Tanto la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M como la AVT han salido en defensa de Federico Jiménez Losantos ante la querella de Alberto Ruiz Gallardón.
El alcalde de Madrid, en lugar de querellarse contra quienes han cometido perjurio delante de los jueces encargados de instruir y juzgar el sumario por la masacre de Madrid, lo que ha hecho es intentar silenciar a quien le reprocha, precisamente, que no se haya puesto del lado de esas víctimas que claman porque los poderes públicos les aclaren de una vez quién asesinó a 192 personas y con qué objetivo.
¿Cuántas veces se ha reunido usted en cuatro años con la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, señor Ruiz Gallardón? ¿Podría decirnos si ha proporcionado usted alguna ayuda de algún tipo a esa asociación que cuestiona la versión oficial del 11-M? ¿Ha derramado usted alguna lágrima al lado de alguna de las víctimas de esa asociación, que están pidiendo a gritos que les dejen de una vez de mentir? ¿Ha intentado usted alguna vez escucharlas?
¿Se ha atrevido usted en alguna ocasión, señor Ruiz Gallardón, a mirar a los ojos de alguno de los miembros de esa asociación y a decirle que hay que mirar al futuro, que la instrucción judicial del 11-M es extraordinaria o que tenemos todos que pasar página?
Aunque he de confesar que la pregunta que más me gustaría hacerle es otra, señor Ruiz Gallardón: ¿cómo hace usted para conciliar el sueño por las noches?
Yo, en su lugar, sería incapaz de dormir. Me lo impediría la vergüenza.