Continúa la batasunización de la campaña. Ya son ocho las agresiones al Partido Popular. Y no estamos hablando sólo, ni siquiera principalmente, del País Vasco: estamos hablando de incidentes en Alcorcón, Pinto, San Agustín de Guadalix, Móstoles, Valencia... Son los mismos de siempre: los que consideran que la violencia está justificada para evitar que la derecha acceda al poder. O para desalojarla del mismo.
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Felipe González ha dicho en un mitin, comentando la decisión del Tribunal de Estrasburgo sobre el caso Marey, que "nunca he ordenado matar ni siquiera a un hijo de perra". Tremenda frase.
No he podido evitar acordarme, al oírla, de la escena cumbre de la película "Algunos hombres buenos". Tom Cruise (el abogado militar) acorrala a Jack Nicholson (el coronel ) delante del tribunal. Al final, el coronel no puede evitar que le traicione su propia chulería y termina reconociendo su responsabilidad en la muerte de un soldado a manos de sus compañeros. En el momento culminante, Tom Cruise le grita:
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Y comienzan las filtraciones sobre el informe de análisis de los explosivos de los trenes, que mañana ha de ser entregado al tribunal. Como ya predije cuando apareció el DNT en las muestras de los trenes, la línea argumental del ABC trata de sostener que la presencia en las muestras de componentes que no forman parte de la Goma2-ECO se debe a la contaminación.
Si en las muestras hay DNT, contaminación. Si en Leganés no hay sangre de suicidas, vaporización. Si nadie vio la mochila de Vallecas en los trenes, confusión. Si los perros no huelen ningún explosivo en la furgoneta de Alcalá, saturación.
¿Quién ordenó el código rojo del 11-M, Zarzalejos? ¿Quiénes son esos algunos hombres buenos cuyo honor inexistente intentas defender?