Menú
Gonzalo Heredero

La sectaria incoherencia del Ayuntamiento de Madrid

Desde que Ahora Madrid llegó al poder, aquel fatídico 13 de junio de 2015, el gobierno de Manuela Carmena ha dado sobradas muestras de que hacen justo lo contrario de lo que predican. Hacen lo que han criticado siempre de los partidos que ellos denominan de la "vieja política" o de "la casta".

Desde aquel nefasto dia en el que Pedro Sánchez permitió a Carmena y compañía mandar en el principal ayuntamiento de España, se han dedicado a colocar a sus familiares y amigos, haciendo gala del más rancio nepotismo, a hacer publicidad contra sus rivales políticos utilizando recursos públicos y a empapar de su doctrina de extrema izquierda la actividad de algunas de sus concejalías, como la de Cultura.

Pero uno de los aspectos en los que más destacan los señores de Podemos que mandan en el Ayuntamiento es en su tremenda incoherencia.

Inmediatamente después de que Esperanza Aguirre anunciase que dimitía como presidenta del PP de Madrid, saltaron a la palestra pidiendo que dejase también su acta de concejal. ¿Y quien lo hizo? Ni más ni menos que la portavoz municipal, Rita Maestre, que este jueves se sentará en el banquillo de los acusados por haber irrumpido semidesnuda en una capilla de la Universidad Complutense en compañía de otras "activistas" que gritaban cosas como "Ardereís como en el 36" y "Vamos a quemar la Conferencia Episcopal". Manuela Carmena, que ve en ese asalto una simple travesura de adolescente incorformista, ha asegurado que no la destituirá a pesar de que la señorita Maestre sea declarada culpable. Y la alcaldesa se permite mientras tanto decir que Esperanza Aguirre, que no tiene causa alguna pendiente con la justicia, debería abandonar su puesto de líder de la oposición municipal.

Y un ejemplo más de la siniestra forma de proceder de Carmena y los suyos nos la ha dejado este martes el Delegado de Seguridad.

Javier Barbero ha sido víctima de una protesta organizada por el Colectivo Profesional de la Policía Municipal que denuncia que el señor Barbero quiere acabar con las Unidades Centrales de Seguridad (UCS). Un grupo de unos 200 agentes le han perseguido gritando e insultando pero sin agredir, a pesar de que el propio Barbero ha denunciado posteriormente la existencia de agresiones. Pero lo peor es que se ha quejado de que los antidisturbios que vigilaban la protesta no han intervenido. Es decir que el hombre que quiere cargarse los antidisturbios de su Policia se lamenta de que los antidisturbios de la Policia Nacional no actuen. Pura y sectaria incoherencia.

Temas

En España

    0
    comentarios