Como dicen Girauta y Maestre, el mensaje navideño del rey viene a ser nada con sifón o algo peor, muy adecuado para que la chusma política lo explote e interprete como de dé la gana. Así nos informa con bastante descaro de que "las reglas, valores y principios de la Constitución son hoy nuestra principal fuente de fortaleza como nación moderna, unida, solidaria y diversa"; o descubre que "nos reafirma en la legítima convicción de que el terrorismo no tiene cabida". Habla de las víctimas del terrorismo como si la sociedad entera no lo fuese, víctima también de quienes han colaborado y siguen colaborando con los asesinos y los separatismos, precisamente contra la Constitución... Señala que "se trata de volver, tan pronto como sea posible, a la senda del crecimiento": menos mal que no desea que la economía se hunda. O habla del español como "segunda lengua de comunicación más importante del mundo", cuando está siendo rápidamente desplazada de la cultura superior, del comercio, la economía y tantas cosas más... ¡en la misma España! Acabo de pasar por la calle Preciados y hay un montón de establecimientos con un cartel en el escaparate: Merry Christmas... en empresas teóricamente españolas, como Zara. En fin, para qué seguir.

El rey, en definitiva, está para decir esas cosas insustanciales pero sugestivas, solo que la situación actual exigiría una definición bastante más clara. De otro modo se convierte en apoyo disimulado a quienes están destrozando la Constitución, silenciando y desacreditando a las víctimas más directas del terrorismo, a los irresponsables responsables de que la crisis golpee con especial fuerza a España. Ha tenido mucha gracia con eso de "tirar todos del carro en la misma dirección". En la dirección que marcan los chorizos, obviamente.

De todas formas el problema en España no es el rey, como creen muchos de la derecha señoritil. Es la mucha queja y la poquísima acción.

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En fin, Felices Pascuas y próspero año nuevo a todos, lectores e intervinientes en el blog.

**** Hojeo el libro El nacionalismo catalán, de Albert Balcells, publicado por Historia 16 en 1999. Se trata de una historia edulcorada, apologética y perfectamente falseada, lo que no es novedad en absoluto. Lo interesante del caso es el comentario a la entrada: Esta obra ha merecido el patrocinio cultural de: Banco Exterior de España, Endesa, Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, RENFE, Telefónica. "Ha merecido". Todas estas empresas haciendo propaganda del nacionalismo catalán. Estas cosas hablan mucho más que cualquier discurso sobre la situación a la que hemos llegado.

**** "El funcionario premiado por el Gobierno hacía frente a los que apoyaban a Ortega Lara. CSI-CSIF critica que el Gobierno haya concedido una Medalla al Mérito Civil a un funcionario que dijo que "algo habría hecho" Ortega Lara para ser secuestrado por ETA y se concentraba frente a los que protestaban pidiendo su liberación".

El gobierno amante de los asesinos premia a sus sicarios y chekistas vocacionales. Y no pasa nada en este país empocilgado hasta el tuétano. No país, sino generación de mierda. La generación, también, de los Gómez Bermúdez intentando hacer negocio con el 11-m, que todo tiene que aprovechar. Y no pasa nada. La generación del PP futurista.

**** Zapatero, a las tropas: "Representáis a millones de españoles que aman la paz"

Por lo tanto no representan a Zapo y su banda, que aman a la ETA, a los chekistas y los rencores de la guerra civil, y detestan la reconciliación entre los españoles.

**** "Arístegui pide al PSOE pasar página al caso de los vuelos de la CIA"

Pasando página, como Aznar en sus peores momentos. Parecía otra cosa Arístegui, pero se ha reconvertido a Zapo. A saber por qué.

**** El PP califica de "tomadura de pelo" la llegada de otro submarino nuclear a Gibraltar

Tomadura de pelo, dicen los enérgicos futuristas.

