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Los obispos expresan su "disgusto y hondo malestar" por la burla a los católicos de Maragall y Carod-Rovira en Israel
Monseñor Elías Yanes renovó la consagración de España a María
El Papa espera que la Iglesia española sea comprendida porque intenta promover el bien común
Ramón del Hoyo, nuevo obispo de Jaén
Comienza un Congreso Eucarístico Diocesano en León
Carod y la corona de espinas
Los obispos expresan su "disgusto y hondo malestar" por la burla a los católicos de Maragall y Carod-Rovira en Israel
 
Ante las imágenes difundidas el pasado sábado en las que el presidente de la Generalidad de Cataluña, Pascual Maragall, y el presidente del Partido Esquerra Republicana de Cataluña, José Luis Carod-Rovira, "junto con otras personas que les acompañaban, se mostraban utilizando un símbolo de la pasión de Nuestro Señor Jesucristo, la corona de espinas, como objeto de bromas y de risas" durante su viaje a Israel, la mayor parte de los obispos españoles que asistieron este fin de semana a Zaragoza y que tenían conocimiento de los hechos mostraron "su hondo malestar y su disgusto".
 
La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Española (CEE) hizo el lunes una nota en la que destacan que "las personas verdaderamente sensibles a la libertad religiosa y a los sentimientos de los creyentes respetan los lugares y los símbolos religiosos y se abstienen de mofarse de ellos y de herir de este modo a quienes los reverencian".
 
Los obispos han visto tales hechos como "un comportamiento impropio de ciudadanos respetuosos y menos aún, si cabe, de quienes en virtud de sus responsabilidades políticas habrían de mostrar exquisito respeto a los derechos fundamentales de aquellos a quienes representan".
 
"Hacemos constar, pues, nuestra enérgica protesta por unos hechos lamentables que, por haber acontecido en un lugar tan querido y tan visible para toda la Cristiandad, han afectado en cierto modo a toda la Iglesia y han dejado mal el nombre de nuestro pueblo en todo el mundo", concluyen.

 
Monseñor Elías Yanes renovó la consagración de España a María
 
Monseñor Elías YanesMonseñor Elías Yanes, actual arzobispo administrador apostólico de Zaragoza, renovó durante la homilía la consagración de España a la Virgen, en una basílica del Pilar llena de peregrinos de todas las diócesis, y acompañado por más de cincuenta obispos españoles. Para monseñor Yanes, el dogma de la Inmaculada “es una interpelación permanente de Dios a la Iglesia. En este tiempo en el que muchos cristianos tienen que sufrir persecución o incomprensión, y otros muchos se sienten tentados por la seducción de las riquezas, del poder, de los placeres, de los elogios de cierta opinión pública, o de falsas promesas de felicidad, es bueno contemplar a la Virgen Inmaculada como modelo de fortaleza cristiana”.
 
El prelado recordó las dos visitas que realizó el entonces Papa Juan Pablo II a Zaragoza, en 1982 y 1984, durante la que el pontífice afirmó que “el amor mariano ha sido en la historia española fermento de catolicidad, impulsó a las gentes de España a una devoción firme y a una defensa intrépida de las grandezas de María, sobre todo en su inmaculada concepción”.
 
Monseñor Yanes dedicó gran parte de la homilía a exponer el significado del dogma de la Inmaculada Concepción, del que dijo que “es un misterio que la manifestación del amor de Dios a la Virgen y a los hombres”, y recordó que, como dijo Pío IX, es una doctrina revelada por Dios, y por eso es dogma de fe: “esta resplandeciente santidad de la Virgen le viene toda entera de Cristo, y crece en María desde el primer instante de su existencia”. “El dogma sitúa a María en un plano único y excepcional entre los redimidos. Sin embargo este carácter excepcional no significa separación de los hombres, porque María es la persona humana mas cercana a todos nosotros, más internamente cercana a nosotros por su amor de madre que ninguna otra criatura”, añadió.
 
Para el prelado, “ante la presencia del mal y del pecado no podemos permanecer
indiferentes, no nos podemos dejar vencer por el miedo, Cristo está con nosotros
y estamos llamados a ser con María seguidores fieles hasta la cruz de este
Cristo que es signo de contradicción”.
 
 
El Papa espera que la Iglesia española sea comprendida porque intenta promover el bien común
 
Benedicto XVIEl Papa Benedicto XVI envió un mensaje a los obispos y fieles españoles congregados esta mañana en la plaza del Pilar de Zaragoza, en el que expresó su esperanza de que la Iglesia española “sea comprendida y aceptada en su verdadera naturaleza y misión, porque ella trata de promover el bien común para todos, tanto respecto a las personas como a la sociedad”.
 
El mensaje fue leído por el nuncio en España, monseñor Manuel Monteiro de Castro, y fue interrumpido en varias ocasiones por los aplausos de los asistentes. En su mensaje, el pontífice afirmó que es consciente de que “la Iglesia católica en España está dispuesta a dar pasos firmes en sus proyectos evangelizadores” y añadió que “la transmisión de la fe y la práctica religiosa de los creyentes no puede quedar confinada en el ámbito puramente privado”.
 
“En esta hora de discernimiento para muchos corazones, los obispos españoles volvéis a mirar hacia Aquella que, con su total disponibilidad, acogió la vida de Dios que irrumpía en la Historia”, añadió.
 
