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Juan Velarde

Un bien inferior de consecuencias capitales

El trigo es un producto fundamental en la ribera sur del Mediterráneo.

La cosecha de trigo española no sólo tiene un papel interior. El alto nivel de la renta por habitante en la zona mediterránea española motiva que disminuya el consumo de pan y derivados del trigo, mientras que, con datos estadísticos de FAO, en todo el borde meridional del Mare Nostrum (Egipto, Marruecos, etc.), estas cifras más que se duplican. Por otro lado, las zonas productoras son Canadá y Estados Unidos, en América del Norte; Argentina, en Iberoamérica; en Oceanía, Australia, y Rusia y Kazajistán en el oriente del continente europeo. En la UE, como consecuencia de la Política Agrícola Común, destacan una serie de países, encabezados por Francia, pero dentro de una realidad en la que se encuentra España, que más de una vez –véanse los trabajos de Jaime Lamo de Espinosa– ha exportado este cereal como consecuencia de crisis productivas en estos focos.

Como sucede con todos los bienes inferiores –en cabeza, como destaca Sebastián Abis en su artículo "Géopolitique du blé en Méditerranée", publicado en el Futuribles de julio-agosto de este año, se encuentran el trigo, el maíz y el arroz–, esto es, los que aumentan la demanda cuando sube su precio, se convierten en productos insustituibles con consecuencias políticas y sociales muy importantes, que contemplamos con preocupación en todos los pueblos del sur de Europa. Sobre estas relaciones véase Rami Zurayk, Food, Farming and Freedom: sowing the Arab Spring (Just World Books, 2011), donde se matizan bien; relaciones que se encuentran, por otro lado, sometidas, en buena parte, a las cotizaciones del trigo en la Bolsa de Chicago, que ha experimentado recientemente alzas muy importantes, complicadas porque los fletes rompen los mercados, a causa de la fuerte subida de los precios del petróleo. Pero, desde el punto de vista estratégico y político, a España le tiene que preocupar mucho el abastecimiento de trigo de la llamada Zona ANMO (África del Norte y Oriente Medio), que se prevé será el conjunto de sus importaciones el 30,9% del consumo mundial en 2012-2013, levemente por encima de su participación en el consumo mundial en 2011-2012, según las cifras para esta campaña ofrecidas en "Grain: World Markets and Trade" (United States Department of Agriculture, mayo 2012).

España no puede dejar de contemplar sus posibilidades en este sentido, harto diferentes de las que Flores de Lemus había justamente criticado en su ensayo Sobre una dirección fundamental de la producción rural española, al referirse a los planteamiento del Conde de San Bernardo.

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