José Antonio Martínez Pons está de acuerdo con mi propuesta de que la condición de elector tendría que suponer la de pagar impuestos. Mi corresponsal redarguye que todos pagamos impuestos, incluso los niños y los extranjeros. Es cierto. La condición se definiría mejor si dijéramos "impuestos directos", lo que incluye algunas tasas y cuotas sociales. Preciso más, basta con pagar esos impuestos de modo regular o haberlos pagado en la unidad familiar. Sería el caso de las amas de casa o los jubilados. La cuestión central es que los jóvenes no deberían ser electores hasta que constituyeran una familia o hasta que ganaran un sueldo. Don José Antonio recuerda la buena decisión de los jesuitas de no ordenar a sus miembros hasta haber cumplido los 30 años de edad. Reconozco que estas ideas mías, un tanto arbitristas, no son consonantes con los tiempos que corren. Por eso no voy a llegar ni a concejal.
No he comentado lo suficiente la admiración que me producen los correos de algunos libertarios, quienes (para mi regocijo) me dan cuenta detallada de sus andanzas y observaciones. Hay dos que merecen la palma por esas misivas autobiográficas: Agustín Fuentes (Valencia) y José María Navia-Osorio (Oviedo). El último envío del valenciano ocupa ocho valiosos folios. Es una admirable descripción de lo que observa en un viaje turístico por Castilla y León. Es un buen ejemplo de literatura de viajes. Una ilustración mínima. Observa que en el palacete de una diputación provincial, al que dedicó media hora, no vio entrar más que a dos personas, seguramente funcionarios de la casa. En efecto, nos preguntamos todos para qué sirven las diputaciones provinciales, entre otros cientos de organismos sin una clara función. Sugiero que los dos libertarios citados cosan sus observaciones y las publiquen como libros; al menos podrían dejar los textos en algún archivo para ilustración de futuras generaciones.
Antonio Pombrol Pérez recoge el rumor de que los funcionarios van a pasar en bloque a la Seguridad Social, lo que supone arrumbar el "privilegio" de Muface. Se pregunta el hombre si ese movimiento es para que los funcionarios tengan gratis los medicamentos. Ca, no es por eso. Es para que se masifique aún más la Seguridad Social y muchos pacientes tengan que acudir a la medicina privada.
Fermín Lorza asegura que me ha oído decir en una tertulia de la tele que "el PNV es lo mismo que la ETA". Por tanto, en su opinión, soy "un ignorante". Precisa: "Alardeas de ser un catedrático ¿de qué? Por favor no tienes ni pu... idea de cómo queremos conseguir los del PNV todo lo que ansiamos para Euskadi". No entiendo a qué santo me tiene que tutear don Fermín y por qué emplea un lenguaje barriobajero. Yo no he dicho la sinsorgada de que el PNV sea lo mismo que la ETA. Ambas instituciones viven en simbiosis, es decir, una ayuda a la otra. Ambas pretenden (cada una por su lado) lo que yo llamo la "independencia subvencionada" del País Vasco y a fe que la están consiguiendo. Sugiero a don Fermín que lea a dos autores costumbristas vascos, que para mí son entrañables: M. Aranaz Castellanos y Pío Baroja. Ahí está dicho lo que quieren los jebos y los jelkides. Por cierto, esa <j> de los jelkides está en el acrónimo del PNV en vascuence: EAJ. Quiere decir Jaun Goikoa (= Dios) y Fueros. Ya es raro que un partido de Occidente lleve el nombre de Dios en su designación. Me pregunto si don Fermín sabrá todo esto.
Luis Argüello insiste en que el pretendió escudo "inconstitucional" de España ("el aguilucho") no es tal. La razón es que figura en el ejemplar auténtico de la Constitución de 1978. Se puede ver expuesto en el Palacio del Congreso de los Diputados. El actual escudo de España se diseñó así legalmente después de 1978. Añado que la Constitución de 1978 define la bandera, pero no el escudo. No sé por qué el águila de San Juan (de los Reyes Católicos) es algo menos español que las flores de lis que se han incorporado al escudo actual. En definitiva, la bandera con el "aguilucho" no es inconstitucional; sí lo es, en cambio, la bandera republicana, que ondea en las manifestaciones de la izquierda.