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Jorge Valín

Argentina: espejo del mundo

Los políticos nos están lanzando un mensaje claro. Somos sus huchas y cualquier cosa que nos hayamos ganado produciendo o tengamos ahorrado en diferentes activos es susceptible de sernos arrebatado tal y como ha ocurrido en Argentina.

Cristina Kirchner ha decidido nacionalizar el sistema de pensiones en Argentina, algo que no ha gustado nada al mercado. El Merval, principal índice bursátil del país, cerró el miércoles con una bajada de 10% aunque llegó a caer más de un 18%. El riesgo país ha superado los 2.000 puntos básicos de prima, lo que es una barbaridad. A la vez, los bonos argentinos se han hundido más de un 10% debido a la fuga de capitales. Todo el mundo sabe que la única explicación es que Kirchner usará el dinero de los partícipes de los planes de pensiones para pagar las deudas del Estado; algo que aviva un nuevo default y malestar económico para el ciudadano otra vez.

A este respecto, Joaquín Morales Solá, hace una reflexión interesante en La Nación. Básicamente, se plantea que el Gobierno argentino tenía dos opciones: reducir su abultado gasto o robar al ciudadano. Evidentemente, la segunda opción siempre es la preferida de cualquier Gobierno.

Por el momento, podemos ver la acción del Gobierno argentino como una anécdota grotesca de un país que no es el nuestro, pero muchos países van a tener que elegir en un futuro entre la disyuntiva que comenta Morales, ¿reducir gasto o aumentar el saqueo? De hecho, se lo están planteando continuamente.

Miremos dentro de nuestro país. Alberto Ruiz-Gallardón ha decidido en plena crisis que los madrileños han de pagar un 20% más de impuestos municipales para el 2009. El alcalde, junto a más de 100 altos cargos, se ha elevado el sueldo casi un 12%. Si nos vamos a la costa mediterránea, vemos como el Ayuntamiento de Barcelona, sin darse cuenta de la crisis tampoco, ha elevado el gasto para el 2009 en casi un 9%. Como si fuera poco, un teniente alcalde barcelonés ha añadido "que no es un presupuesto expansivo". Lo de Madrid y Barcelona no es una anécdota. Los municipios en general se están lanzando al saqueo indiscriminado del ciudadano para seguir recaudando ante la crisis. Más multas, más impuestos, más nuevas sanciones de todo tipo (750€ por tirar un chicle en la calle, 3.000€ por orinar en la calle, 900€ por tender la ropa...).

Si nos lo miramos desde más lejos, a nivel nacional, Zapatero tampoco sabe que hay crisis. Sigue aumentando los gastos y plantea unos Presupuestos Generales del Estado totalmente irreales para 2009. Traducción: más deuda del Estado, más déficit y más impuestos.

Si nos fijamos en la evolución de todos los Gobiernos occidentales en los últimos cien años, es indiscutible que todos tienden a aumentar la presión fiscal sobre el ciudadano y empresas para obtener más dinero. En un futuro inmediato, antes del 2020, el gasto del Gobierno se va a disparar sólo en pensiones y dependencia. Lo alarmante no es que el Gobierno va a llegar a esos compromisos sin dinero, sino la actitud irresponsable de ofrecer siempre más dinero a cambio de un voto.

A medida que se empiece a acercar ese momento, ¿qué cree que harán los Zapatero y Gallardón de turno? ¿Reducirse el sueldo? ¿Recortar gasto social? ¿Bajar impuestos a particulares y empresas? La historia nos enseña lo contrario. Tomarán la opción de Argentina: saqueo masivo a todo el mundo. Algo así sólo provocará fugas de capitales, cierre de proyectos empresariales ante la falta de seguridad jurídica, más desempleo, más inestabilidad, etc. De hecho ya está ocurriendo desde hace años, no es nada nuevo, pero el proceso podría acelerarse considerablemente.

Henry Thoreau decía que vivir en libertad tiene sus costes porque te has de esconder de la opresión del Gobierno continuamente. La disyuntiva está en cuán elevado es el coste. Los políticos nos están lanzando un mensaje claro. Somos sus huchas y cualquier cosa que nos hayamos ganado produciendo o tengamos ahorrado en diferentes activos es susceptible de sernos arrebatado tal y como ha ocurrido en Argentina. La única forma para que no nos roben más es ocultándolo de su extorsión fiscal y legislativa. El dinero donde mejor está es en nuestras manos, no en las del Gobierno que sólo sabe quemarlo en su propio beneficio. Evitar que nuestro dinero caiga en el bolsillo del Estado es garantizar nuestro bienestar futuro, de lo contrario, nunca más lo volveremos a ver.

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