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LA MORAÑA

Misticismo abulense en un mar de cereal

Hay un lugar en la provincia de Ávila que ha protagonizado alguno de los episodios más importantes de nuestra historia y que atesora monumentos mudéjares de primera categoría. Hablamos de La Moraña, inolvidable una vez descubierta. Exponente de la Castilla profunda, austera y silenciosa, ha sido tierra de santos, musulmanes, reyes, castillos e iglesias mudéjares.

Hay un lugar en la provincia de Ávila que ha protagonizado alguno de los episodios más importantes de nuestra historia y que atesora monumentos mudéjares de primera categoría. Hablamos de La Moraña, inolvidable una vez descubierta. Exponente de la Castilla profunda, austera y silenciosa, ha sido tierra de santos, musulmanes, reyes, castillos e iglesias mudéjares.
Arévalo. La Lugareja.
Nos aguardan ricas muestras de la arquitectura tradicional románico-mudéjar; ricas pero construidas con materiales tan pobres como el yeso, la madera y el ladrillo. En el fondo, son el reflejo de la personalidad de las gentes de la tierra: austeras, con retranca y pocas ganas de llamar la atención…
 
Las referencias a los místicos son constantes en La Moraña. San Juan de la Cruz ocupa una posición destacada, aunque hablar de Ávila es sinónimo de hacerlo de Santa Teresa de Jesús. Por cada rincón de la provincia se percibe su presencia. Tras las murallas y monumentos de piedra se nota la influencia de Teresa de Cepeda; aquello del "muero porque no muero" en lectura moderna.
 
Es ésta zona de paisajes llanos, donde el olor a tomillo se funde con el color oro del trigo y se abraza con el sol. Los pueblos se van sucediendo. Cardeñosa, a la vera del río Adaja, es el pueblo de la piedra. Gotarrendura, Peñalba, Aldehuela. Llegamos a Arévalo.
 
La importante villa de Arévalo nos retrotrae a la Edad Media. La tradición cuenta que la reina Isabel la Católica pasó su infancia en el castillo, mudéjar y de piedras rojizas. En las tres plazas se puede apreciar el sabor de la Castilla eterna. La de la Villa es la más importante, con sus soportales de madera y sus mansiones blasonadas.
 
Por aquí anduvieron los romanos, los visigodos y los árabes, como atestiguan la muralla, el alcázar, el puente y el arco de Alcocer. Entre callejuelas, iglesias y conventos mudéjares, las enormes mansiones que evocan otros tiempos.
 
Arévalo. Iglesia de San Martín.Arévalo es también plaza gastronómica. El cochinillo, los sesos, las mollejas, las ancas de rana y las tortas son algunos de los platos típicos que se pueden degustar en Arévalo. Esto sí, no son lo más recomendable para una dieta, aunque sí para disfrutar de un agradable almuerzo.
 
La siguiente parada será en Madrigal de las Altas Torres, que limita al norte con la provincia de Valladolid y al oeste con la de Salamanca. Famosa por ver nacer a Isabel la Católica, mantiene parte de su aspecto de ciudad amurallada: no en vano dispone de uno de los recintos más grandes de Castilla. La muralla llegó a tener cien torres mudéjares, de las que apenas quedan 23.
 
La importancia histórica de Madrigal de las Altas Torres se deja sentir en sus edificios; por ejemplo, en el Palacio de Juan II, donde nació la reina. Declarado Monumento Nacional, se caracteriza por su austeridad y aspecto modesto.
 
En la actualidad pertenece al Real Monasterio de Santa María de Gracia. Aunque sólo se puede visitar una parte, ya que es un convento de monjas de clausura, merece la pena hacerlo, ya que se conservan numerosas dependencias originales decoradas con mobiliario de la época y se puede deambular por la habitación donde nació Isabel, que está presidida por un cuadro de Zurbarán y una Inmaculada de Alonso Cano.
 
Pondremos término al viaje en Fontiveros, cuna de San Juan de la Cruz y conocido como "el granero de Castilla", por la fertilidad de sus tierras de cereal. Son citas obligadas la casa donde nació aquél, así como la iglesia parroquial donde fue bautizado, donde también se encuentran los restos de su familia. 
 
Seguro que al acabar la ruta nos sentimos más piadosos… algunos.
 
           
Cómo llegar
Para llegar a La Moraña se ha de tomar la AV-504. La C-605 y otras carreteras secundarias conducen al resto de pueblos interiores de la ruta.
 
Dónde dormir
– El Comercio. Avenida del 18 de Julio, 2, Arévalo. Tlf: 920 30 00 42. Un edificio del siglo XVI muy acogedor.
– Las Adoberas. Paraje Las Adoberas, Pajares de Adaja. Tlf: 920 30 24 61. Una casa rural con ocho plazas.
 
Dónde comer
– Asador Las Cubas. Calle Figones, 9, Arévalo. Tlf: 920 30 01 25. Elabora unos asados y cochinillos que no tienen desperdicio.
– El Tostón de Oro. Avenida de los Deportes, 2, Arévalo. Tlf: 920 30 07 98. Perfecto para probar las judías blancas de Arévalo a un precio asequible.
 
Más información
– Oficina de Turismo de Ávila. Tlf: 920 21 13 87.
www.avilaturismo.com
www.ayuntavila.com
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