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ESTADOS UNIDOS

Su nombre es Tommy Thompson

Desde 1912, es decir, en las 24 últimas elecciones presidenciales, quienes finalmente consiguieron acceder a la Casa Blanca se hicieron con la victoria en varios estados ribereños del Misisipí.

Desde 1912, es decir, en las 24 últimas elecciones presidenciales, quienes finalmente consiguieron acceder a la Casa Blanca se hicieron con la victoria en varios estados ribereños del Misisipí.
El Misisisipí, a su paso por Nueva Orleans.
Los republicanos deberían asumir que en 2008 perderán Ohio (20 votos en el Colegio Electoral), donde la corrupción e incompetencia de su sección local le valieron en 2006 al GOP perder la gobernaduría y dos escaños en el Congreso de la nación (uno en el Senado y el otro en la Cámara de Representantes). Así que el candidato del partido tiene que vencer en Iowa, Wisconsin y Minnesota (27 votos electorales). En 2004 Bush se llevó Iowa por los pelos y perdió, también por los pelos, en Wisconsin y Minnesota, el único estado que ha votado demócrata en ocho presidenciales consecutivas.
 
Esta impresionante síntesis es obra de Tommy Thompson, que, por otra parte, dice que puede ganar en esos tres estados del Medio Oeste. Thompson fue gobernador de Wisconsin durante cuatro legislaturas, y entre 2001 y 2005 ostentó la Secretaría de Salud y Servicios Sociales, donde administró un presupuesto (580.000 millones de dólares) superior al presupuesto combinado de los ocho estados más grandes de la Unión.
 
En lo relacionado con Irak, Thomson retaría al Gobierno de ese país a relegitimar la presencia norteamericana en sus tierras mediante una votación en la que se pidiera a las fuerzas de EEUU que se quedaran. ¿Que Bagdad no lo pide? Pues EEUU debería hacer las maletas. ¿Que lo pide? Entonces, el propio Gobierno iraquí debería alentar un proceso voluntario de reagrupación étnica, con el objeto de implantar el federalismo (con gobiernos fuertes en las 18 provincias del país) y que sunnitas, chiitas y kurdos vivan bajo administraciones de su misma etnia o filiación religiosa. Por otro lado, los ingresos derivados del petróleo deberían repartirse en tres partes iguales: un tercio para el Gobierno nacional, otro para los Gobiernos provinciales y el tercero para particulares iraquíes, como se hace en Alaska.
 
El gobernador Thomson fue el padre del mayor logro en política social de los años 90: la reforma del sistema asistencial de 1996, que ha conseguido que el gasto de los estados en este rubro se reduzca un 60%. Pero él se siente todavía más orgulloso de su lucha por la elección de centro escolar. De hecho, dio inicio a su campaña para hacerse con la candidatura del GOP a la Casa Blanca en el Instituto Messmer de Milwaukee, un centro situado en un barrio pobre que ha ganado en prestigio gracias a la competencia por el estudiantado y a su libertad de acción ante la burocracia educativa: el 90% de sus graduados prosiguen su formación en la universidad o en las escuelas técnicas.
 
Tommy Thompson.¿Le hablan de educación los habitantes de Iowa? Con su franqueza habitual, Thomson responde: "No, pero ya me encargo yo de sacar el tema".
 
Thomson dice que la asistencia sanitaria se comerá 4 billones de dólares cada año en los próximo siete años, es decir, el 21% del PIB. A su juicio, es irracional dedicar sólo el 7% del gasto a la prevención y el 93% restante al tratamiento. El 75% del gasto sanitario se dedica a tratar a los 125 millones de norteamericanos que padecen alguna enfermedad crónica, como la diabetes de tipo 2, que está relacionada con la epidemia de obesidad que padecemos. En cinco años, o incluso antes, la diabetes de tipo 2 podría afectar a 62 millones de norteamericanos y suponer un coste de 400.000 millones de dólares. El 60% de esos casos, dice, se podrían prevenir si los potenciales enfermos caminaran media hora diaria y perdieran entre el 5 y el 10% de su peso.
 
A Thomson no le ha dado tiempo aún a perder muchos kilos recaudando fondos, pero espera disponer de los 2,5 millones de dólares que cree le permitirían ganar en Iowa, lo cual, piensa, sería el trampolín que le llevara al 5 de febrero de 2008, cuando puede que los ciudadanos de 21 estados de la Unión tengan una cita con las urnas.
 
Si se gana en Iowa, dice, se puede ganar en New Hampshire. Después, impulsado por la atención de los medios independientes, podría estar en cabeza de los pocos candidatos que sobrevivan al 5-F. Dice también que apostaría 100 dólares contra 5 a que sus rivales mejor dotados económicamente cambiarían su dinero por la organización con que cuenta él en Iowa, donde ha visitado 33 de los 99 condados. En este estado concentrará la mayor parte de sus energías; el resto lo deja para New Hampshire y Carolina del Sur.
 
Ahora bien, puede que Iowa no le baste: George H. W. Bush (1980), Walter Mondale (1984), Dick Gephardt (1988) y George W. Bush (2000) vencieron allí pero no consiguieron llevarse el gato al agua en New Hampshire.
 
Sea como fuere, Thompson confía en que el candidato republicano consiga la Presidencia. La maquinaria de los Clinton, dice, se llevará por delante a Barack Obama y a John Edwards y asegurará la nominación de Hillary; y ésta, insiste, es inelegible.
 
 
© Washington Post Writers Group
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