Preocupado por la crisis política que vive el Líbano, que desde hace meses no ha logrado elegir a un presidente, Benedicto XVI ha lanzado un llamamiento al diálogo y a la reconciliación.
"Sigo con preocupación las persistentes manifestaciones de tensión en el Líbano", confesó el Papa, que recordó que "no faltan motivos de preocupación, sobre todo a causa de la inesperada violencia verbal o de cuantos ponen su confianza en la fuerza de las armas y en la eliminación física de los adversarios".
Así, el Santo Padre pidió "a los políticos que trabajen con tenacidad a favor de la reconciliación, de un diálogo verdaderamente sincero, de la pacífica convivencia y del bien de una patria profundamente sentida como común". El Líbano vive sin presidente desde el 24 de noviembre, al no haberse encontrado un acuerdo por la distribución del poder en un futuro gobierno entre la mayoría y la oposición. En los últimos días, se han registrado enfrentamientos entre quienes apoyan las dos posiciones.
Para superar la crisis de vocaciones que experimentan algunas congregaciones religiosas, considera Benedicto XVI, la clave está en que sus miembros vivan su amor a Cristo sin compromisos y que redescubran su fidelidad a los fundadores.
Este fue el consejo que el Papa dejó el pasado lunes a los miembros del Consejo Ejecutivo de las Uniones Internacionales de los Superiores y Superioras Mayores, reunidos en el Vaticano para reflexionar sobre "aspectos particularmente actuales e importantes de la Vida Consagrada".
En su discurso, el Papa subrayó que "los hombres de hoy experimentan una fuerte atracción religiosa y espiritual, pero sólo están dispuestos a escuchar y a seguir a quien testimonia con coherencia su adhesión a Cristo". Aunque, según constató, "junto a situaciones difíciles, se dan también signos de recuperación positiva, sobre todo cuando las comunidades deciden volver a sus orígenes para vivir más de acuerdo con el espíritu del fundador". Para mantener la vitalidad y eficacia apostólica hay que "volver a comenzar desde Cristo, continuamente", concluyó. "Él es la roca firme sobre la que tenéis que construir vuestras comunidades y cada uno de vuestros proyectos de renovación comunitaria y apostólica".
Tras la autoproclamación de independencia por parte de Kosovo, la Santa Sede ha hecho un llamamiento a la prudencia, en particular a los políticos serbios y kosovares, para evitar reacciones extremistas que provoquen violencia.
En una nota publicada por la página web de Radio Vaticano, el padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha presentado la posición del Vaticano sobre la cuestión.
"La Santa Sede siente ante todo la responsabilidad de su misión moral y espiritual", señala la nota, "que afecta también a la paz y al orden en las relaciones entre las naciones, y por tanto, invita a todos, en particular a los responsables políticos de Serbia y de Kosovo a la prudencia y a la moderación". El texto, además, "pide un compromiso decidido y práctico para evitar reacciones extremistas y degeneraciones violentas, de manera que se pongan ya desde ahora las premisas para un futuro de respeto, de reconciliación y de colaboración".
"Hay que promover la estabilidad en la región con todo el empeño y, por ello, se desea contar también con la importantísima contribución de la comunidad internacional", considera la Santa Sede.
La Conferencia Episcopal Venezolana y el Consejo Nacional de Laicos han deplorado el atentado contra la sede de la nunciatura apostólica en ese país. Un artefacto explosivo de baja potencia estalló el 14 de febrero en las puertas de la sede del representante del Papa en Caracas, causando daños menores.
Un comunicado emitido por la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana manifiesta su preocupación por el atentado, así como "por el brote de violencia política que se está manifestando en varias regiones del país". Los prelados reiteran su "llamado a la calma, a la sensatez, al respeto a las libertades y derechos constitucionales, y al cultivo de un clima democrático".
Asimismo, piden a las autoridades correspondientes "efectuar las investigaciones pertinentes para sancionar a los culpables de estos hechos de violencia" Igualmente, "solicitan al gobierno nacional realizar las acciones conducentes a salvaguardar la sede diplomática del Vaticano, que es también para todos los católicos venezolanos la casa del Santo Padre en Venezuela".
El cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, presentó esta semana en la Santa Sede la Instrucción Sanctorum mater, sobre el procedimiento instructorio diocesano o eparquial en las causas de los santos.
Saraiva afirmó que el objetivo de este documento es "contribuir a que las normas vigentes para la instrucción diocesana de una causa de beatificación y canonización se apliquen siempre con mayor atención".
Refiriéndose a los motivos de la publicación, el purpurado explicó que los veinticinco años transcurridos desde la promulgación por parte de Juan Pablo II de la Constitución Apostólica Divinus perfectionis Magister y de las Normae servandae de la Congregación para las Causas de los Santos han confirmado "que algunas disposiciones no se han puesto en práctica en algunas diócesis con la debida precisión", de modo que el dicasterio "se ha visto obligado en algunas ocasiones a hacer alguna aclaración o a pedir a las curias diocesanas que corrijan los errores". Asimismo, añadió que "las diócesis no siempre pueden contar con personas especializadas". Por eso, "es evidente la utilidad, es más la necesidad, de un documento aplicativo".
Monseñor José Sánchez señala que la Iglesia "no puede renunciar al derecho de hablar libremente sobre asuntos públicos"
En una carta dirigida a sus fieles, Mons. José Sánchez, obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, señaló que el Episcopado español no tiene la pretensión de intervenir en temas políticos, al mismo tiempo que recordaba que eso no significaba que haya que renunciar al derecho de hablar libremente sobre asuntos públicos.
Monseñor Sánchez explicó que "no es nuestro papel intervenir en la política de los partidos, ni en la confección de leyes, decretos, sentencias y normas del ámbito civil" advirtiendo de la misma manera que "nuestro espacio para hablar no es sólo el púlpito o la sacristía" ya que a los obispos también están interesados en "los asuntos del mundo en que vivimos, al que pertenecemos y en el que tenemos una responsabilidad y una tarea propias".
"Para ello –agregó–, ofrecemos, nunca imponemos, criterios de discernimiento desde lo que consideramos la naturaleza de las cosas y la recta razón, reforzadas por los principios que se derivan del Evangelio y que se desarrollan en la Doctrina Social de la Iglesia". "Nunca, tampoco ahora, intentamos imponer ni recomendamos el voto para un partido político determinado. El sentido y la dirección del voto es responsabilidad de cada uno. Sí que afirmamos que ningún partido político y ningún programa humano agotan el Evangelio o se adecuan totalmente con el mismo", explicó también el obispo.