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Amando de Miguel

La unidad es bien poca cosa

Cuando los políticos se refieren reiterada y enfáticamente a la “unidad” o derivados, instintivamente me pongo en situación de prevengan.

Cuando los políticos se refieren reiterada y enfáticamente a la "unidad" o derivados, instintivamente me pongo en situación de prevengan. Recordemos el antecedente del Decreto de Unificación bajo Franco. Dio lugar al partido con más largo nombre de la Historia: Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacionalsindicalista. Realmente significó el suicidio inducido de las fuerzas nacionales que habían lucha en el guerra civil. También le gustaba repetir a Franco lo de "la unidad de los hombres y las tierras de España", si bien la frase ni siquiera era suya. Todo conducía a lo mismo, su mando personal. Donosa interpretación de la unidad. Claro, se refería a uno, a él mismo.

Con la Transición tuvimos la Unión de Centro Democrático (UCD), imaginativa pero bien endeble y efímera. No era más que la alianza de los barones que había hecho el tránsito de una dictadura a una democracia. Tuvieron su mérito. Hemos visto también Convergencia y Unión, que no ha sido ninguna de las dos cosas, aunque ha servido para que hayan podido gobernar alternativamente socialistas y conservadores. Ha sido la moderna versión del turnismo de la Restauración. Al final hemos tenido Unión, Progreso y Democracia (UPyD), que se ha quedado en nada. En Navarra, la Unión del Pueblo Navarro (UPN) se esfumó como versión autóctona de los populares. Más estrambótica es la CUP (Candidatura de Unidad Popular) en Cataluña, que vienen a ser los herederos de los viejos anarquistas. De momento, parecen ser la clave del nuevo Gobierno independentista, pero saltarán por los aires. De vez en cuando suena el horrísono pareado "el pueblo/ unido/ jamás/ será vencido". Lo vencieron muchas veces. Mejor no recordarlo.

Siempre se podría aducir que hemos tenido, desde hace más de un siglo, la UGT (Unión General de Trabajadores). Pero ha acabado en una burocracia corrupta, avasallada además por Comisiones Obreras. A saber lo que significa "la unidad de la clase obrera".

En el plano internacional contamos con la flamante ONU, Organización de las Naciones Unidas, que no pueden estar más desunidas. El mayor número de ellas son dictaduras. Es solo un paripé para indicar que perseguimos la paz en el mundo. Tiene derecho de veto China pero no Alemania. Es una proyección de los Estados Unidos de América. En ellos sí ha funcionado la unión, a costa de la enemiga universal.

Mejor prensa merece la Unión Europea (UE). Pero todavía ni siquiera ha conseguido la moneda única para todos sus miembros. Lleva más de medio siglo tratando de unificarse. Solo ha sido un gastadero de dinero. De momento, ha favorecido a Alemania y a Francia, los dos países fundadores, al ampliar generosamente sus mercados.

Ahora se repica en España la letanía de "la unión de todas las fuerzas democráticas" frente al separatismo catalán. Malo cuando se tiene que predicar la inexistente unidad. Sería interesante hacer un recuento de cuántos partidos que se presentan a las próximas elecciones llevan la palabra unidad o análogas. Mi predicción es que tienen poco porvenir.

En España

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