El Papa se refirió de manera especial a la cuestión de la familia y de la defensa de la vida humana como puntos centrales para los cristianos: “en la convivencia doméstica, la familia realiza su vocación de vida humana y cristiana, compartiendo los gozos y expectativas en un clima de comprensión y ayuda recíproca. Por eso el ser humano que nace, crece y se forma en la familia, es capaz de emprender sin incertidumbre el camino del bien, sin dejarse desorientar por modas o ideologías alienantes de la persona humana”.
 
Pidió también “que se respete la libertad religiosa y la libertad de conciencia de cada persona”, así como la “protección para los pueblos de España”, y animó a los que participan hoy en la peregrinación a “acrecentar la devoción mariana en pueblos y santuarios”.
 
 
Ramón del Hoyo, nuevo obispo de Jaén
 
Ramón del Hoyo, nuevo obispo de JaénLa Santa Sede hizo público el pasado jueves que el Papa Benedicto XVI ha nombrado Obispo de Jaén a Mons. Ramón del Hoyo López, en la actualidad Obispo de Cuenca.
 
La sede de Jaén estaba vacante tras el traslado de Mons. Santiago García Aracil a la archidiócesis de Mérida-Badajoz, de donde tomó posesión el 4 de septiembre de 2004. Dos días después, el Colegio de Consultores de la diócesis de Jaén elegía al sacerdote Rafael Higueras Álamo administrador diocesano.
 
Mons. Ramón del Hoyo nació el 4 de septiembre de 1940 en Arlanzón (Burgos). Cursó estudios en los Seminarios Menor y Mayor de Burgos, entre 1955 y 1963. Obtuvo la Licenciatura en Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Salamanca (1963-1965) y el Doctorado en la Pontificia Universidad Angelicum (1975-1977). Fue ordenado sacerdote para la archidiócesis de Burgos el 5 de septiembre de 1965.
 
Su ministerio sacerdotal lo desarrolló en la diócesis burgalesa. Comenzó como coadjutor de la parroquia de Santa María la Real y Antigua y Director espiritual de la Escuela media femenina “Caritas”, entre 1965 y 1968. Desde este último año y hasta 1974 fue Notario eclesiástico y Secretario del Tribunal Eclesiástico. Además, en el año 1972 fue nombrado Provisor-adjunto de la Curia de Burgos y en 1978 Provisor, cargo que desempeñó hasta 1996. También fue Vicario Judicial del Tribunal Eclesiástico Metropolitano desde el año 1978 y hasta 1993, cuando fue nombrado Vicario General y Canónigo y Presidente del Capítulo Catedral Metropolitano. Estos cargos los compaginó, desde 1977 y hasta su nombramiento episcopal, con la docencia en la Facultad de Teología del Norte de España, sede de Burgos, como profesor de Derecho Canónico.
 
El 26 de junio de 1996 fue nombrado Obispo de Cuenca, sede de la que tomó posesión el 15 de septiembre del mismo año. En la Conferencia Episcopal Española es el Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias.
 
 
Comienza un Congreso Eucarístico Diocesano en León
 
El lunes comenzó en la diócesis de León el Congreso Eucarístico Diocesano, que fue inaugurado en la catedral con un pregón literario y un concierto de la Coral Isidoriana. El vicario de Relaciones Públicas de la diócesis de León, Antonio Trobajo, explicó que hay que enmarcar el Congreso en un Año Jubilar diocesano y mariano que están celebrando en la diócesis con motivo de tres acontecimientos.
 
El primero de ellos es el aniversario de los 11 siglos de la muerte del patrón de la diócesis, San Froilán, que murió en el año 905; el segundo es el V Centenario de la aparición de la Virgen del Camino, patrona de la región leonesa y cuyo santuario está muy cerca de la capital; y, por otra parte, los 75 años de la coronación canónica de la imagen de esta Virgen, que tuvo lugar en el año 1930.
 
El vicario explicó que con el congreso buscan "potenciar los frutos del año jubilar, es decir, la santificación y la reconciliación de las personas y además hacerlo a través de la Adoración de Jesucristo en la Eucaristía".
 
Antonio Trobajo dijo que "además de un año mariano, el obispo ha querido sumarse al Año de la Eucaristía declarado por el Papa Juan Pablo II" y que "por ese motivo ha organizado el congreso". El obispo de León, monseñor Julián López, se refiere en una carta pastoral con motivo del Congreso al lema que se ha escogido, "La Eucaristía edifica la Iglesia”. "En efecto, debemos tener en cuenta que toda acción pastoral de la Iglesia, bajo cualquiera de sus aspectos y en sus más diversos sectores de actuación, tiene como fin la edificación de la comunidad eclesial. Pero no se debe olvidar que la acción pastoral no causa, por sí misma, el crecimiento de la Iglesia. Ésta es siempre acontecimiento de comunión y de participación en la vida de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, por obra de la gracia divina", aclara el obispo.
 
El congreso se desarrollará en dos niveles: uno en las parroquias, en el que habrá espacio para catequesis, celebraciones de la eucaristía, tiempos de adoración del Santísimo, Comunión de enfermos y celebraciones para los niños; y otro a nivel diocesano. Los actos concluirán el próximo 5 de junio con el Jubileo de la Comunidad diocesana, en la catedral, con la Misa Estacional y la posterior procesión eucarística a la Basílica de San Isidoro.
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