No me salen las cuentas. Viaja uno por España, modestamente, y se topa con un consumo desaforado. Todo está lleno. La “cita previa” es necesaria para muchos servicios. Los aviones, los trenes de alta o baja velocidad, los autobuses, todo está repleto. Para comprar un coche caro o algún otro artilugio doméstico hay que ponerse en la lista de espera. ¿Están seguros los estadísticos de contar bien el monto de la riqueza nacional? Supongo que a nadie le interesa dejar de ser un país mendicante a efectos de las ayudas provenientes de Bruselas. Así pues, sigamos con las estadísticas de humildad económica.
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