Un par de datos curiosos sobre perfiles genéticos obtenidos en los análisis.
El 25 de marzo de 2004, funcionarios de la Policía Científica efectuaron la inspección y análisis del vehículo Renault Megane M-2075-UV, propiedad de Hicham Ahmidan, narcotraficante y primo de Jamal Ahmidan El Chino. En ese vehículo aparecieron prendas de ropa con el ADN del propietario de la furgoneta de Alcalá. El informe policial afirma que sólo hay dos posibles explicaciones: o existía alguna relación entre el propietario de la furgoneta de Alcalá y Hichan Ahmidan, o los que robaron la furgoneta sacaron de ésta prendas de ropa y las trasvasaron al otro coche (ésa es la explicación por la que se decanta el informe).
Pero lo más curioso de ese informe es otra cosa: al analizar las muestras recogidas en el volante, en el freno y en la palanca de cambios se detectó el ADN de los funcionarios de la Comisaría General de Información que habían trasladado el vehículo hasta Canillas.
La pregunta que se me ocurre (aunque reconozco que puede no tener ninguna importancia) es: ¿por qué aparece el ADN de varios funcionarios policiales? ¿Es que se fueron turnando para conducir el vehículo? Pero lo importante del tema es otra cosa: el hecho de que, al conducir un vehículo con las manos desnudas, quedan restos de ADN que pueden ser analizados con la precisión suficiente como para identificar al conductor.
Pues bien: en la furgoneta de Alcalá no sólo no se encontraron huellas dactilares de los supuestos terroristas ni en el volante, ni en el freno de mano, ni en la palanca de cambios, sino que el único perfil genético que se detectó en el volante es el del propietario de la furgoneta. En otras palabras: quienes llevaron la furgoneta hasta Alcalá conducían, con toda probabilidad, usando guantes. A mi personalmente no se me ocurre ninguna explicación por la que esos terroristas que se dejan prendas de ropa con su ADN en la parte de atrás de la furgoneta no quisieran dejar rastros de ADN en el volante.
Otro dato curioso: los terroristas se dejaron, supuestamente, un guante con su ADN en la parte de atrás de la furgoneta. Sin embargo, en el guante de lana donde estaba la cinta de reivindicación del 13-M no se pudo detectar el ADN de ningún terrorista. ¡Qué fatalidad!
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