**** "¿Han tenido que ser víctimas para descubrir a ETA?"

Rosa Díez dice que la familia Uría le ha dejado un cierto "sabor amargo"

Más que sabor amargo, ganas de vomitar; y desde luego, Rosa, no han descubierto nada, los consideran "liberadores", aunque con equivocaciones dolorosas. Igual que los abyectos Zapo y su cuadrilla.

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En Época:

Profesores, víctimas y culpables

Durante siete años, hasta 1999, yo solía recorrer las facultades de la Universidad Complutense y alguna otra para poner propaganda de un curso de lectura rápida, y había dos centros que, por el aspecto y actitudes de los alumnos, el tipo de carteles, etc ofrecían una especial imagen de degradación: Periodismo y Magisterio, llamadas pomposamente de Ciencias de tal y de cual.

Me viene el recuerdo a raíz de un artículo de Félix de Azúa referido a la situación deprimente de la enseñanza en España, desde la primaria a la universitaria. Situación que empezó a deteriorarse en el franquismo para volverse "normal" bajo el primer mandato del PSOE. Los demagogos socialistas, con su aguda percepción de las aspiraciones más bajas de la gente, expandió sin tasa la enseñanza universitaria, sabiendo que la mayoría de las familias y de los estudiantes mismos tienen mucho interés por el título y muy escaso por el estudio. Casi todo el mundo podía superar los cursos porque los suspensos apenas contaban (no había que acomplejar a los chicos) y cientos de miles entraban en una universidad cada vez más de pandereta (aunque algunas facultades y escuelas técnicas siguieron formando cierto número de buenos profesionales, eso es una tradición en España no del todo perdida). De paso creaban una falsa impresión de igualdad y divulgaban el cuento de que "tenemos la juventud más preparada e inteligente de la historia de España": la juventud del botellón.

El PP, cuando pudo gobernar, intentó cambiar aquel rumbo, pero no lo consiguió, por dos razones: por la escasa energía puesta en ello y porque masas de estudiantes botelloneros, deformados por la demagogia progre y alentados por numerosos profesores del tipo de Peces Barba, organizaron enormes movilizaciones, bastante violentas, de apoyo a la continuidad de la degradación. Pues esta nunca deja de crear amplias redes de intereses. Peces Barba, recuérdese, hasta llamaba a la rebelión abierta contra la ley. De todas formas, que en ocho años de gobierno el PP no hiciera casi nada, indica algo. Y con la vuelta de los socialistas bajo el demagogo Rodríguez, la basura educativa se ha extendido mucho más, incluyendo una totalitaria asignatura de "Educación (sic) para (en realidad contra) la ciudadanía".

Ocasionalmente leemos noticias sobre el gran número de profesores necesitados de tratamiento psicológico por las tensiones que deben soportar en las aulas. Y más que tensiones. Comentaba Azúa: "Solo en Cataluña el año pasado 163 profesores denunciaron agresiones de alumnos (ANP). ¡Cómo debió de ser cada uno de esos ataques para ponerlos en manos de nuestra adorable Administración! ¡Y cuántos deben de producirse para que aflore esa punta de iceberg!". Porque otro rasgo de la situación es el ocultamiento, por la dirección de los centros y por las administraciones progres, de los continuos incidentes escolares, que solo de vez en cuando salen en la prensa, por su especial gravedad o por fracasar los mecanismos de silenciamiento.

Pero no merecen mucha compasión los profesores: ellos quienes han creado este ambiente renunciando a su posición para transformarse en coleguis. Cuando pasaba por la facultad de Magisterio, como decía al principio, me explicaba muchas cosas. Pero ¿y los profesores no progres? En mi opinión, no tienen menos culpa, ya que, conscientes de la basura ideológica y práctica de los demagogos e iluminados de izquierda, se han mostrado totalmente incapaces de organizarse, denunciar sin tregua los hechos y explicar por qué esos métodos son en realidad antipedagógicos. Esta insuficiencia de la denuncia y la clarificación, este echarse atrás ante la chulería impositiva con que actúan los promotores de la basura antieducativa, esa falta de sentido de la responsabilidad, los hace también cómplices, y puede decirse que en el pecado llevan la penitencia.