí. Tiene un doble origen, industrial y militar.

Eduardo Fungairiño (un pozo de sabiduría ese hombre) especifica que AVE y LAV son cosas distintas. "LAV es el trazado y AVE es el tren que se desliza por el trazado". Es igual, apuesto doble contra sencillo a que ni los gobernantes catalanes ni los vascos van a permitir que llegue a sus fronteras con el acrónimo AVE. La E de "España" les da grima. Una solución podría ser "Alta Velocidad de Euskalerría". Se busca la solución para Cataluña y Valencia.

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