Acabábamos el año con una noticia, no por previsible, menos escandalosa: el rechazo por parte de Rajoy a la candidatura de Francisco Álvarez Cascos a la presidencia de la comunidad autónoma asturiana. La candidata del PP será, finalmente, una tal Isabel Pérez Espinosa, concejal del ayuntamiento de Oviedo, cuyo único logro conocido es haber llamado hijos de puta a los fotógrafos que la captaron llegando tarde a un pleno municipal. Por supuesto, la decisión sobre la candidatura se toma sin consultar a las bases asturianas: la petición de Cascos de realizar un congreso regional para elegir al candidato ha sido directamente ignorada. El episodio se ha saldado con la renuncia de Francisco Alvarez Cascos a seguir militando en el Partido Popular.
No pongo en duda los méritos de Pérez-Espinosa, que seguro que los tiene. Pero está claro que hay una obvia diferencia de peso político entre Cascos y ella. Diferencia que tiene una importancia fundamental a la hora de tratar de arrebatar al PSOE el feudo asturiano: mientras que Cascos representaba una apuesta segura, por ser un candidato cuyo peso específico sí permitiría arrastrar votos de la izquierda sin perderlos por la derecha, la candidata finalmente elegida por Rajoy a lo más que podrá aspirar es a hacer un papel digno.
Por tanto, Rajoy apuesta conscientemente a caballo perdedor, lo que indica que hay otras cosas que le preocupan más que arrebatar la comunidad autónoma asturiana al PSOE. En concreto, Rajoy renuncia a Asturias con tal de no encumbrar a Cascos y no reforzar, de ese modo, a aquel ala del Partido Popular capaz de poner en cuestión su estrategia a nivel nacional. Una nueva demostración de que la defenestración del sector españolista en el Partido Popular vasco, primero, y en el Partido Popular de Cataluña, después, no fueron una mera decisión local, sino parte de una operación de mayor calado, en la que sobran los sangiles, los alvarezcascos, los abascales, los mejías o los sireras.
Nuestra compañera María José Grech inaugura hoy un nuevo blog en Libertad Digital, "In Memoriam", en el que se irá rindiendo homenaje diariamente a las víctimas de ETA asesinadas en cada día del año. Teniendo en cuenta que vamos a una oficialización definitiva del triunfo de ETA - ése que no pudo alcanzarse en la anterior legislatura - se trata de una iniciativa absolutamente necesaria. Más que nada, para que no perdamos de vista de qué estamos hablando cuando comentamos las excarcelaciones de presos de ETA o algunas escandalosas sentencias absolutorias de la Audiencia Nacional.
Este domingo pasado terminaba, en el programa Sin Complejos, la primera fase de la serie "Las víctimas del 11-M, hoy", realizada por nuestro compañero Paco Linares. En esa primera fase hemos podido escuchar el testimonio de Gabriel Moris, a quien tan bien conocen nuestros lectores:
Las víctimas del 11-M, hoy: Gabriel Moris (I)
Las víctimas del 11-M, hoy: Gabriel Moris (II)
Las víctimas del 11-M, hoy: Gabriel Moris (y III)
A partir de este domingo, en la segunda fase de la serie, contaremos con el testimonio de Eloy Morán de La Fuente, vocal de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M.
Por supuesto, ¡feliz Año Nuevo a todos!
Esperemos que el 2011 empiece un poco mejor de lo que termina el 2010.