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Amando de Miguel

La paga extraordinaria

La transición política no habrá concluido hasta que no se elimine un extraño resto del franquismo: la paga extraordinaria. Se llamó “del 18 de julio” y ahora es simplemente “de verano”, pero es lo mismo. Luego está la de Navidad y otras, según las empresas. La cosa no tiene ningún sentido. Es una forma de ahorro forzoso, incompatible con la economía de mercado. Lo equitativo es “tanto trabajas, tanto cobras”. Es decir, los años tienen 12 meses. La única excepción es el mes de vacaciones, que también se suele cobrar. Esa es una conquista irrenunciable. La paga extraordinaria: paternalismo.

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