Menú
José García Domínguez

La izquierda, el Ibex y los precarios

Afirmar que el Ibex va a pagar el volantazo a la izquierda del Ejecutivo es decir en puridad que millones de trabajadores pagarán a escote la factura.

Afirmar que el Ibex va a pagar el volantazo a la izquierda del Ejecutivo es decir en puridad que millones de trabajadores pagarán a escote la factura.
Pedro Sánchez, Nadia Calviño y Yolanda Díaz | EFE

Permita el lector que me presente. Me llamo José, tengo 61 años y encarno eso que se suele llamar un trabajador precario. Lo que significa que cotizo en el Régimen de Autónomos por la base mínima legal, amén de que las empresas en las que colaboro pueden prescindir de mis servicios en cualquier momento y sin necesidad de abonar indemnización alguna. Por lo demás, los ingresos profesionales que obtengo se corresponden, como ocurre con el grueso de los colaboradores de prensa, con los propios de la clase media tirando a baja. Además de eso, soy accionista de Caixabank, entidad en participaciones alícuotas de cuyo capital social hace años que decidí invertir una porción significativa de mis ahorros cara a la jubilación.

Aunque el que yo resulte ser accionista de Caixabank no comporta nada de especial, en la medida de que la inmensa mayoría de los que pertenecen a mi misma clase social también lo son. Acaso no por poseer de forma directa títulos de esa sociedad, sino porque, tal como acostumbra a resultar más frecuente, los planes y fondos de pensiones en los que ellos participan disponen a su vez inversiones en ese banco. Repárese al respecto en que bancos y eléctricas, los dos sectores llamados, según dicen, a costear el giro social del Gobierno, representan ahora mismo en torno al 50% de todo el capital de la Bolsa española.

Por tanto, cuando se afirma que el Ibex va a pagar el volantazo a la izquierda del Ejecutivo de coalición, lo que en puridad se está diciendo es que bastantes millones de trabajadores españoles, todos los que guardan en planes y fondos de pensiones alguna parte de sus ahorros, están llamados a pagar a escote la factura. Ahora mismo, mientras termino de escribir este párrafo, las acciones de Caixabank pierden casi un 10% de su valor. Dicho de otro modo, yo, trabajador precario, acabo de perder un 10% de gran parte de mi ahorro para la vejez de una tacada. Yo, no Ana Patricia Botín o José Ignacio Goirigolzarri, cuyos salarios como altos directivos financieros no se verán afectados ni en un céntimo por las medidas progresistas del Ejecutivo. Y encima se supone que debo aplaudir.

Temas

En España

    0
    comentarios