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Federico Jiménez Losantos

El cuento de la lechera tecnológica

La improvisada, aunque sincera, oferta hecha por Bush de colaboración tecnológica norteamericana en la lucha antiterrorista ha producido un efecto alucinatorio en muchos medios de comunicación y está desatando unas expectativas en los ciudadanos totalmente alejadas de la realidad. Antes de que la progresía instalada acabe proclamando que ETA existe porque quieren los Estados Unidos, que lo dirá, conviene poner algunas cosas en su sitio y aclarar otras para esos expertos de la Escuela Superior de Telecomunicaciones que acaban de declarar muy serios a Europa Press que los medios tecnológicos de los EEUU le permitirían acabar en pocos meses con ETA, si se lo propusiera realmente. Nunca pasa de moda el cuento de la lechera.

Hay problemas legales muy serios para la actuación de los servicios de espionaje en Europa, quizás no en España -aunque los nacionalistas harían lo posible para impedirlo- pero sí en Francia, donde sigue teniendo sus bases y prepara sus atentados la banda terrorista. La provisión legal de fondos, cuantiosísimos, supondría una pelea en las cámaras norteamericanas, donde Bush no tiene precisamente una posición confortable. Y en cuanto a lo que parece más fácil, una colaboración norteamericana rutinaria con la policía española a partir de la captación básica de datos vía satélite, o ya se ha producido -caso de la detección vía satélite de armas compradas en el mercado negro, que llevaron a la captura de Bidart- o se producirá siguiendo los cauces discretos y a veces tortuosos que los servicios de inteligencia utilizan en esos casos, sin necesidad de grandes proclamas políticas.

Para que tomen tierra los genios de la telecomunicación y no se engañe a los ciudadanos con ensoñaciones baratas, recordemos que Osama Bin Laden, entre otros terroristas declarados legalmente enemigos de los USA, sigue desde hace años sin ser capturado pese a "Echelon" y a todos los satélites de Bush, padre e hijo. Los EEUU pueden ayudar, pero lo que acabará algún día con ETA será la eficacia policial respaldada por la lucha judicial y política. Es más urgente que funcione la Ertzaintza y que deje de boicotearse a sí misma la Audiencia Nacional que todos los satélites que nos presten, alquilen o, simplemente, prometan los norteamericanos. Todo es más simple, pero más difícil.

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